| Guido (Guy) de Cortona, Beato | Sacerdote de la Primera Orden Franciscana (1190•1250)Su culto y misa fueron concedidos por Gregorio XIII en 1583.
Guido, compañero de San Francisco, nació en Cortona hacia el 1190, de la familia Vignotelli. Pasó su juventud adquiriendo una buena cultura que le permitió llegar a ser sacerdote, y dado a la oración, la mortificación y el trabajo en ayuda de los pobres.
En 1211 el Poverello de Asís fue huésped suyo. Comieron juntos y cuando tomaban el postre, le confió al Santo con gran sencillez su deseo de hacerse discípulo suyo. Preguntó qué debía hacer y la respuesta fue breve. Dar todo a los pobres, renunciando a todos los bienes terrenos. Guido no perdió tiempo. Siguió con tanta rapidez el consejo del Pobrecillo, que al otro día, arreglados todos sus asuntos, pudo recibir el hábito y ceñir la cuerda de la penitencia franciscana.
Cortona tuvo así en las afueras de los muros su conventillo de Hermanos Menores, del cual Guido fue el alma y guía. Fue sacerdote y hermano, sin faltar en nada a la humildad franciscana y a la perfecta modestia. El Santo de Asís lo quiso sinceramente y lo estimó como a pocos otros discípulos.
Pero quien lo amó particularmente fue el pueblo de Cortona, del cual el Beato fue un gran bienhechor. La devoción popular le atribuye clamorosos milagros, como el del agua convertida en vino, de la harina prodigiosamente multiplicada, de la curación de un paralítico y sobre todo el de volver a la vida a una muchacha caída en un pozo. Entre los milagros y las muchas buenas obras, la oración y la penitencia, las prácticas religiosas y el cuidado del convento transcurrió serena y luminosa la vida de Guido.
Con el Seráfico Padre se retiró por algún tiempo a un lugar solitario a un kilómetro de Cortona, llamado el conventico de Las Celdas, que se considera uno de los primeros construidos en la Orden, y cultivó más intensamente la vida de piedad y de mortificación. Más tarde visitó a San Francisco de Asís y obtuvo el permiso de la predicación, con la cual, como con sus milagros, recogió abundantes frutos de bien. Al volver Francisco a Cortona, fue nuevamente a donde él, y recibió del mismo un gran elogio delante de los cortoneses, que obtuvieron la seguridad de la poderosa intercesión que él siempre había ejercitado en su favor, predicción que no quedó sin cumplirse.
Un día el Patriarca de Asís, muerto hacía cerca de veinte años, se apareció al fraile cortonés anunciándole la hora de la recompensa. Cuando ésta llegó, pareció que Guido partiera para un viaje largamente ansiado, en compañía de la persona más amada: “He aquí a mi querido San Francisco, exclamó agonizando. Todos de pies! Vamos tras él”. A los 60 años de edad, voló su alma de la tierra al cielo en junio de 1250. Su cuerpo permaneció donde vivió y murió, en Cortona, que así vino a ser la ciudad del Beato Guido, antes de ser, unos decenios después, la ciudad de Santa Margarita, la mujer apasionada, después del hombre generoso y bienhechor.
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/ Rogamos, para pedir la intercesión del Beato Guido Vagnotelli, De Cortona (+1245)un noble de Toscana,quien, en una ocasión, recibió a san Francisco de Asís y su compañero con tal hospitalidad y cortesía, que, san Francisco, comentó que lo querría como a uno de sus hijos, y al tanto de tal amabilidad, también nosotros cultivemos este don de la hospitalidad y nos preocupemos solidariamente por quienes se hallan enfrentando en nuestro entorno situaciones de calle y nos movamos para ver como entreayudar a orientar a tales personas .
ResponderEliminar/ Oramos, para solicitar la intercesión del Beato Guido Vagnotelli, De Cortona, el cual en una ocasión que volvieron nuevamente a verse, san Francisco se retiró a orar para que Dios bendijera su camino y Guido lo vio desde un una ventana con los brazos en cruz y elevándose en el aire en ciertos momentos. quedando, Guido tan impresionado, que, le pidió a san Francisco ,que, le permitiera ser de los suyos, y, que al igual que el, busquemos ,relacionarnos con personas "espirituales" que enriquezcan nuestra interioridad en términos de eternidad y nos alejemos a tiempo de quienes se " disfrazan " de cristianos, católicos y creyentes, pero, por sus estilos de vida, viven alejados de la Voluntad de Dios, al evocar que el Mal, a través de tales nos termina salpicando a la larga ,con todo tipo de infestaciones , que, aprovechan los demonios para malencaminar nuestra vida, con el riesgo de concluir en consentir , legitimar y ser cómplices de dichos comportamientos, que, contradicen la Voluntad de Dios.
/ Imploramos, para impetrar la intercesión del Beato Guido Vagnotelli, De Cortona, sin olvidar ,que, en 1211, Guido ingresó a los franciscanos y vivió 30 años en una celda al borde de un arroyo próximo a Cortona, saliendo de vez en cuando para predicar el arrepentimiento de los pecados en las poblaciones vecinas,teniendo bien presente , que, si nos mueve la búsqueda de la verdad de quienes realmente somos y ¿cuanto? nos estamos preparando para nuestro tránsito" pascual" siendo honestos con uno mismo y cultivando la rectitud de intención, nos analicemos( sin " racionalizaciones" para justificar nuestra transgresiones ) a través de los 7 pecados, inclinaciones o tendencias capitales( al tanto, que mas de uno, que, evidentemente ignoran quienes son, a pesar de los años que cargan y tal vez a fin de año les toque enfrentar su " juicio" ,dan a entender" que, no saben de que confesarse"
enrique Cheli Pedraza
Instituto
Nuestra Señora de las Américas
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Argentina