San Francisco de Asís
Esta bella oración de San Francisco de Asis es conocida por varios nombres: Cántico de las Creaturas, Alabanzas de las Creaturas e Himno de la Hermana Muerte. Fue escrito en romance umbro (la tierra del santo) y se lo considera el primer poema en la lengua italiana. La fecha de su composición es la primavera de 1225. Francisco gravemente enfermo, se detiene en San Damián.
Desde hace 13 años Clara y sus Damas Pobres viven en este Convento. El Convento que él mismo, al inicio de su conversión, ha reconstruido con sus manos y donde el Crucifijo le habló. Una mañana entre abril y mayo Francisco dicta el “Cántico de las Creaturas”, celebrado como “el más bello trozo de poesía religiosa después de los Evangelios” y “la expresión más completa y lírica del alma y de la espiritualidad de Francisco”
La paz de nuestro Señor sea con todos nosotros:
Te invitamos a orar y junto con Francisco de Asis
cantemos a nuestro Creador
" EL CANTICO DE LAS CREATURAS "
"Altísimo, omnipotente, buen Señor,
tuyas son las alabanzas, la gloria, el honor y toda bendición.
A ti solo, Altísimo, corresponden,
y ningún hombre es digno de hacer de ti mención.
Alabado seas, mi Señor, con todas tus criaturas,
especialmente el hermano sol,
el cual es día, y por el cual nos alumbras.
Y él es bello y radiante con gran esplendor,
de ti, Altísimo, lleva significación.
Alabado seas, mi Señor, por la hermana luna y las estrellas,
en el cielo las has formado luminosas y preciosas y bellas.
Alabado seas, mi Señor, por el hermano viento,
y por el aire y el nublado y el sereno y todo tiempo,
por el cual a tus criaturas das sustento.
Alabado seas, mi Señor, por la hermana agua,
la cual es muy útil y humilde y preciosa y casta.
Alabado seas, mi Señor, por el hermano fuego,
por el cual alumbras la noche,
y él es bello y alegre y robusto y fuerte.
Alabado seas, mi Señor, por nuestra hermana la madre tierra,
la cual nos sustenta y gobierna,
y produce diversos frutos con coloridas flores y hierba.
Alabado seas, mi Señor, por aquellos que
perdonan por tu amor, y soportan enfermedad
y tribulación.
Bienaventurados aquellos que las soporten en paz,
porque por ti, Altísimo, coronados serán.
Alabado seas, mi Señor, por nuestra hermana la
muerte corporal, de la cual ningún hombre viviente
puede escapar.
¡Ay de aquellos que mueran en pecado mortal!:
bienaventurados aquellos a quienes encuentre en tu santísima
voluntad, porque la muerte segunda no les hará mal.
Alabad y bendecid a mi Señor, y dadle gracias
y servidle con gran humildad."
No hay comentarios:
Publicar un comentario