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Marciana de Cesarea de Mauritania, Santa |
Santa Marciana, originaria de "Rusuccur" (actualmente Tigzirt),
en Mauritania, abandonó valientemente todas las ventajas que procura el
mundo para ir a encerrarse en una celda en Cesarea
y guardar intacta su virginidad, bajo la mirada de Dios.
Sin embargo, ella creyó que era su deber
declarar la guerra a la idolatría que entonces reinaba en
África. Un día, al atravesar la plaza pública, no pudo
soportar ver expuesta una estatua de Diana y le rompió
la cabeza.
La apresaron, la golpearon con varas,
y, después, la condenaron a morir en el anfiteatro, desgarrada
por los dientes de las fieras. Cuando esperaba este último
suplicio, la entregaron a los gladiadores para que violaran su
castidad, pero Dios no permitió esta infamia.
Al
llegarse la fecha del suplicio, Marciana fue expuesta primero a
un león que no le hizo daño alguno; después, un
toro se lanzó sobre ella y le hundió los cuernos
en el pecho, con lo que cayó de bruces sobre
el suelo, casi sin sentido. Por último, un leopardo la
destrozó y en este tormento expiró.
Los manuscritos
de las Actas no están de acuerdo sobre la fecha
del martirio, 9 de enero, 9 ó 12 de julio.
Baronio, en sus notas al Martirologio Romano, estima que el
12 de julio marca una traslación de reliquias y el
9 de enero, el aniversario del martirio. El 12 de
julio el Martirologio menciona una santa Marciana, virgen y mártir,
en Toledo. Baronio piensa que se trata de santa Marciana
de Mauritania, venerada en Toledo. En el breviario mozárabe se
encuentra un bello himno en su honor.
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