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miércoles, 24 de agosto de 2011

Madre Domitila Huneeus Gana

Fundadora de la Misioneras Betania
Fundadora chilena en proceso de beatificación




Funda, inspirada por el Padre Crawley, las Misioneras Betania, Congregación Religiosa destinada especialmente a dar a conocer el Corazón de Jesús y a trabajar por el establecimiento de su Reinado.

La Madre Domitila Huneeus Gana, nació el 4 de Junio de 1874, que aquel año coincidió con la fiesta del Corpus Christi, en el seno de una numerosa y distinguida familia de Santiago de Chile, siendo la séptima de los once hijos que tuvo el matrimonio. Educada en el Colegio que las Religiosas del Sagrado Corazón acababan de abrir en Santiago, se distinguió por su aplicación, mostrando un gran amor al estudio que le resultaba fácil por el excepcional talento de que había sido dotada. Además aprendió con entusiasmo piano, idiomas y pintura.

En el colegio y en su propio hogar aprendió desde niña a conocer y amar al Corazón de Jesús y con su alma delicada y vibrante se entregó a Él desde jovencita.

Tenía 14 años cuando murió su padre al que quería mucho. Desde entonces su vida se orientó completamente hacia Dios y no tenía otro deseo que el de consagrarse a Él por completo. Pero su mamá se le oponía.

En espera de poder realizar su vocación se dedicó a las obras de caridad. Con dos de sus hermanas fundó la obra de las “OLLAS INFANTILES” para las Escuelas Católicas de Santo Tomás de Aquino para niños pobres. ¡Cuántas penas y humillaciones le costó!, pero el éxito fue grande, y logró dejar establecida esta obra en 17 escuelas.

Por el año 1910 estuvo en Santiago de Chile el P. Mateo Crawley, SS.CC. trabajando en la Obra de la Entronización del Corazón de Jesús en los hogares, siendo de los primeros hogares consagrados el de la familia Huneeus Gana. Este Padre, que fue su director espiritual durante varios años, tuvo la inspiración de fundar una Congregación Religiosa destinada especialmente a dar a conocer el Corazón de Jesús y a trabajar por el establecimiento de su Reinado. Varias veces le habló a ella de este proyecto diciéndole que era la escogida por Dios para realizarlo.

En el año 1917, desde París, le escribió el P. Mateo para realizar dicha fundación, pero no pudo corresponder por haberse quedado sola con su mamá enferma. Tres años después murió su mamá. El 16 de Enero de 1921 el Papa Benedicto XV la recibió en audiencia y alentó y bendijo el proyecto de fundación.

En una humilde casita de Santiago de Chile se inició la Fundación de Betania, celebrándose la primera Misa el 8 de Septiembre de 1922.

La Madre Domitila se distinguió por un gran espíritu de oración y un amor delicadísimo al Corazón de Jesús. Alma recta y sencilla, sumamente veraz, cumplía sin rodeos ni debilidades lo que creía ser la voluntad de Dios, distinguiéndose por su completo abandono al divino querer.

Después de casi cinco años de invalidez, por la que renunció al cargo de Superiora General, víctima de grandes dolores, murió el 9 de Octubre de 1955 en Barcelona, con la paz serena que reflejan las palabras dichas a una Hermana que le preguntaba si no temía a la muerte: “No, ¿por qué he de temer el encontrarme con el Corazón de Jesús si le he amado siempre?”.

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