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jueves, 27 de octubre de 2011

Sacarse la máscara



Dicen que el mejor negocio es comprar a un hombre por lo que vale y venderlo por lo que dice que vale, y parece que es una gran verdad. Sin embargo nosotros como cristianos que somos no podemos caer en el mismo error. El principio de la humildad, es la justa valoración de uno mismo. Ni más, ni menos. Y saber reconocer que todo lo bueno que hay en nosotros es un don, que hemos recibido de Dios para ponerlo al servicio de los demás. Y todo por amor a El.
El problema son las máscaras. Qué pensarías de una persona que se pone una máscara cuando se va a mirar al espejo?? No hace falta pensar mucho para entender que no quiere verse, pues se cubre el rostro. Todos podemos caer en ese error.
Rechazar tu propio ser, aquello que eres verdaderamente no te ayuda. Es necesario sacarse la máscara y ver. Sólo conciéndote a tí mismo serás capaz de valorar todo lo bueno que hay en ti y corregir aquello que no está bien.
El tiempo de cuaresma es propicio para examinarnos, para mirarnos fijamente al espejo de nuestra conciencia. Es así como vamos a poder construir lo humano, lo espiritual, lo que Dios espera de cada uno. Así podremos agradecerle por todo lo hermoso que ha puesto en nostros y pedirle ayuda para cambiar lo feo.
Los problemas no se solucionan huyendo de ellos, sino enfrentándolos. Y todo es posible para el que tiene fe. Sácate la máscara y comienza hoy una nueva vida, una vida auténtica.
Hasta el Cielo.

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