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jueves, 22 de diciembre de 2011

Misa de Navidad





(Medianoche)

Un hijo no ha sido dado

Lectura del libro de Isaías
9,1-6

El pueblo que caminaba en las tinieblas
ha visto una gran luz,
sobre los habitaban en el país de la oscuridad
ha brillado una luz.
Tú has multiplicado la alegría,
has acrecentado el gozo;
ellos se regocijan en tu presencia,
como se goza en la cosecha,
como cuando reina la alegría
por el reparto del botín.

Porque el yugo que pesaba sobre él,
la barra sobre su espalda
y el palo de su carcelero,
todo eso lo has destrozado como en el día de Madián.
Porque las botas usadas de sangre,
serán presa de las llamas,
pasto del fuego.

Porque un niño nos ha nacido,
un hijo nos ha sido dado.
La soberanía reposa sobre sus hombros
y se le da por nombre:
“Consejero maravilloso, Dios fuerte,
Padre para siempre, Príncipe de la paz”.
Su soberanía será grande
y habrá una paz sin fin
para el trono de David
y para su reino;
Él lo establecerá y lo sostendrá
por el derecho y la justicia,
desde ahora y para siempre.
El celo del Señor de los ejércitos hará todo esto.

Palabra de Dios.

Salmo Responsorial
95, 1-3. 11-13

Hoy nos ha nacido un Salvador
El Mesías, el Señor:

Canten al Señor un canto nuevo,
cante al Señor toda la tierra;
canten al Señor, bendigan su Nombre. R.

Día tras día, proclamen su victoria,
anuncien su gloria entre las naciones,
y sus maravillas entre los pueblos. R.

Alégrese el cielo y exulte la tierra,
resuene el mar y todo lo que hay en él;
regocíjese el campo con todos sus frutos,
griten de gozo los árboles del bosque. R.

Griten de gozo delante del Señor,
porque Él viene a gobernar la tierra:
Él gobernará al mundo con justicia,
y a los pueblos con su verdad. R.

La gracia de Dios se ha manifestado para todos los hombres

Lectura de la carta del Apóstol san Pablo a Tito
2,11-14

La gracia de Dios, que es fuente de salvación APRA todos los hombres, se ha manifestado. Ella nos enseña a rechazar la impiedad y los deseos mundanos, para vivir en la vida presente con sobriedad, justicia y piedad, mientras aguardamos la feliz esperanza y la Manifestación de la gloria de nuestro gran Dios y Salvador, Cristo Jesús. Él se entregó por nosotros, a fin de librarnos de toda iniquidad, purificarnos y crear para sí un Pueblo elegido y lleno de celo en la práctica del bien.

Palabra de Dios.

Aleluya
Lc. 2.10-11

Aleluya
Les traigo una buena noticia, una gran alegría:
Hoy les ha nacido un Salvador, el Mesías, el Señor.
Aleluya.

EVANGELIO

Hoy les ha nacido un Salvador

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo

Según san Lucas
2,1-14

Apareció un decreto del emperador Augusto, ordenando que se realizara un censo en todo el mundo. Este primer censo tuvo lugar cuando Quirino gobernaba la Siria. Y cada uno iba a inscribirse a su ciudad de origen.

José, que pertenecía a la familia de David, salió de Nazaret, ciudad de Galilea, y se dirigió a Belén de Judea, la ciudad de David, para inscribirse con María, su esposa, que estaba embarazada.

Mientras se encontraban en Belén, le llegó el tiempo de ser madre: y María dio a luz a su Hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque donde se alojaban no había lugar para ellos.

En esa región acampaban unos pastores, que vigilaban por turno sus rebaños durante la noche. De pronto, se les apareció el Ángel del Señor y la gloria del Señor los envolvió con su luz. Ellos sintieron un gran temor, pero el Ángel les dijo: “No teman, porque les traigo una buena noticia, una gran alegría para todo el pueblo: Hoy, en la ciudad de David, les ha nacido un Salvador, que es el Mesías, el Señor. Y esto les servirá de señal: encontrarán al niño recién nacido envuelto en pañales y acostado en un pesebre”. Y junto con el Ángel, apareció de pronto una multitud del ejército celestial, que alababa a Dios, diciendo:

“Gloria a Dios en las alturas,
y en la tierra paz a los hombres amados por Él”.

Palabra del Señor.

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