*"Deja el amor del mundo y sus dulcedumbres, como sueños de los que uno despierta; arroja tus cuidados, abandona todo pensamiento vano, renuncia a tu cuerpo. Porque vivir de la oración no significa sino enajenarse del mundo visible e invisible. Nada. A no ser el unirme a Ti en la oración de recogimiento. Unos desean la gloria; otros las riquezas. Yo anhelo sólo a Dios y pongo en Ti solamente la esperanza de mi alma devastada por la pasión"
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viernes, 4 de noviembre de 2011
Oración de San Bernardo a la Virgen María
Invocándola, no te desesperas. Pensando en ella, no divagas. Apoyado en ella, no caes. Guiado por ella avanzas tranquilo. Escudado con ella, no temas. Con su favor, llegas hasta el fin.
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