Un rey convoco a la corte
a todos los magos del reino y les dijo: “Querria ser siempre un buen
ejemplo para
mis súbditos. Presentarme siempre como un hombre fuerte y seguro,
sereno e impasible
frente a las vicisitudes de la vida. Me ocurre a veces que me encuentro
triste o deprimido
por una mala noticia. Otras veces una alegría imprevista o un gran exito me ponen en un
estado de sobreexcitación anormal. Todo eso no me gusta. Me hace
sentirme como una brizna
que lleva el viento de la suerte. Fabricadme un amuleto que me proteja
de esos estados de animo y estos cambios de humor”.
Uno tras otro, los magos se echaron atras. Sabian hacer amuletos de todas las clases para los incautos que se acercaban a pedirles ayuda, pero no era facil engatusar a un rey. Y a un rey que, ademas, pretendia un amuleto de efecto tan dificil.
El rey estaba a punto de estallar de ira, cuando se adelanta un viejo sabio que dijo: “Majestad, mañana te traere el anillo que buscas. Cada vez que lo mires, si estas triste te pondras alegre y si te encuentras nervioso, podras calmarte. Simplemente bastari que leas la frase magica grabada en el anillo”.
Al dia siguiente, el sabio volvio y, en medio de un silencio general, ya que todos tenian curiosidad por conocer la frase magica, alarga el anillo al rey. El rey lo miro y leyó la frase grabada sobre el aro de plata: “Tambien esto pasara”.
Recuerda
que ninguna
cosa ni ninguna emocion son permanentes. Como el dia y la noche, hay
momentos de
alegria y momentos de tristeza. Aceptalos como parte de la dualidad de
la naturaleza
porque son la naturaleza misma de las cosas.
Uno tras otro, los magos se echaron atras. Sabian hacer amuletos de todas las clases para los incautos que se acercaban a pedirles ayuda, pero no era facil engatusar a un rey. Y a un rey que, ademas, pretendia un amuleto de efecto tan dificil.
El rey estaba a punto de estallar de ira, cuando se adelanta un viejo sabio que dijo: “Majestad, mañana te traere el anillo que buscas. Cada vez que lo mires, si estas triste te pondras alegre y si te encuentras nervioso, podras calmarte. Simplemente bastari que leas la frase magica grabada en el anillo”.
Al dia siguiente, el sabio volvio y, en medio de un silencio general, ya que todos tenian curiosidad por conocer la frase magica, alarga el anillo al rey. El rey lo miro y leyó la frase grabada sobre el aro de plata: “Tambien esto pasara”.
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