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Sixto III, Santo |
XLIV Papa
Martirologio Romano: En Roma, en la vía Tiburtina, junto
a san Lorenzo, sepultura de san Sixto III, papa, que
restableció la concordia entre el Patriarcado de Antioquía y el
de Alejandría, y en la Ciudad eterna erigió para el
pueblo de Dios la basílica de Santa María, en el
monte Esquilino (440).
Fecha de canonización: Fue canonizado antes de la
creación de la Congregación para la causa de los Santos,
por lo que su culto fue aprobado por un obispo
como consecuencia de la devoción popular.
Fue elegido papa a la muerte de san Celestino I,
en el año 432, y ocupó la sede de Pedro
por ocho años que fueron muy llenos de exigencias.
Durante su
vida se vió envuelto casi de modo permanente en la
lucha doctrinal contra los pelagianos, siendo uno de los que
primeramente detectó el mal y combatió la herejía que había
de condenar al papa Zósimo. De hecho, Sixto escribió dos
cartas sobre este asunto enviándolas a Aurelio, obispo que condenó
a Celestio en el concilio de Cartago, y a san
Agustín. Se libraba en la Iglesia la gran controversia sobre
la Gracia sobrenatural y su necesidad tanto para realizar buenas
obras como para conseguir la salvación.
Pelagio fue un monje procedente
de las islas Británicas. Vivió en Roma varios años ganándose
el respeto y la admiración de muchos por su vida
ascética y por su doctrina de tipo estoico, según la
cual el hombre es capaz de alcanzar la perfección por
el propio esfuerzo, con la ayuda de Dios solamente extrínseca
-buenos ejemplos, orientaciones y normas disciplinares, etc.,- ¡era un voluntarista!
Además, la doctrina llevaba anexa la negación del pecado original.
Y consecuentemente rechaza la necesidad de la redención de Jesucristo.
De ahí se deriva a la ineficacia sacramentaria. Todo un
monumental lío teológico basado en principios falsos que naturalmente Roma
no podía permitir.
Y no fue sólo esto. El Nestorianismo acaba
de ser condenado en el concilio de Éfeso, en el
431, un año antes de ser elegido papa Sixto III;
pero aquella doctrina equivocada sobre Jesucristo había sido sembrada y
las consecuencias no desaparecerían con las resoluciones conciliares. Nestorio procedía
de Antioquía y fue obispo de Constantinopla. Mantuvo una cristología
imprecisa en la terminología y errónea en lo conceptual, afirmando
que en Cristo hay dos personas y negando la maternidad
divina de la Virgen María; fue condenada su enseñanza por
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Sixto III, Santo |
contradecir la fe cristiana; depuesto de su sede, recluido o
desterrado al monasterio de san Eutropio, en Antioquía, muriendo impenitente
fuera de la comunión de la Iglesia. El papa Sixto
III intentó con notable esfuerzo reducirlo a la fe sin
conseguirlo y a pesar de sus inútiles esfuerzos tergiversaron los
nestorianos sus palabras afirmando que el papa no les era
contrario.
Llovieron al papa las calumnias de sus detractores. El propio
emperador Valentiniano y su madre Plácida impulsaron un concilio para
devolverle la fama y el honor que estaba en entredicho.
Baso -uno de los principales promotores del alboroto que privaba
injustamente de la fama al Sumo Pontífice- muere arrepentido y
tan perdonado que el propio Sixto le atiende espiritualmente al
final de su vida y le reconforta con los sacramentos.
Como
todo santo ha de ser piadoso, también se ocupó antes
de su muerte -en el año 440 y en Roma-,
de reparar y ennoblecer la antigua basílica de Santa María
la Mayor que mandó construir el papa Liberio, la de
San Pedro y la de San Lorenzo.
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