jueves, 18 de octubre de 2012

Misión de los setenta y dos


Lucas 10, 1-9. Fiesta San Lucas, evangelista. Modelo de entrega en la predicación del Evangelio hasta la muerte
 
Misión de los setenta y dos
Fiesta de San Lucas, apóstol y evangelísta

Del santo Evangelio según san Lucas 10, 1-9

En aquel tiempo, designó el Señor a otros setenta y dos, y los envió de dos en dos delante de sí, a todas las ciudades y sitios a donde él había de ir. Y les dijo: La mies es mucha, y los obreros pocos. Rogad, pues, al Dueño de la mies que envíe obreros a su mies. Id; mirad que os envío como corderos en medio de lobos. No llevéis bolsa, ni alforja, ni sandalias. Y no saludéis a nadie en el camino. En la casa en que entréis, decid primero: "Paz a esta casa." Y si hubiere allí un hijo de paz, vuestra paz reposará sobre él; si no, se volverá a vosotros. Permaneced en la misma casa, comiendo y bebiendo lo que tengan, porque el obrero merece su salario. No vayáis de casa en casa. En la ciudad en que entréis y os reciban, comed lo que os pongan; curad los enfermos que haya en ella, y decidles: "El Reino de Dios está cerca de vosotros." 

Oración introductoria

Padre, que San Lucas, modelo de entrega a la predicación del Evangelio hasta la muerte, nos ayude a llevar a todas las almas al conocimiento de Cristo.

Petición

San Lucas, ayúdamos a seguir tu ejemplo y acercarnos a la Virgen, que sea Ella quien nos ayude a conocer más a Jesús.

Meditación del Papa

"Ya está cerca el Reino de Dios". Con estas palabras del Evangelio que acabamos de escuchar, os saludo a todos con gran afecto en el Señor. En verdad, el Reino de Dios está ya entre nosotros. (...) El Evangelio de hoy nos recuerda que Cristo continúa enviando a sus discípulos a todo el mundo para proclamar la venida de su Reino y llevar su paz al mundo, empezando casa por casa, familia por familia, ciudad por ciudad. (...)En la primera lectura de hoy, hemos escuchado el llamamiento de San Pablo a los romanos a que reconozcan que, como miembros del Cuerpo de Cristo, nos pertenecemos los unos a los otros y debemos convivir respetándonos y amándonos mutuamente. (...)Entre los diferentes dones que San Pablo enumera para la edificación de la Iglesia está el de enseñar. La predicación del Evangelio siempre ha estado acompañada por el interés por la palabra: la palabra inspirada por Dios y la cultura en la que esta palabra echa raíces y florece»(Benedicto XVI, 16 de septiembre de 2010).

Reflexión 

San Lucas fue compañero de San Pablo en sus viajes apostólicos, como él mismo escribió en los “Hechos de los apóstoles”. En el evangelio de hoy, Cristo manda a sus discípulos de dos en dos a predicar el mensaje del Reino de Dios. Dios nos ha hecho por tanto sus evangelizadores, los mensajeros de la Buena Nueva que Cristo ha traído a este mundo.

Para tal misión Dios ha querido elegir en este mundo a unas personas para que anuncien su palabra y, con su ejemplo, den testimonio de la venida de Cristo. Seguro que yo también soy una de esas personas elegidas por Dios.

Ahora bien, Dios nos advierte que nos manda en medio de lobos, porque el mundo en el que nos toca vivir y predicar la palabra de Dios, muchas veces se cierra al mensaje cristiano de la verdad y del amor. Anunciemos por tanto la paz que Dios ha venido a traernos hace más de 2000 años, pero que nosotros hemos de renovar todos los días; conseguir que todas las personas que nos rodean sientan en sí la redención que nos ha traído Cristo en el misterio de la Encarnación.

San Lucas, modelo de entrega a la predicación del Evangelio hasta la muerte, sea quien nos ayude a llevar a todas las almas al conocimiento de Cristo, para conseguir la paz de nuestras almas.

Propòsito

Pedir a María, nuestra Madre, que lleve a Jesús todas nuestras intenciones de ser mejores portadores del Evangelio.

Diálogo con Cristo

Jesús, sólo llevándote en mi corazón podré transmite tu paz, tan necesaria en el mundo convulsionado por la violencia y la inseguridad. Por intercesión de san Lucas, concédeme que todos mis pensamientos, palabras y obras siembren la paz, principalmente en mi propia familia.


jueves 18 Octubre 2012
Fiesta de San Lucas, evangelista

San Lucas Evangelista



Leer el comentario del Evangelio por 
Vida anónima bizantina de San Lucas : San Lucas, evangelista y compañero de Pablo

Lecturas

San Pablo a Timoteo 2 4,9-17b.


Ven a verme lo más pronto posible, 
porque Demas me ha abandonado por amor a este mundo. El se fue a Tesalónica, Crescente emprendió viaje a Galacia, y Tito, a Dalmacia. 
Solamente Lucas se ha quedado conmigo. Trae contigo a Marcos, porque me prestará buenos servicios. 
A Tíquico lo envié a Efeso. 
Cuando vengas, tráeme la capa que dejé en Tróade, en la casa de Carpo, y también los libros, sobre todo, los rollos de pergamino. 
Alejandro, el herrero, me ha hecho mucho daño: el Señor le pagará conforme a sus obras. 
Ten cuidado de él, porque se opuesto encarnizadamente a nuestra enseñanza. 
Cuando hice mi primera defensa, nadie me acompañó, sino que todos me abandonaron. ¡Ojalá que no les sea tenido en cuenta! 
Pero el Señor estuvo a mi lado, dándome fuerzas, para que el mensaje fuera proclamado por mi intermedio y llegara a oídos de todos los paganos. Así fui librado de la boca del león. 


Salmo 145(144),10-11.12-13ab.17-18.


Que todas tus obras te den gracias, Señor, 
y tus fieles te bendigan;
que anuncien la gloria de tu reino 
y proclamen tu poder.

Así manifestarán a los hombres tu fuerza 
y el glorioso esplendor de tu reino:
tu reino es un reino eterno, 
y tu dominio permanece para siempre. 
El Señor es fiel en todas sus palabras 
y bondadoso en todas sus acciones.


El Señor es justo en todos sus caminos 
y bondadoso en todas sus acciones;

está cerca de aquellos que lo invocan, 
de aquellos que lo invocan de verdad.


Lucas 10,1-9.


Después de esto, el Señor designó a otros setenta y dos, y los envió de dos en dos para que lo precedieran en todas las ciudades y sitios adonde él debía ir. 
Y les dijo: "La cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos. Rueguen al dueño de los sembrados que envíe trabajadores para la cosecha. 
¡Vayan! Yo los envío como a ovejas en medio de lobos. 
No lleven dinero, ni alforja, ni calzado, y no se detengan a saludar a nadie por el camino. 
Al entrar en una casa, digan primero: '¡Que descienda la paz sobre esta casa!'. 
Y si hay allí alguien digno de recibirla, esa paz reposará sobre él; de lo contrario, volverá a ustedes.
Permanezcan en esa misma casa, comiendo y bebiendo de lo que haya, porque el que trabaja merece su salario. No vayan de casa en casa. 
En las ciudades donde entren y sean recibidos, coman lo que les sirvan; 
curen a sus enfermos y digan a la gente: 'El Reino de Dios está cerca de ustedes'. 


Extraído de la Biblia, Libro del Pueblo de Dios.



Leer el comentario del Evangelio por 

Vida anónima bizantina de San Lucas (siglo XI)
6-7; PG 115, 1134-1135

San Lucas, evangelista y compañero de Pablo

Cuando, después de haber abandonado las tinieblas del error para
adherirse al amor de Dios, Pablo se une a los discípulos, Lucas le acompaña
por todas partes y se hace su compañero de viaje (Hch. 16,10s)... Se amolda
tan bien a él, lo trata con tanta familiaridad y comparte hasta tal punto
todas sus gracias que Pablo, cuando escribe a los creyentes, llama a Lucas
“mi querido médico” (Col. 4,14). Desde Jerusalén y toda la comarca hasta
Dalmacia (Rm 15,19), predicó con él el Evangelio. Desde Judea hasta Roma,
comparte con él las mismas cadenas, los mismos trabajos, las mismas penas,
los mismos naufragios. Quería recibir la misma corona que Pablo, por haber
participado en los mismos trabajos. Después de haber adquirido con
Pablo el talento de la predicación y haber ganado y conducido a tantas
naciones al amor de Dios, Lucas aparece como el discípulo cariñoso y
querido por el Salvador, como el evangelista que escribió su historia
sagrada; porque antaño había seguido al Maestro (Lc 10,1), había recogido
los testimonios de sus primeros servidores (Lc 1,1) y había recibido la
inspiración de lo alto. Es el evangelista que contó el misterio del
mensajero Gabriel enviado a la Virgen para anunciar la alegría al mundo
entero. Es el que contó claramente el nacimiento de Cristo: nos muestra al
recién nacido acostado en un pesebre y describe a los pastores y los
ángeles que proclaman la alegría... Nos explica más parábolas que otros
evangelistas. Y del mismo modo que nos explicó el descenso del Verbo sobre
la tierra, de igual manera nos describe su Ascensión al cielo y su regreso
al trono del Padre... Pero en Lucas, la gracia no se limita a esto.
Su lengua no se limita exclusivamente al servicio del Evangelio. Después de
explicar los milagros de Cristo, cuenta también los Hechos de los
Apóstoles... Lucas no es un mero espectador de todo esto, sino que
verdaderamente participa en ello. Y por eso pone tanto interés en
instruirnos.

 

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