viernes, 16 de agosto de 2013

Clara de la Cruz de Montefalco, Santa


Abadesa, 17 de agosto
 
Clara de la Cruz de Montefalco, Santa
Clara de la Cruz de Montefalco, Santa

Abadesa

Martirologio Romano: En Montefalcone, de la Umbría, santa Clara de la Cruz, virgen de la Orden de los Eremitas de San Agustín, que estuvo al frente del monasterio de la Santa Cruz con un amor ardiente a la pasión de Cristo (1308).
Nació en Montefalco, Umbría (Italia), alrededor de 1268; sus padres fueron Damiano e Iacopa Vengente. Su hermana Giovanna vivía como ermitaña. En 1274, cuando Clara tenía 6 años, el obispo de Spoleto permitió a Giovanna recibir a mas hermanas y fue cuando Clara entra a la Tercera Orden de San Francisco, movida a ser ermitaña adopta el hábito franciscano. En 1278, la comunidad creció lo suficiente que tuvieron que construir una ermita más grande a las afueras del pueblo.

En 1290, Clara, su hermana Giovanna y sus compañeras deciden entrar a la vida mosástica en el mas estricto sentido. Su obispo ubica el monasterio en Montefalco según la regla de San Agustín. Clara hace sus votos de pobreza, castidad y obediencia, y se convierte en religiosa agustina. Su hermana Giovanna fue electa la primera abadesa y su pequeña ermita fue dedicada como un monasterio. El 22 de noviembre de 1291 Giovanna muere, después Clara fue elegida abadesa. Clara, inicialmente, no aceptó la posición, pero después de la intervención del obispo de Spoleto, finalmente aceptó ser abadesa por imposición de obediencia de su obispo.

1294 fue decisivo para la vida espiritual de Clara. En la celebreación de la Epifanía, después de hacer una confesión general frente a sus hijas, sintió un éxtasis y se mantuvo asi por varias semanas. Imposibilitada de comer, las religiosas mantenían a su Madre Abadesa dándole agua azucarada. Durante este tiempo, Clara reportó tener una visión en la cual se vió siendo juzgada delante de Dios.

Clara también comentó tener una visión de Jesús vestido como un pobre viajero. Durante una visión arrodillándose delante de Jesus trató de detenerlo y preguntarle «"Mi Señor a donde vas?"» y Jesús le respondió «”He buscado en todo el mundo un lugar fuerte donde plantar esta Cruz firmemente y no lo he encontrado".» Después, Clara miró la Cruz y haciéndole saber su deseo de ayudar a Jesús a cargarla, le dijo: «"Clara, he encontrado el lugar para mi Cruz aquí. He encontrado finalmente alguien a quien pueda confiar mi Cruz"» y Jesús, implantó su Cruz en el corazón de Clara. EL intenso dolor que sintió en todo su ser cuando recibía la Cruz de Cristo, vivió con ella para siempre. El resto de sus años los pasó en la pena y en el dolor y aún así continuaba sirviendo a sus hermanas con alegría.

En el año de 1303 Clara pudo construir una iglesia en Montefalco la cual no solo sirvió como capilla para las religiosas, sino también para todas las personas de la ciudad. La primera piedra fue bendecida el 24 de junio de 1303 por el obispo de Spoleto y aquel dia la iglesia fue dedicada a la Santa Cruz.

Clara sirvió como abadesa, maestra, madre y directora espiritual de sus amadas hijas por 16 años. Mientras la reputación de santidad y milagros atraían visitantes al monasterio, ella continuaba gobernándolo de manera sabia, cuidadosa y sin romper la armonía de la comunidad.

En agosto de 1308, enfermó grave que la dispuso en cama; el 15 de agosto, pidió recibir la Extrema Unción. Hizo su última confesión el 17 de agosto y al dia siguiente, muere en su convento de Montefalco en 1308.

El proceso de canonización fue iniciado en 1328, pero fue hasta el 13 de abril de 1737 que Clara fue beatificada por el Papa Clemente XII. El 8 de diciembre de 1881, fiesta de la Inmaculada Concepción, el Papa León XIII la canonizó en la Basílica de San Pedro en Roma.

Reliquias
Inmediatamente después de la muerte de Clara, su corazón fue extraído del cuerpo y después de una inspección, se reportó que los instrumentos de la Pasion de Cristo: un crucifijo, 3 clavos, la corona de espinas y un látigo fueron encontrados en su corazón hechos por los tejidos cardiacos. Escuchado estas noticias, el vicario del obispo de Spoleto viajó a Montefalco lleno de indignación sospechando que las religiosas del convento habían plantado los símbolos. Una comisión de físicos, juristas y teólogos se reunieron para llevar a cabo una investigación , la cual descartó la posibilidad de fabricación. El vicario del obispo, quén vino a Montefalco como un inquisidor a castigar al responsable del fraude, se convenció de la autenticidad de los descubrimientos después de verificar personalmente que los signos no eran resultado de trucos. Sin embargo, dudas de la veracidad de los hallazgos persistieron aun en el proceso de canonización, hasta querían canonizarla como franciscana y no como agustina ya que habia sido secular terciaria franciscana.

El crucifijo encontrado en el corazón de santa Clara es del tamaño de un pulgar, la cabeza de Cristo esta inclinada hacia el lado derecho, su cuerpo es blanco con excepción de "la pequeña abertura en el costado derecho que tenia un rojo intenso". El látigo y la corona de espinas son, aparentemente formados por fibras nerviosas y los 3 clavos estan formados por una tela de fibras oscuras.

El cuerpo de Santa Clara permanece incorrupto, sin embargo la piel de sus manos se ha oscurecido con el tiempo. El corazón fue dispuesto para la veneración en la iglesia de Santa Clara en Montefalco, donde su cuerpo, vestida con el hábito agustino, reposa bajo el altar mayor.


Santa Clara de la Cruz, abadesa
fecha: 17 de agosto
n.: 1268 - †: 1308 - país: Italia
otras formas del nombre: Clara de Montefalco
canonización: Conf. Culto: Clemente XII 13 abr 1737 - C: León XIII 8 dic 1881
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
En Montefalco, de la Umbría, santa Clara de la Cruz, virgen de la Orden de Ermitaños de San Agustín, que rigió el monasterio de Santa Cruz y expresó extremo amor por la pasión de Cristo.
refieren a este santo: Beato Pedro Crisci

Los franciscanos y los agustinos han discutido mucho acerca de la orden a la que pertenecía la santa. Tales discusiones han llevado a los peritos a la conclusión, aceptada por ambas partes, de que la comunidad de la que santa Clara de la Cruz formó parte durante quince años, estaba compuesta de terciarias franciscanas. Llevaban éstas una vida de gran penitencia en un conjunto de ermitas, dirigidas por Juana, hermana de santa Clara. Pero cuando determinaron adoptar la vida conventual propiamente dicha, el obispo de Espoleto las puso bajo la regla de San Agustín. El convento de la Santa Cruz fue construido en 1290. A la muerte de su hermana, santa Clara fue elegida abadesa, muy contra su voluntad. Aunque su vida era ya muy austera, Clara encontró todavía el modo de redoblar sus penitencias.

Así, por ejemplo, en una ocasión en que cometió una falta contra el silencio, se impuso la penitencia de rezar cien Padrenuestros sobre la nieve con los pies desnudos. Sus palabras y ejemplo mantenían en la comunidad un alto deseo de perfección, y el recogimiento de Clara espoleaba a sus religiosas a buscar la unión con Dios. Se le atribuyen numerosos milagros, éxtasis frecuentes y dones extraordinarios; Clara los empleaba tanto para el bien de sus religiosas como de los extraños. Profesaba particular devoción a la Pasión del Señor. En cierta ocasión dijo a su hermana: «Si buscas la cruz de Cristo, no tienes más que abrir mi corazón y encontrarás en él los sufrimientos del Señor». Cuando la santa murió, en 1308, se encontró impresa en su corazón la señal de la cruz.

La devoción que el pueblo cristiano profesa a santa Clara de la Cruz no se debe sólo a su vida de penitencia y fiel observancia de la regla, sino a tres dones sobrenaturales de excepcional interés:
-El primero de ellos es el don de incorruptibilidad de sus restos. Juan Addington Symonds, en "Cornhill Magazine" (octubre de 1881, p. 446), describió así lo que había visto en Montefalco: «Sólo las manos y el hermoso rostro, exquisitamente pálido . .. están a la vista del público. Tenía los ojos cerrados como si estuviese dormida».
-El segundo don sobrenatural eran la cruz y otros instrumentos de la Pasión que se encontraron en el corazón de Clara, formados en el tejido fibroso y por cierto que las pruebas de la historicidad de este fenómeno son fehacientes.
-El tercer don es el de la liquefacción de la sangre, como se da en algunos otros santos (el más famoso, san Jenaro).

Fue canonizada por SS. León XIII en 1881.

Como los bolandistas no consiguieron autorización para estudiar las fuentes originales que se conservan en Montefalco, tuvieron que contentarse con reeditar la biografía de la santa, escrita en 1610 por Masconoio (Acta Sanctorum, agosto, vol. III); pero dicha obra no es de gran valor histórico. Con motivo de la causa de canonización, se divulgaron finalmente el siglo pasado las fuentes originales. La más importante de ellas es la biografía, escrita, según se dice, en 1309 por Berengario, vicario general de Espoleto.
Imagen: Relicario con la imagen del Crucificado, en el corazón de Clara.

fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
 

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