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Permitir los caprichos |
Mi marido dice que debemos ofrecer a los niños todo
lo que nosotros no hemos tenido de pequeños; yo creo
que eso no es así, pero él les está dando
todo lo que él ansiaba y no tenía. Tenemos tres
hijos, el mayor de 11 años y el pequeño de
4. Mi madre me dice que eso, antes o después,
lo van a pagar las niños y, por ende, nosotros.
Ve muy poco a los niños a causa del trabajo,
pero cuando está con ellos, les da todo lo que
desean. ¿Usted qué opina? Porque, aunque a mí no me
parezca bien, también me gusta ver ilusionados a los niños.
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No es difícil encontrar personas
que piensan de esa forma, aunque afortunadamente el número es
cada vez menor, quizá porque los padres ya tuvieron de
todo.
Como le dice su
madre, esa forma de actuar es muy peligrosa para los
niños. En primer lugar, porque no se les educa la
voluntad. Es decir, no se les está educando en el
dominio de sí mismos, lo que es imprescindible para que
una persona pueda vivir la libertad y, por tanto, para
poder ser capaz de amar. A mí me parece que
no educar en la exigencia personal, en el dominio de
sí mismos, es hacer unos desgraciados a los niños. La
voluntad es muy difícil de educar cuando uno ya es
mayor y se da cuenta de que no hace lo
que quiere por falta de fuerza de voluntad. Muchos terminan
culpando a los padres de esa carencia. Y no sin
razón.
Otra de las cosas que
hace que esa forma de educar sea tremendamente negativa es
que se les da a los niños lo que ellos
no tuvieron, pero no se les da lo que tuvieron,
que, probablemente, fue tiempo de sus padres.
Lo que más desea un hijo es que sus
padres estén con él, los dos, su padre y su
madre. No se trata de darle todo, sino que te
tenga a ti. No se trata de tiempo de calidad:
creo que esta expresión en algún caso puede encerrar una
falacia. Es decir, entender tiempo de calidad como estar con
los niños haciendo cosas con ellos. En muchas ocasiones no
debe ser así. Lo que necesitan los niños es estar
en casa y estar haciendo sus cosas v saber que
sus padres están ahí.
Sentirse seguros,
sentirse queridos. Ya sé que esto algunas veces es difícil,
habrá que dejar el golf, el tenis o lo que
sea para estar. Simplemente estar.
José María Contreras, es orientador familiar
y director del programa "Familia" (Popular TV). Casado y padre
de 3 hijos, es autor de varios libros sobre relaciones
entre esposos y educación de los hijos. Dirige la sección
del "Consultorio" del semanario Alba. Se dedica al mundo de
la formación de Directivos y colabora en distintos medios de
comunicación
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