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viernes, 27 de enero de 2012

Julián de Sora, Santo


Mártir, 27 de enero
Julián de Sora, Santo
Julián de Sora, Santo

Mártir

Martirologio Romano: En la ciudad de Sora, en el Lacio, conmemoración de san Julián, mártir, quien, según la tradición, padeció en tiempo del emperador Antonino (c. 150)
Julián, joven oriundo de la Dalmacia (región geográfica en la costa adriática que pertenece actualmente a Croacia y en pequeña medida a Montenegro), quien, durante la persecución realizada por Antonino Pío en Italia, fue reconocido como cristiano en la Lacio meridional cerca de Anagni. Llevado a Atina, fue sometido por Flaviano, prefecto de la provincia de Campania, a muchos tormentos. Mientras padecía la tortura en el potro, se derrumbó el templo de Serapis haciéndose añicos la estatua del dios. Acusado entonces de ser mago fue decapitado entre las ruinas de aquel mismo templo. Tal historia llega a nosotros a través de un manuscrito italiano de Chioccarelli.

Baronio, en los Annales, asigna el martirio de Julián como ocurrido en el año 175, bajo el emperador Marco Aurelio, durante el pontificado de Papa Sotero. Pero el Martirologio Romano coloca el martirio como ocurrido bajo el imperio de Antonino Pío (138 -161). Además en el Martirologio de la Basílica Vaticana, se ubica a Sora como sede del martirio y añade que en esta ciudad se conservan los manuscritos de las Actas del mártir.

Las dos leyendas difieren tan sólo en la localidad y en algunos otros detalles del martirio. Ambas son ciertamente tardías, cabe resaltar que en las dos se indica como fecha del martirio el 27 de enero, día en que es recordado San Julián de Le Mans.

Las reliquias del mártir fueron halladas en el mismo lugar donde se celebraba su memoria, en una antigua iglesia dedicada al santo en Sora, como queda demostrado en el proceso de autentificación de su hallazgo, documento que cuenta con la firma del obispo Giovannelli (1609-32), y que fuera entregado a la Congregación de Ritos el 15 de abril de 1614. Las reliquias fueron halladas el 2 de octubre de 1612 y trasladadas, por deseo de Costanza Sforza Boncompagni, a la iglesia del Espíritu Santo el 6 de abril de 1614. El obispo Agostino Colaianni (1797 -1814) las hizo trasladar de nuevo llevándolas a la Iglesia Catedral, donde todavía son veneradas bajo el altar dedicado al santo, mientras que en la parte superior se lo ve representado en una imagen tallada en madera en la que se lo representa con la palma del martirio.

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