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jueves, 28 de julio de 2011

La depresión





Últimamente, Lindsay se ha estado sintiendo extraña. Sus amigas también lo han notado. Kia se sorprendió cuando Lindsay rechazó su invitación a ir de compras el sábado pasado (siempre le ha gustado ir de compras). En realidad, no había razón para no ir, pero Lindsay simplemente no tenía ganas. En lugar de ir, pasó gran parte del sábado durmiendo.

Pero quedarse en su casa más de lo habitual no es el único cambio en Lindsay. Siempre fue muy buena estudiante, pero en los últimos meses sus notas han bajado de manera notoria y tiene problemas para concentrarse. Incluso ha desaprobado algunos exámenes y aún no ha entregado un ejercicio que debía entregar la semana pasada.

Cuando regresa a su hogar para la cena, después de entrenar, no tiene hambre. Si bien hace el esfuerzo de comer un poco con su familia, no tiene demasiado apetito (y nada pareciera tener tan buen sabor como solía tener). Después de la cena, Lindsay va a su habitación, hace algunas tareas y se acuesta. Ni siquiera tiene ánimo para hablar por teléfono con sus amigas.

Cuando su madre le pregunta qué le pasa, Lindsay siente ganas de llorar pero no sabe por qué. Todo parece estar mal, aunque no ha ocurrido nada malo en particular. Lindsay simplemente se siente triste todo el tiempo y no se puede liberar de ese sentimiento. Lindsay quizá no sea consciente de esto todavía, pero está deprimida.

La depresión es algo muy habitual y afecta a uno de cada ocho adolescentes. La depresión afecta a personas de todos los colores, razas, posición económica y edad; sin embargo, pareciera afectar a más mujeres que hombres durante la adolescencia y la edad adulta.

¿Cómo reaccionan las personas frente a alguien que está deprimido?

A veces, los amigos o familiares pueden advertir que una persona está deprimida. Pueden responder con amor, amabilidad o apoyo, con la esperanza de que la tristeza pase pronto. Pueden ofrecerse para escuchar si es que la persona desea hablar (aunque las personas deprimidas no suelen tener ganas de hablar o no encuentran las palabras para describir qué es lo que les ocurre). Si el sentimiento de depresión no desaparece al poco tiempo, los amigos o las personas queridas pueden animar a la persona a que busque la ayuda de un médico o de un profesional de la salud mental.

Pero no todas las personas perciben la depresión cuando alguien a quien conocen la está sufriendo. Y algunas personas tienen ideas equivocadas de lo que significa estar deprimido. Quienes no comprenden pueden reaccionar frente a la poca energía de la persona deprimida con críticas, regaños por su actitud de dejadez o por no intentar. Algunos creen erróneamente que la depresión no es más que una actitud que la persona puede cambiar o un estado de ánimo del que se puede salir. No es tan sencillo.

Muchas personas simplemente no se dan cuenta de que la depresión puede provocar muchos problemas o mucho dolor. Algunas veces, incluso las personas deprimidas no se toman su enfermedad con la debida seriedad. Algunas personas tienen la errada creencia de que la depresión proviene de la debilidad o que es una falla del carácter. Este mito lleva a algunos a ocultar su depresión. Como sienten vergüenza, pueden llegar a evitar buscar ayuda.

En algunas ocasiones, cuando la depresión provoca síntomas físicos, una persona puede ver a su médico y sentirse aliviada si el examen físico resulta normal. De vez en cuando, hasta un médico bien intencionado puede llegar a menospreciar o incluso subestimar la depresión de una persona y llegar a la conclusión de que nada anda mal cuando los resultados de los exámenes médicos son normales.

¿Por qué se deprimen las personas?

La depresión no tiene una única causa. Son muchos los factores que desempeñan un papel, incluidos la genética, el entorno, el estado de salud, los sucesos de la vida y determinados patrones de pensamiento que afectan las reacciones de las personas frente a los acontecimientos.

Las investigaciones han revelado que la depresión es hereditaria y sugieren que algunas personas heredan genes que los hacen más propensos a la depresión. Pero no toda persona que tiene propensión genética a la depresión se deprime. Y muchas otras que no tienen una historia familiar ligada a la depresión sí la sufren. Por lo tanto, si bien los genes son un factor, no constituyen la única causa de la depresión.

Los acontecimientos de la vida (por ejemplo, la muerte de un familiar cercano o de un amigo) pueden ir más allá del dolor normal y, a veces, llevar a la depresión.

La familia y el entorno social también desempeñan un papel. En algunos adolescentes, una atmósfera familiar negativa, estresante o infeliz puede afectar su autoestima y llevarlos a la depresión.

Condiciones sociales como la pobreza, la falta de hogar y la violencia en la comunidad pueden aumentar las posibilidades de que las personas se depriman.

En algunos adolescentes, los problemas de aprendizaje no diagnosticados pueden impedir un buen desempeño escolar, los cambios hormonales pueden afectar su estado de ánimo, o los problemas de salud pueden resultar un desafío o un revés. Con o sin los genes para la depresión, cualquiera de estos elementos puede preparar el contexto para que una persona se deprima.

El abuso de sustancias adictivas puede provocar cambios químicos en el cerebro que quizás afecten el ánimo (se sabe que el alcohol y algunas drogas tienen efectos depresivos). Las consecuencias negativas, tanto sociales como personales, del abuso de sustancias adictivas también pueden derivar en una profunda desdicha y depresión.

Algunas enfermedades pueden afectar el equilibrio hormonal y, por lo tanto, influir en el estado de ánimo. Algunas afecciones, como el hipotiroidismo, generan un estado anímico depresivo en algunas personas. Cuando estas afecciones son diagnosticadas y tratadas por un médico, la depresión suele desaparecer.

¿Qué ocurre en el cerebro cuando alguien se deprime?

En la depresión, está involucrada la delicada química del cerebro: específicamente, están involucradas unas sustancias químicas llamadas neurotransmisores. Estas sustancias químicas contribuyen a la transmisión de mensajes entre las células nerviosas del cerebro.

Algunos neurotransmisores regulan el estado de ánimo. Cuando no están disponibles en las cantidades necesarias, el resultado puede ser la depresión.

La respuesta del cerebro a los acontecimientos estresantes como los mencionados más arriba puede alterar el equilibrio de los neurotransmisores y provocar una depresión.

Algunas veces, una persona puede experimentar una depresión sin poder identificar ningún acontecimiento triste o estresante responsable de ello. Las personas con una predisposición genética a la depresión pueden ser más propensas al desequilibrio en la actividad de los neurotransmisores que forma parte de la depresión.

Los medicamentos que se utilizan para tratar la depresión actúan ayudando a restablecer el equilibrio adecuado de los neurotransmisores.

Tipos de depresión

En algunas personas, la depresión puede ser intensa y manifestarse en forma de ataques que duran semanas. Para otras, la depresión puede ser menos severa, pero persistir de manera no aguda durante años.

Los médicos que tratan la depresión hacen una distinción entre estas dos formas: la más severa y de menor duración se diagnostica como depresión mayor, y la de mayor duración pero menos severa, como distimia.

Una tercera forma de depresión que puede llegar a diagnosticarse es el trastorno adaptativo con ánimo depresivo. Alude a una reacción depresiva ante un acontecimiento específico de la vida (como una muerte, un divorcio u otra pérdida), cuando la adaptación a la pérdida toma más tiempo del que normalmente se espera o cuando es más severa de lo esperado e interfiere en las actividades diarias de la persona.

El trastorno bipolar (a veces, también denominado "enfermedad maníaco depresiva") es otra afección depresiva que involucra períodos de depresión mayor combinados con períodos de manía. Manía es el término utilizado para describir un ánimo exaltado y explosiones exageradas de energía y actividad poco usuales.

¿Cuáles son los síntomas de la depresión?

Éstos son algunos de los síntomas que las personas manifiestan cuando están deprimidas:

  • estado de ánimo deprimido o tristeza la mayor parte del tiempo (para lo que no parecería haber motivos)
  • falta de energía y sensación de cansancio permanente
  • incapacidad para disfrutar de cosas que antes provocaban placer
  • desinterés por estar con amigos y familiares
  • irritabilidad, enojo o ansiedad
  • incapacidad para concentrarse
  • pérdida o aumento considerable de peso
  • cambios considerables en los patrones de sueño (incapacidad para dormirse, permanecer despierto o levantarse por la mañana)
  • sentimientos de culpa o de inutilidad
  • achaques (aunque físicamente todo esté bien)
  • pesimismo e indiferencia (no darle importancia a nada ni en el presente ni a futuro)
  • pensamientos de muerte o suicidio

Cuando alguien tiene cinco o más de estos síntomas la mayor parte del tiempo durante dos o más semanas, esa persona probablemente está deprimida. A veces, las personas atraviesan ataques en los que estos síntomas son realmente intensos; otras veces, estos mismos sentimientos pueden estar presentes a una menor escala todo el tiempo durante años. Algunas personas sólo tienen un episodio depresivo, o pueden llegar a tener más de uno después de haberse sentido mejor por un tiempo. Cuando una persona tuvo más de un ataque de depresión severa, un médico le diagnosticará un trastorno depresivo mayor.

Los adolescentes que están deprimidos también pueden manifestar otras señales de advertencia o síntomas. Pueden aumentar sus problemas escolares debido a inasistencias, falta de interés o motivación, o concentración deficiente y baja energía mental a causa de la depresión. Algunos adolescentes directamente abandonan la escuela, ya que suponen que van a fracasar a causa de sus problemas.

Para los adolescentes deprimidos que ya de por sí son autocríticos y sufren de baja autoestima, un fracaso escolar puede llegar a ser algo intolerable. Quizá no se den cuenta de que la depresión les está causando problemas de concentración y sus pensamientos negativos probablemente los están llevando a suponer erróneamente que son tontos. También puede llegar a expresar sus sentimientos de ira o indiferencia bebiendo o consumiendo drogas.

Algunos adolescentes con depresión también tienen otros problemas que pueden intensificar sus sentimientos de inutilidad o sufrimiento. Los adolescentes que se cortan a sí mismos, los que tienen marcados sentimientos de fealdad y los que sufren trastornos de la alimentación pueden llegar a estar sufriendo una depresión no reconocida que requiere atención.

Toda persona tiene fluctuaciones del estado anímico y la tristeza ocasional es una emoción normal. Las tensiones normales de la vida pueden llevar a los adolescentes a sentirse tristes de vez en cuando. Eventos como una discusión con un amigo, una separación, un mal resultado en un examen, no ser elegidos en un deporte, la mudanza de un amigo fuera de la ciudad o la muerte de un ser querido pueden derivar en sentimientos de tristeza, dolor, desilusión o aflicción. Estas reacciones suelen ser breves y desaparecen con el tiempo y el afecto.

En cambio, la depresión es algo más que sentirse melancólico, triste o de mal humor de tanto en tanto. La depresión es un estado de ánimo intenso que involucra tristeza, desánimo, desesperanza o desesperación; que dura semanas, meses o incluso más, y que afecta la capacidad de la persona de realizar sus actividades habituales.

La depresión afecta los pensamientos, la perspectiva y el comportamiento de la persona, así como su estado de ánimo. Además del sentimiento de depresión, la persona deprimida también puede sufrir otros síntomas, como cansancio, irritabilidad y cambios en el apetito.

Cuando una persona sufre de depresión, el mundo parece sombrío, y los pensamientos de esa persona reflejan la desesperación y el desamparo que siente. Las personas con depresión tienden a manifestar pensamientos negativos y autocríticos. Algunas veces, más allá de su valor real, las personas con depresión pueden sentirse inútiles y no queridas.

La depresión puede nublarlo todo y hacer que hasta los pequeños problemas parezcan abrumadores. Las personas deprimidas son incapaces de ver un futuro brillante y se sienten sin fuerzas para cambiar las cosas para mejor. Pueden sentir deseos de darse por vencidos. Pueden llorar por cosas sin importancia o incluso sin ninguna razón.

A causa de sus profundos sentimientos de tristeza y de su poca energía, las personas con depresión a veces se alejan de las personas que los rodean o de las actividades que alguna vez disfrutaron. Esto sólo hace que se sientan más solos y aislados, lo cual empeora la depresión.

La depresión puede ser leve o severa. En el peor de los casos, la depresión puede generar sentimientos de desesperación tan profundos que la persona piensa en el suicidio.

La depresión también puede provocar síntomas físicos. Cuando están deprimidas, algunas personas sienten malestar estomacal, falta de apetito, aumento o pérdida de peso, dolores de cabeza y problemas para dormir.

Conseguir ayuda

La depresión es uno de los problemas emocionales más habituales. La buena noticia es que también es una de las afecciones más curables. Hay profesionales que pueden ayudar. De hecho, aproximadamente el 80% de las personas que reciben ayuda por su depresión tienen una mejor calidad de vida: se desenvuelven mejor y disfrutan de una manera que antes les resultaba imposible.

El tratamiento de la depresión puede incluir psicoterapia, medicación o una combinación de ambas.

La psicoterapia con un profesional de la salud mental es muy efectiva a la hora de tratar la depresión. Las sesiones de terapia ayudan a las personas a comprender la depresión y qué es lo que pueden hacer al respecto.

Algunas veces, a la persona con depresión se le pueden recetar medicamentos. Cuando un médico recete un medicamento, controlará cuidadosamente que la persona tome la dosis adecuada. El médico adaptará la dosis según sea necesario. Los medicamentos pueden tardar algunas semanas en hacer efecto. Debido a que el cerebro de cada persona es diferente, lo que funciona para una persona puede no ser bueno para otra.

Las personas con depresión no deben esperar con la esperanza de que todo pase por sí solo, porque la depresión puede ser tratada con muy buenos resultados. Los amigos u otras personas deben intervenir si alguien parece estar sufriendo una depresión severa y no está recibiendo ayuda. Muchos adolescentes sienten que sincerarse con sus padres u otros adultos con los que tienen confianza puede ayudar. Decir sencillamente "He estado sintiéndome realmente mal este último tiempo y creo que estoy deprimido" puede ser una buena manera de iniciar el diálogo. Pídele a tu padre que concierte una entrevista con un terapeuta.

Quienes se encuentran muy deprimidos y quizás estén pensando en herirse a sí mismos o en el suicidio deben recibir ayuda cuanto antes. Cuando la depresión es tan severa, se trata de una verdadera emergencia médica y debe notificarse a un adulto. La mayoría de las comunidades tienen líneas telefónicas de asistencia al suicida en que las personas pueden obtener guía y apoyo en una emergencia.

Si bien es importante brindarle apoyo a un amigo o una amiga, intentar levantarle el ánimo o razonar con él o ella, es probable que eso no funcione a la hora de ayudar a que los sentimientos suicidas o la depresión desaparezcan. La depresión puede llegar a ser tan fuerte que supere la capacidad de la persona de hacer uso de la razón. Aun si tu amigo te ha pedido que prometas no contárselo a nadie, ésta es una situación en la que contarlo puede salvar una vida. Lo más importante que puede hacer una persona con depresión es obtener el tratamiento adecuado.

La depresión (y el sufrimiento que acompaña a la depresión) es real. La depresión no implica que la persona esté "loca". Así como algo puede funcionar mal en otros órganos del cuerpo, también puede funcionar mal en el órgano más importante de todos: el cerebro. Afortunadamente, la mayoría de los adolescentes que obtienen ayuda para su depresión logran llevar adelante una adolescencia y una adultez feliz y satisfactoria; lo que más importante, pueden disfrutar de la vida y sentirse mejor con respecto a sí mismos.

Depresion endogena:

La depresion endogena representa una forma particular de trastorno depresivo, con alteraciones de pensamiento, emocionales y motoras específicas. Es considerada como un subtipo de depresión mayor, y se suele tratar como una depresión grave. \

Recibe también los nombres de "melancolía" o "depresión autónoma" entre otros.

La Mujer melancólica es incapaz de adecuar sus reacciones emocionales a las situaciones ambientales durante la enfermedad, es decir, tiene suprimida su capacidad de reacción emocional, no le importa nada de lo que pasa alrededor de ella.

La tristeza endógena no es modificable voluntariamente, a pesar de los esfuerzos de la Mujer. Se experimentan sentimientos de inhibición e incapacidad para enfrentar el futuro, desconexión del medio, incapacidad para realizar cualquier esfuerzo, falta de esperanza, y sensación de extrañeza frente al propio estado.

El mayor peligro de la depresión es el deseo de quitarse la vida.
En los países industrializados es la principal causa de suicidio.


Frecuencia:

Si bien en la depresión endógena suelen tenerse en cuenta los antecedentes familiares, se ha comprobado de modo estadístico que una de cada cuatro mujeres, sufre un decaimiento grave en algún momento de su vida que necesita asistencia médica.

Algunas etapas de la vida, como pueden ser el final de la adolescencia, la menopausia femenina, la entrada en la madurez, la jubilación y en los años inmediatos a ésta, existe una mayor propensión a deprimirse.

Síntomas de la depresion endogena:

La mujer que padece una enfermedad de tipo depresivo, además de sentir una melancolía insuperable, presenta otras manifestaciones, tanto físicas como psíquicas, tales como la pérdida de energía y del apetito, tanto sexual como alimentario, insomnio y, en algunos casos, indigestiones, estreñimiento y dolores de cabeza.

El primer síntoma de una depresion endogena, y el más característico, es una apatía general -nada le importa ni le interesa-. Esta se percibe tanto en el trabajo como en la vida familiar y el ocio, e incluso se puede extender al cuidado personal e higiene.

Esto es, la mujer melancólica, ni se baña.

Quienes padecen depresión corren el riesgo de sufrir trastornos psicológicos graves, cuyos síntomas pueden ser una disminución de la capacidad de concentración, percepción negativa del medio exterior, sentimientos de culpabilidad y autodesprecio, delirios persecutorios, o alucinaciones y pensamientos de muerte o suicidio.

En ocasiones el síntoma más evidente de la depresión es la ansiedad aguda, que genera inquietud y agitación; la intensidad de estos síntomas varía a menudo, según la hora del día.

Por lo general, La Mujer que sufre una depresión endógena se despierta temprano, con aspecto triste o abatido, que suele disminuir o desaparecer a medida que avanza el día.

Como dicen los doctores: "nomas con verte me dan ganas de llorar".

Cuando la depresión persiste durante mucho tiempo La Mujer adopta una actividad de retraimiento y suele pasar mucho tiempo tumbada en la cama.

Los siguientes se consideran síntomas melancólicos:

  • Pérdida del placer en todas o casi todas las actividades
  • Falta de reactividad a los estímulos habitualmente placenteros: no se siente mejor, ni siquiera temporalmente, cuando sucede algo bueno
  • Una cualidad distintiva del estado de ánimo: se experimenta de forma distinta de otros estados de tristeza
  • La depresión es habitualmente peor por la mañana: Se levantan muy temprano, al menos dos horas antes de la hora habitual de despertarse
  • Enlentecimiento, La Mujer se mueve como en camara lenta
  • Pérdida significativa de apetito o de peso;
  • Culpabilidad excesiva o inapropiada
  • Se siente una Melancolia unsuperable que domina a todos los demas estados de ánimo

Tratamiento:

Las Mujeres que sufren de depresión y no han podido recuperarse, es principalmente debido a que sus familiares y amigos no supieron interpretar los síntomas.

Las amenazas de suicidio siempre se deben tomar en serio y deben ser consideradas como un caso de emergencia, aún cuando hayan existido con anterioridad y se sospeche que el enfermo sólo desea llamar la atención.

La clase y la gravedad de los síntomas determinan el tratamiento médico, que se basa en una combinación de psicoterapia y de medicamentos, como antidepresivos y estimulantes.

Estos últimos se utilizan en casos leves, mientras que los antidepresivos, que son los más prescritos por los médicos, se aplican en el tratamiento de las depresiones más graves.

Si la depresión se presenta acompañada de ansiedad se recomienda el uso de tranquilizantes.

Si hay riesgo de suicidio el médico puede aconsejar el ingreso de la persona que padece depresion endogena en un hospital, ya que allí se puede controlar mejor, vigilar la intensidad de los síntomas y observar los resultados de la medicación y la psicoterapia aplicadas.

A pesar de que la depresion endogena suele ser repetitiva, los enfermos casi siempre responden bien a los tratamientos.

Hay Mujeres que desarrollan una dependencia física a los medicamentos aplicados y para otras es una costumbre, de modo que dependen de las píldoras. En las dos formas es conveniente la ayuda médica.

Depresión Exsogena:

La depresión nerviosa exógena se caracteriza por sentir una gran tristeza, apatía, cansancio, desinterés por todo, sensación de que nada vale la pena.

Causas de la depresión nerviosa exógena

    Hay unos factores externos que de una forma u otra nos hacen estar depresivos, la depresión nerviosa exógena puede ser causada por factores muy diversos:
  • Hechos concretos como problemas emocionales, de trabajo, familiares, etc.
  • El exceso de Estrés y la falta de ejercicio físico impiden que nuestro cuerpo tenga los niveles adecuado de Endorfinas.
  • Hongos, parásitos y virus pueden producirnos estados de fatiga física y mental que pueden producir un estado parecido a la depresión.
  • Algunos medicamentos muy agresivos pueden generan depresión (ya suele indicarlo en el prospecto o papel que le acompaña)
  • El estado de intoxicación continuo de nuestro cuerpo por el tabaco, el alcohol, el exceso de cafeína, y el abuso de drogas etc. favorecen los estados de ánimos fluctuantes. Así después de la subida o momentos de excitación nos viene el "bajón". Si seguimos así llega un momento que los bajones son cada vez mayores y más largos.

Interpretación emocional de la depresión nerviosa exógena

Hay un conflicto entre como somos y como nos gustaría ser. Como son las cosas o las personas y como nos gustaría que fuesen. Nos dejamos llevar en un "no hacer". Quisiéramos no levantarnos de la cama por temor a enfrentarnos a nosotros mismos.

Emoción positiva para la depresión nerviosa exógena

Hay que aceptar lo que nos ocurra... aunque sea de momento (luego ya intentaremos transformarlo o cambiar nuestra visión sobre lo acontecido)
"Ahora estoy pasando por un túnel y evidentemente lo veo todo oscuro pero al otro lado volveré a ver la luz".
"Esto sólo es una prueba de la cual saldré más fuerte".

Fitoterapia para la depresión nerviosa exógena

El Hipérico o Hierba de San Juan es una de las plantas más eficaces (no combinarla con medicamentos para el sistema nervioso ni tomarla en verano si hemos de tomar el sol varias horas) La Melisa y la Valeriana también son muy recomendables cuando además hay insomnio.

Plantas como el Ginseng o el Eleuterococo son adecuadas cuando hay asociado un gran agotamiento.

Nutrición para la depresión nerviosa exógena

En los casos depresión nerviosa exógena la persona no tiene sensación de apetito y pasa las horas sin comer nada. Lo más importante es comer poquitas cantidades de comida cinco veces al día.
Intentemos evitar los alimentos refinados y el exceso de azúcar.
Es mejor no comer con la televisión puesta, sobretodo cuando ponen noticias ya que suelen ser siempre negativas.

Los platos deben tener colores, sabores y texturas diferentes ya que eso estimula el apetito.
El sabor picante potencia el Pulmón que es el órgano que sufre más la tristeza.
Evitar el tabaco, alcohol, cafeína y otras drogas.

Esencias florales o flores de Bach para la depresión nerviosa exógena

Las Esencias Florales o Flores de E. Bach trabajan sobre los estados emocionales y en este tipo de depresión nerviosa exógena pueden ser muy eficaces.

El especialista aconsejará que esencia es la más adecuada, dependiendo de las características de cada paciente.

A nivel externo para la depresión nerviosa exógena

El masaje, el Shiat-su o cualquier técnica donde entre el contacto físico suele ser muy beneficioso ya que nos hace sentir mucho mejor. Estamos en un mundo donde las personas cada vez se tocan y abrazan menos, aunque sea entre familiares y amigos.

Otros consejos para la depresión nerviosa exógena

  • Evitar vestir de negro o colores muy apagados ya que nos "bajan más la energía".
  • El ejercicio físico o simplemente pasear siempre nos ayudan a salir del "agujero".
  • El baile es cada vez más recomendado por médicos y terapeutas como terapia para la depresión nerviosa exógena.
  • Cantar (aunque de entrada no nos apetezca) también es una buena terapia.
  • Lecturas sobre crecimiento personal o que sean divertidas.
  • La risa es un buen "medicamento" ya que nos hace liberar muchas endorfinas.
  • Buscar la compañía de aquellos familiares o amigos que asociamos con positividad.
  • La psicoterapia o cualquier técnica psicológica que nos ayude a ser conscientes de nuestro problema y luego a cambiar nuestra forma de encararlo es una ayuda imprescindible.
  • No hay que tomar nunca a la vez medicamentos y plantas medicinales o altas dosis de vitaminas o minerales, sin consultar con el médico o especialista ya que puede haber incompatibilidades y efectos secundarios.
En todos los casos le recomendamos consultar con su médico, terapeuta u otro profesional de la salud competente. La información contenida en este artículo tiene una función meramente informativa.

Depresión severa:

¿Qué es la depresión severa?

La depresión severa es una seria enfermedad cuyos síntomas incluyen humor deprimido, disminución en el nivel de energía y en el interés por la vida, molestias físicas, cambios en los patrones de alimentación y sueño, y pensamiento y movimientos ya sea lentos o agitados. La depresión severa no es una tristeza pasajera. Si no se obtiene tratamiento, los síntomas pueden durar semanas, meses o años, sin embargo, un tratamiento adecuado puede ayudar a la mayoría de las personas que sufren de depresión.

La depresión severa es una enfermedad seria que afecta anualmente a 9.9 millones de adultos en Estados Unidos, el equivalente a aproximadamente el 5% de la población. La depresión severa causa más casos de incapacidad en Estados Unidos que cualquier otra enfermedad. Comparado con el número de casos anuales de trastornos depresivos que se presentan en los hombres (3.2 millones), más del doble (6.7 millones) se presentan en mujeres.

A diferencia de los sentimientos normales y pasajeros de tristeza, pérdida y duelo, la depresión severa continúa y causa serios problemas de pensamiento, comportamiento, estado anímico, actividades y salud en la persona.

Con frecuencia, la depresión severa comienza entre los 15 y 30 años de edad, pero también puede presentarse en niños y ancianos. Todas las personas, independientemente de su edad, grupo étnico o económico, pueden sufrir de depresión. Más de la mitad de las personas que sufren un episodio de depresión seguirán teniendo episodios hasta una o dos veces al año si no reciben tratamiento. Sin tratamiento, una persona con depresión puede llegar al suicidio.

La depresión severa, conocida también como depresión clínica o depresión unipolar, es solamente un tipo de trastorno depresivo. Otros trastornos depresivos incluyen la distimia (una modalidad crónica pero menos severa que la depresión clínica) y el trastorno bipolar (o maniacodepresión). Las personas que sufren de trastorno bipolar, por lo general sufren de episodios alternados de depresión y manía. Durante los períodos de manía, las personas se encuentran en un estado anímico de "exaltación" anormal o se sienten inusualmente irritables. Estas personas podrían tener una opinión de ellas mismas o de sus habilidades extremadamente buena aunque poco realista; puede haber también un aumento marcado de energía, pensamientos furtivos y habla muy rápida.

¿Cuáles son los síntomas de la depresión severa?

El comienzo del primer episodio de depresión severa podría no ser obvio si es gradual o leve, pero la persona por lo general comienza a comportarse y a pensar de una manera muy diferente a lo usual. Frecuentemente los síntomas incluyen:

· ánimo muy triste o irritable que no mejora

· cambios muy notables en el patrón de sueño, apetito y energía

· dificultad para pensar, concentrarse y recordar

· movimientos físicos lentos o agitación poco usual

· falta de interés o placer en las actividades que disfrutaba generalmente

· sentimiento de culpa, de no valer nada, de desesperanza y de un gran vacío

· ideas repetidas sobre el suicidio o la muerte

· malestares físicos constantes que no responden al tratamiento, por ejemplo, dolor de cabeza, molestias digestivas y dolor crónico

Cuando se presentan varios síntomas de depresión que duran más de dos semanas y causan problemas para llevar a cabo las actividades diarias, la persona necesita tratamiento profesional.

¿Qué causa la depresión severa?

No existe una sola causa de la depresión severa. Lo más probable es que tanto factores psicológicos y biológicos como ambientales tengan que ver con la causa de este trastorno. Los científicos han descubierto que la depresión severa es un trastorno biológico del cerebro, y los estudios que se han realizado muestran que las personas deprimidas podrían tener algún problema con las sustancias químicas en el cerebro.

La norepinefrina, la serotonina y la dopamina son tres sustancias químicas que se encuentran en el cerebro (se les llama neurotransmisores) que permiten que las neuronas o células cerebrales se comuniquen entre sí. Los científicos creen que estas sustancias podrían tener algo que ver con la depresión severa. Si hay muy poca cantidad de estas sustancias necesarias para el cerebro, se podría presentar la depresión clínica. Los medicamentos antidepresivos son de utilidad porque producen mayores cantidades de la sustancia química necesaria o bien, hacen que esas sustancias funciones con más eficacia.

Los científicos también han descubierto que los genes podrían predisponer a una persona más que a otra a que sufra depresión severa. Cuando la persona tiene familiares que sufren de esta enfermedad, corre un riesgo mayor de también sufrir de depresión. No todas las personas que tienen o han tenido familiares con depresión van a sufrirla, pero algunas personas tienen cierta predisposición biológica que las hace más vulnerables a la depresión.

A veces, las circunstancias de la vida de una persona, por ejemplo, la muerte de un ser querido, una pérdida o un cambio fuerte, el estrés crónico o el abuso de las drogas o el alcohol podría desencadenar la depresión, y también se sabe que hasta algunas enfermedades o medicamentos la pueden causar. No obstante, la depresión puede presentarse sin que haya ninguno de estos factores en la vida de la persona y aunque no haya ninguna crisis o enfermedad física.

¿Cuál es el tratamiento para la depresión severa?

Aunque la depresión severa puede ser una enfermedad devastadora, por lo general responde muy bien al tratamiento. Entre el 80 y 90 por ciento de las personas con depresión severa pueden mejorar mucho, reanudar sus actividades diarias normales y sentirse bien si siguen un buen tratamiento. Hay muchos tratamientos disponibles, pero el más adecuado depende de la persona y de la severidad de la enfermedad.

Existen tres tratamientos básicos para la depresión: los medicamentos, la psicoterapia y la terapia electroconvulsiva (ECT, siglas en inglés). A veces, cada una de estas se utiliza por separado y a veces se combinan según lo que sea mejor para cada persona.

· Medicamentos. Los problemas con las sustancias químicas del cerebro que llamamos neurotransmisores (como la serotonina, la dopamina y la norepinefrina) se pueden corregir tomando antidepresivos. La mayoría de las veces se recetan los cuatro grupos de antidepresivos siguientes para combatir la depresión:

o Antidepresivos tricíclicos (TCAs) se usan mucho en casos de depresión severa. Los TCAs mejoran el estado de ánimo y el comportamiento pero por lo general, se necesitan de tres a cuatro semanas para que comiencen a surtir efecto y la persona comience a responder. Estos medicamentos incluyen amitriptilina (Amititril, Elavil), desipramina (Pertofrane, Norpramine), doxepina (Sinequan), imipramina (Antipress, Imavate, Tofranil), nortriptilina (Aventyl, Pamelor) y protriptilina (Vivactyl).

  • >Inhibidores de la monoaminooxidasa (IMAO) con frecuencia son eficaces en personas que no responden a otros medicamentos para la depresión o que tienen depresiones "atípicas" con un alto grado de ansiedad, que pasan mucho tiempo durmiendo, y que tienen características de irritabilidad, hipocondría (se imaginan que tienen una enfermedad física) o fobia (miedo extremo que no es realista). Estos medicamentos incluyen fenelzina (Nardil) y sulfato de tranilcipromina (Parnate).
  • o Inhibidores selectivos de la reabsorción de la serotonina (SSRIs) afectan al neurotransmisor llamado serotonina. En general, los SSRIs producen menos efectos secundarios que los TCAs y los IMAO. Estos medicamentos incluyen la fluoxetina (Prozac), sertralina (Zoloft) y paroxetina (Paxil).

    o Inhibidores de la reabsorción de serotonina y norepinefrina (SNRIs) representan un tratamiento útil como primera opción o si otros medicamentos no han surtido un buen efecto. En general, los SNRIs producen menos efectos secundarios que los TCAs y los IMAO. Los SNRI más conocidos son la venlafaxina (Effexor).

    o Bupropion (Wellbutrin) es un antidepresivo más reciente que afecta los neurotransmisores dopamina y norepinefrina. En general, el bupropion produce menos efectos secundarios que los TCAs y los IMAO.

    o Las personas que sufren de depresión severa y sus familiares deben tener mucho cuidado cuando se comienza el tratamiento porque se recuperan los niveles de energía y la capacidad de actuar antes de que mejore el estado anímico. Este es el momento en el que a una persona deprimida se le facilita tomar decisiones - pero sigue deprimida -- y el riesgo de suicidio es muy alto.

    · Psicoterapia. Existen varios tipos de psicoterapia muy útiles para los casos de depresión, por ejemplo la terapia cognitiva/del comportamiento (CBT) y la terapia interpersonal (IPT). Los casos leves o moderados de depresión se pueden tratar con mucho éxito con cualquiera de estas terapias individualmente, pero en los casos de depresión severa, la persona tiene más probabilidades de responder mejor a una combinación de psicoterapia y medicamentos.

    o Terapia cognitiva/del comportamiento (CBT) ayuda a cambiar los pensamientos y el comportamiento negativos que se observan con la depresión. Enseña a las personas a cambiar los comportamientos que contribuyen a su enfermedad.

    o Terapia interpersonal (IPT) se concentra en mejorar las relaciones personales que pueden empeorar la depresión.

    · Terapia electroconvulsiva (ECT) es un tratamiento altamente eficaz para los episodios de depresión severa, especialmente cuando los medicamentos, la psicoterapia o la combinación de ambos no funciona bien o funciona muy lentamente para aliviar los síntomas como la psicosis o las ideas suicidas.

    ¿Cuáles son los efectos secundarios de los medicamentos para la depresión?

    Todos los medicamentos tienen efectos secundarios y distintos medicamentos tienen efectos secundarios diferentes. Además, en cada persona los efectos secundarios se manifiestan en una forma diferente.

    En aproximadamente el 50 por ciento de las personas que toman antidepresivos se presentan algunos efectos secundarios durante las primera semanas del tratamiento, pero estos generalmente son pasajeros o leves. Los efectos secundarios que presentan problemas en particular se pueden controlar cambiando la dosis del medicamento, cambiando a otra medicina o dando tratamiento a los efectos secundarios con otras medicinas.

    · Los efectos secundarios de los antidepresivos tricíclicos (TCAs) incluyen sequedad de la boca, estreñimiento, problemas de la vejiga, problemas sexuales, vista borrosa, mareos, somnolencia, erupciones cutáneas y pérdida o aumento de peso.

    · Los inhibidores de la monoaminooxidasa (IMAO) podrían tener interacciones peligrosas con ciertos alimentos ahumados, fermentados o encurtidos y algunas bebidas o medicamentos específicos porque aumentan la presión arterial cuando se combinan con los IMAO. Otros efectos secundarios menos serios pueden incluir aumento de peso, estreñimiento, sequedad de la boca, mareos, dolor de cabeza, somnolencia, insomnio y efectos secundarios sexuales (problemas de excitación o satisfacción sexual).

    · Los SSRIs y SNRIs tienden a producir menos efectos secundarios, pero pueden causar náuseas, nerviosismo, insomnio, diarrea, erupción cutánea, agitación o efectos secundarios sexuales (problemas de excitación o satisfacción sexual).

    · El Bupropion generalmente causa menos efectos secundarios que los TCAs y los IMAO. Los efectos secundarios que se pueden presentar con este medicamento incluyen agitación, insomnio, dolor de cabeza o empeoramiento de las migrañas, temblores, sequedad de la boca, confusión, frecuencia cardíaca rápida, mareo, náusea, estreñimiento, molestias menstruales y erupción cutánea. El Bupropion (Wellbutrin) se retiró temporalmente del mercado poco después de que se introdujo por primera vez porque algunos pacientes sufrieron convulsiones al tomarlo, pero estudios posteriores demostraron que las convulsiones estaban asociadas principalmente con dosis altas (dosis superiores a la dosis más alta que se recomienda actualmente de 450 mg/día). Otros factores que aumentan el riesgo de tener convulsiones son antecedentes de convulsiones o trauma en el cerebro, trastornos de la alimentación, consumo excesivo de alcohol o tomar otras drogas. Con las nuevas advertencias y las dosis menores que se recomiendan, se ha reducido grandemente la probabilidad de tener convulsiones cuando se toma este medicamento.

    Depresión Bipolar:

    "La bipolaridad es una enfermedad encubierta, que puede tomar hasta 8 años en ser diagnosticada", explica el
    doctor Siegfried Kasper.

    Ser un paciente bipolar es, hasta hoy, un estigma para muchos. Un fuerte desconocimiento por parte de la sociedad
    lleva a que, quienes sufren este trastorno del ánimo sean mirados con recelo, sin la comprensión que requieren para el
    retorno a una vida normal.

    Sólo quienes han vivido junto a un familiar, o a un amigo, que presenta esta condición logran dimensionar los alcances de
    una afección que ha destrozado a muchas familias, y que también ha derivado en el suicidio, en los peores casos.

    Es el mal de la dualidad; de la felicidad y de la tristeza; de la euforia más absoluta y de la amargura más profunda; una
    alteración que se puede tildar como "curiosa", pues "se alternan en una misma persona los dos tonos más extremos de
    la experiencia humana, cuales son los de la alegría y plenitud más intensa con la pena y la desazón más profundas",
    detalla el doctor Luis Risco, subdirector de la Clínica Siquiátrica del Hospital Clínico Universidad de Chile y médico de la
    Unidad de Trastornos Bipolares del mismo centro.

    Para enfrentar la patología es imprescindible tener claro que ésta obedece a un desequilibrio neuroquímico, es decir, un
    problema cuyo origen está en el cerebro. Por lo tanto, quien lo sufre no está padeciendo una depresión sicológica, sino
    una enfermedad depresiva.

    Ante este panorama, la buena noticia surge al saber que la cura es posible, con fármacos y con el apoyo familiar.
    Según el especialista, el compromiso del grupo familiar es tan necesario como los medicamentos. "Es lo que hace la
    diferencia entre el paciente que se mejora y el que no se mejora", insiste.

    RIESGOSA OMNIPOTENCIA

    Reconocer este síndrome, por sus síntomas, es fácil para un siquiatra. Ya en 1870 había sido descrito por un médico
    francés y a principios del siglo XX, el aporte de Emil Kraepelin (1856-1926) hizo que se le protocolizara como "sicosis
    maníaco-depresiva". Precisamente, porque el afectado pasa por episodios maníacos, otros depresivos y también de tipo
    mixto.

    Al encontrarse en la etapa de manía, la persona muestra una extraña exaltación del ánimo, con evidentes
    manifestaciones de sentirse omnipotente. "Nunca he estado mejor", dicen algunos. Esta transitoria grandiosidad del "yo"
    les hace incurrir en conductas que, muchas veces, deben lamentar en el futuro. Quienes manejan dinero suelen
    contraer deudas, debido a un poliproyectismo que los lleva al intento de plasmar múltiples ideas. Junto a eso, la
    conducta general tiende a la desinhibición, especialmente en el área sexual; la libido aumenta, haciendo que la persona
    busque experiencias sexuales sin importar dónde y con quién. Esta característica de la patología destruye muchas
    relaciones de pareja, aun cuando se logre una mejoría total y la persona desee reconstruir la vida afectiva que perdió.

    http://www.ercilla.cl/web - Revista Ercilla, actualidad informativa de Chile y el MundPo o-w ered by Mambo Generated: 29 July, 2011, 08:16
    También la verborrea y los temas que fluyen uno tras otro, atropellándose en la conversación, debido a la taquipsiquia
    (aumento de la velocidad del pensamiento), ponen en evidencia que en esa persona algo anda mal, puesto que la
    profusión de ideas y el discurso grandilocuente se manifiestan, conjuntamente, con una disminución de la capacidad de
    atención. El paciente se muestra infatigable, con evidente disminución de las necesidades de descanso y sueño.

    Es fácil imaginar que cuando en un miembro de la familia se observan comportamientos como los descritos, el orden
    interno del hogar se altera y el sufrimiento se irradia hacia todos los que alternan con él. Habitualmente, el afectado se
    niega a consultar a un médico, resultando más difícil en el caso de los hombres.

    Por otra parte, la etapa depresiva es también sinónimo de caos. "No quieren que nadie se les acerque", aclara el
    siquiatra. Esto hace que en su actuar la irritabilidad se convierta en uno de los rastros más evidentes. En ocasiones,
    pueden llegar a la agresión. "Los maníacos son bastante agresivos cuando uno les contradice en sus proyectos", cuenta.

    El doctor Risco recuerda el caso de uno de sus pacientes, un ejecutivo encargado de la administración de un grupo de
    medianas empresas. "Caía en episodios de alcoholismo muy marcados, que muchas veces terminaron en hechos de alto
    riesgo, para él y para terceros", relata el médico. "Explorando al paciente, nos dimos cuenta de que tenía una
    enfermedad bipolar y que su alcoholismo se presentaba en los períodos de depresión o de manías leves, con alta
    impulsividad. Se le administró un tratamiento con fármacos estabilizadores del ánimo y nunca más tuvo problemas,
    pero sí tuvo que renegociar una deuda que había adquirido a raíz de estos episodios. Lo importante es que el hombre
    pudo estabilizarse, dejó estas conductas y sacó adelante sus empresas".

    RECONOCERSE ES INDISPENSABLE

    Una vez que el paciente bipolar logra su mejoría, debe tener presente que la patología puede volver. Por eso, es
    indispensable que, tanto él como su familia, sepan reconocer los síntomas.

    Nuestro entrevistado pone como ejemplo el de un paciente suyo que mejoró con el tratamiento, pero que cada cierto
    tiempo vuelve a manifestar el problema. "Su sintomatología inicial se caracteriza por una baja en la concentración. El se
    da cuenta porque empieza a necesitar, con mucha frecuencia, de su agenda; requiere anotar todo, para no olvidar",
    cuenta el profesional y agrega: "Como es dueño de dos empresas, le resulta muy caro no tratarse de inmediato, porque
    la baja en su rendimiento se refleja enseguida en las ventas. El tiene claro que, mientras más precozmente consulta, el
    cortejo sintomático es menor y hay mucho menos impacto en el balance de fin de año".

    ESTABILIZANDO EL ANIMO

    Actualmente, hay varios productos farmacéuticos que se usan para la depresión bipolar. Son los llamados
    estabilizadores del ánimo, cuyo principio activo es muy diferente al de los antidepresivos que se utilizan en la depresión
    unipolar. Los más usados hoy en día en nuestro país son el litio y el ácido valproico.

    El doctor Siegfried Kasper, presidente de la Federación Mundial de Siquiatría Biológica, en reciente visita a Chile manifestó
    su preferencia por el tratamiento con lamotrigina, como uno de los más nuevos y con menores efectos secundarios.
    Mencionó al litio como un producto que se usaba "antiguamente", debido a sus efectos colaterales, especialmente sobre
    la tiroides y sobre el peso corporal, que suele aumentar. Por ello, quienes consumen litio deben someterse a constantes
    exámenes de sangre que demuestren que no hay en el organismo ni un exceso ni una baja del compuesto.

    Kasper hizo hincapié en que, en este tipo de depresión, las tasas indican la misma incidencia en ambos sexos. No ocurre
    lo mismo en la depresión unipolar, la que sí afecta más a mujeres, "resultando ser tres veces más prevalente que la
    bipolar", explicó. Su mensaje apuntó a la necesidad de tratar a las personas bipolares, pues los índices en Europa y
    Estados Unidos muestran un 15% de suicidios, que según su colega chileno, en los hombres se dan en forma mucho
    más cruenta.

    Un punto importante sobre la medicación es el hecho de que muchos médicos indican un tratamiento combinado,
    recetando un estabilizador del ánimo más un antidepresivo. Este último, por sí solo, no cura la afección. Sin embargo,
    la acción de los antidepresivos está fuertemente cuestionada en los últimos tiempos. Textos extranjeros expresan que
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    "este es, actualmente, uno de los temas más polémicos de la siquiatría actual y una de las áreas donde la dispersión de
    las estrategias terapéuticas es más acentuada". "No se sabe si, en el largo plazo, los antidepresivos favorecen o
    ensombrecen el pronóstico. Ahí hay una discusión que aún no se ha cerrado", concluye el siquiatra chileno.

    OJO CON LOS NIÑOS

    La enfermedad bipolar se inicia, generalmente, en personas jóvenes. Pero los niños no están libres de ella. El doctor
    Kasper relata que en los episodios maníacos corren peligro igual que el adulto, pues, al sentirse omnipotente, un
    pequeño puede lanzarse desde un lugar alto para volar. Algunos se sienten como superhéroes de la televisión y quieren
    hacer lo mismo. Muchas veces la bipolaridad en ellos se confunde con el trastorno por déficit atencional con
    hiperactividad. También suelen hablar mucho y caer en conductas que, a los ojos de sus amigos, resultan ridículas. Por
    el contrario, en la fase depresiva, tanto en niños como en adultos, la autoestima bajará al límite, y el afectado se
    sentirá como lo peor en este mundo.

    La comunicación con personas que sufren el mismo problema trae alivio a los pacientes. En Internet se ha creado
    un foro en el que participan personas de todo el mundo, quienes cuentan su experiencia e intercambian opiniones, bajo
    el anonimato de un seudónimo, si así se quiere


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