miércoles, 17 de julio de 2013

La valentía de la Verdad

 




Un buen (y un poco desconocido) fragmento de una homilía  del Card. Ratzinger en Chieti por la entrega del "Ordine della Minerva" hace ya más de 20 años. Era en ocasión de la fiesta de Santo Tomás de Aquino. Puede parecer obvio, pero si uno lo lee con atención creo que tiene mucha miga.

"Con su fe intrepida, santo Tomás ha ampliado el horizonte del pensamiento cristiano. Un fideísmo cerrado en sí mismo es una actitud de temor y lleva consigo la infidelidad, reduce la fe al positivismo de una elección arbitraria y, en definitiva, renuncia a la verdad. Si Dios es la verdad, si la verdad es lo auténticamente "sagrado", renunciar a la verdad comporta una huida de Dios. La búsqueda de la verdad es piedad, y donde desaparece la valentía de la verdad se falsifica la fe en su fundamento. La fe aparente ya no es la fe auténtica, deja de ser cristiana.
La apertura necesaria a la verdad, esta amenazada, pues, desde dos frentes: de un lado, por un positivismo fideísta que teme perder a Dios al exponerse a la verdad de las criaturas; del otro lado, por un positivismo agnóstico que se siente amenazado por la grandeza de Dios, y al perder al Creador pierde también a las criaturas. 
Aparece así la segunda dimensión de nuestro tema: la valentía de la verdad exige la virtud de la verdad. La verdad aparece en las criaturas solo si no se olvida su carácter creatural. Ser criatura implica la relatividad y racionalidad, y la relatividad exige humildad. Por otro lado, cabe decir que ser criatura excluye el espíritu de dominio, de arrogancia, de autosuficiencia, por lo que excluye el aislamiento de las criaturas individuales y de la criatura en cuanto tal. El mensaje de las criaturas solo se capta bien si se comprende que por medio de ellas habla Otro, del que proceden, del que dependen, al que tienden".

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