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martes, 2 de octubre de 2012

Levantemos pues nuestra mente

Estimados en Cristo Jesús os dejamos aquí un texto que puede servirnos de reflexión. Atareados estos días en ocupaciones imprescindibles, hemos debido discontinuar un poco la dedicación que veníamos llevando. A partir de mañana si Dios quiere reanudamos los ejercicios como habitualmente. Un saludo para todos invocando el nombre de Jesús.
Dice Juan Casiano: 
” Algunas veces esta tristeza es consecuencia de un arrebato de cólera precedente  o proviene de la frustración de un deseo o de una ganancia, al verse uno privado de algunas cosas de las que se habían concebido esperanzas”.
Levantemos pues nuestra mente, ocupémonos en la meditación espiritual, en la esperanza de los bienes futuros, en la meditación de las bienaventuranzas. De este modo seremos capaces de superar toda clase de tristeza, ya sea la proveniente de una ira anterior, la derivada de la pérdida de una ganancia o de un daño que nos han causado.
Consideremos las cosas eternas y futuras y recordemos que nos abatimos por cosas caducas y pasajeras”.
Libro 9° de “Instituciones cenobíticas”

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