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jueves, 10 de noviembre de 2011

El salvavidas




* Un dia tres jovenes decidieron ir al rio. Solo uno de ellos sabia nadar, era salvavidas. Se metieron al agua, pero el salvavida se quedo sentado en una gran roca elevada, desde dondE podia ver y vigilar a sus compañeros.

* En un instante de distracción un golpe de agua arrastro a uno de los muchachos poniendo su vida en peligro. El joven que quedo en la orilla gritaba desesperado pidiendo ayuda, pues él no sabia nadar y se sentia impotente en la situacion. Solo el salvavida podia hacer algo.


* El muchacho seguia luchando por su vida, subia... y bajaba... golpeaba con fuerzas con sus manos, pero volvia a subir y bajar aterrorizado mientras perdía las fuerzas; mientras su compañero seguia gritando desesperadamente al salvavidas: "Sálvalo, no ves, que se ahogará!!!.

* Pero el salvavidas ni se movia y seguia tranquilo visualizando la situacion sin hacer nada...

* El jóven tratando de acercarse a la orilla habia perdido sus fuerzas, ya no golpeaba con sus manos, se habia dado por vencido no podia mas y se hundia.

* Al instante el salvavida saltó rapidamente y saco al joven antes que se ahogara.

* Al llegar a salvo a la orilla y el otro amigo le reclamó enfadado al salvavida: ¿como es posible que no hicieras nada? ¿No me escuchaste pidiendote ayuda? ¿Por qué no me respondíste? Se que me escuchabas y que veias lo que me estaba sucediendo; por poco perdemos a un amigo…

* Sin perder la calma el salvavidas le respondió: "Todo buen salvavidas sabe, que mientras una víctima que se està ahogando, cree tener las fuerzas para luchar por si misma y salvarse, en lugar de pedir ayuda; su histeria y su lucha por sobrevivir pone en peligro la vida de ambos. Solo cuando la victima se da cuenta de su impotencia y falta de fuerzas y cuenta con la ayuda de los demàs, permite al salvavidas actuar y salvarle.

Reflexión:
A lo largo de la vida, nos vamos encontrando en situaciones semejantes a la de este cuento. Situaciones que nos han golpeado con fuerza, dejándonos a merced del desconcierto, del sufrimiento, de la impotencia, de la rebeldía fente a lo que nos estaba sucediendo, que al igual que el rio nos ha ido engullendo; hasta el punto, que hemos tenido la sensación, incluso la certeza de que nos estábamos ahogando y casi a la deseperada hemos intentado solucionarlo por nosotros mismos, sin conseguir otra cosa, qeu hundirnos más y más incluso hasta llegar a la desesperación.

¿Has pensado que si alguna vez te encuentras en alguna situación asi, hay un Salvador que está esperando que le dejes actuar para salvarte?

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