Un amigo hizo
un pequeño estudio sobre la interpretación hebraica y cristiana del primer
versículo del Salmo 130, llamado comunmente De Profundis. Por su
extensión lo dejo en dos partes.
"Desde lo profundo clamo a Ti,
Señor"
1.LA TRADICIÓN
HEBREA
Se ha
hecho notar la ironía de que un cántico de la ascensión inicie con un grito
«desde lo profundo». El término mimma'amaqîm, no es común en el Antiguo
Testamento1. Para los hebreos la profundidad tenía relación con
lo inaccesible, lo incomprensible, con la profundidad del océano, de la tierra o
del Abismo. Es por eso que el salmista se encuentra en una situación
desesperada. No tenemos información fiable acerca del contexto original en el
que fue compuesto el salmo y el uso litúrgico que se le daba2. Para algunos exégetas es curioso que siendo un
salmo penitencial no ocupe el primer lugar sino el onceavo3.
La
historia de la interpretación de los cánticos de la ascensión podría empezar con
las diferentes versiones que se encuentran en el Talmud de Babilonia y en el de
Jerusalén. El escenario de la historia en ambos es la excavación de David en
preparación para la construcción del Templo. Mientras que el Talmud de Jerusalén
ve en los cánticos el modo que tiene David para reencauzar las aguas que
amenazaban al mundo, el Talmud de Babilonia ve en los cánticos un medio por el
que el rey levantó las aguas después de que estas se habían hundido hasta un
nivel inaceptable4.
La
conexión de las profundidades con el Templo es significativa en el ritual de la
Fiesta de los Tabernáculos. Parte de la liturgia parece haber tenido el
propósito de contribuir a garantizar el agua necesaria para la actividad
agrícola a través de su elevación. Al parecer los levitas cantaban los salmos de
la ascensión como parte de este ritual5.
Nuestro
salmo tenía un papel aún mas específico cuando la lluvia no llegaba. En ese caso
el ritual especificaba un determinado tiempo de ayuno donde se agregaban
bendiciones y se cantaban los cánticos de la Ascensión 120, 121 y 130, y el
salmo 102 en ese orden. Cada una de estas bendiciones terminaba con su oración
propia6.
Estas
referencias muestran el uso de estos salmos en el periodo del Segundo Templo, y
ciertamente dan una idea de como fueron vistos en esa época y en los primeros
siglos de la era cristiana. Desde la perspectiva de la crítica moderna, la
naturaleza de la agrupación de estos cuatro salmos es clara solo en
parte7. En ellos se encuentran elementos en común como el
lamento individual, el pedir a Dios salir de una situación de angustia y la
confianza en Dios. Por otro lado hay elementos importantes que los difer-encian,
como son la preocupación por los enemigos humanos (en el salmo 120) y la
detallada descripción de la condición del salmista (en el 102). La ausencia de
estos fueron motivo para que algunos exégetas pusieran en duda la clasificación
del salmo 130 dentro del género de lamentación individual8.
Algo que
diferencia al salmo 130 de los otros tres, es el énfasis en el pecado humano. La
tradición rabínica posterior no lo relacionó con un pecado concreto. Así un
comentarista medieval, David Kimhi9 hace un paralelo entre la profundidad (que el
especifica como las profundidades de las aguas) y el exilio de Israel. Para
Kimhi, este exilio no es una simple referencia a la historia antigua de Israel.
Es mas bien una realidad presente de las que sus contemporáneos necesitan ser
redimidos. Kimhi cree que la redención es un proceso en dos etapas. En primer
lugar, Dios redime a Israel poniendo el deseo de arrepentirse de corazón y
perdonando sus pecados. Entonces, Dios rescata a Israel de su cautiverio.
Una
interpretación similar entre la profundidad y el exilio hace, en su comentario a
este salmo, el rabí Abraham ben Meir ibn Ezra10. Sin embar-go, no la considera la única posible.
También puede estar haciendo referencia a la pobreza y a la desgracia. Se puede
observar que si primero se paso de una interpretación desde lo individual hacia
lo nacional. En esta última se hace el camino inverso desde lo nacional hacia lo
individual.
La
exégesis cabalística se decantó por una interpretación individual. Así, para
Moisés de León11 el salmo es anónimo porque es el salmo de todo
hombre que debe dirigir su oración desde lo más profundo del alma. Para este
autor la profundidad se refiere a la fuente de todas las fuentes. La profundidad
celeste de donde brotan todas las bendiciones12.
En cambio
el Midrash recuerda un diálogo en el que los Hijos de Israel le preguntan a Dios
cuando serán redimidos de exilio. El Todopoderoso responde que cuando estén
hundidos al nivel más bajo, sin duda los rescatará13. También es dramático el del rabí Abba ben Kahana
dice que la asamblea de Israel se dirigió a Dios en estos términos «soy amada porque fui puesta en la profundad de la
tribulación. Pero cuando El Santo ma haga salir de la tribulación floreceré de
obras buenas delante de Él»14.
Es
curioso, en cambio, la interpretación del Talmud de Babilonia (Berakot 10b) en
el que rabí Josi ben Rabbi Chanina en nombre de rabí Eliezer ben Jaqob, dice que
el hombre no debe estar en un lugar elevado para orar. A partir de esta
interpretación se ponía el atril en la parte más baja de la nave de la
sinagoga15. El Midrash Tehilim comenta este versículo diciendo
que «nunca se debe estar sobre una cama, silla, banco,
taburete o cualquier otro lugar alto para orar, debemos estar en un lugar bajo,
porque no debe haber ninguna soberbia en presencia del
Todopoderoso»16. Tanto el Barakot como el Midrash Tehilim defienden la misma tradición con respecto al salmo
102. Este pasaje es también citado en referencia al estudioso de la Torah, que
extrae los designios del corazón humano, el cual es comparado con las «aguas
profundas»17.
Parte del enigma que encierra
nuestro salmo tiene que ver con lo poco exhautivo de la descripción de la
situación del salmista. La relación entre los salmos 130 y, por ejemplo, el 102
sirven en cuanto el último puede ser utilizado como clave de lectura del
primero. Es claro que esta relación no es evidente. Sin embargo, se puede
hipotetizar, que el haberse mantenido unidos tanto en la liturgia, como en
algunas de las interpretaciones rabínicas, traspasa lo meramente casual18.
Por otra parte, parece ser un
hecho que la raíz del término traducido como «profundidad» en el salmo 130,
empezó a generalizarse a partir del Segundo Templo y sobre todo a partir de la
etapa post-bíblica, utilizándose tanto para describir la profundidad del
pensamiento divino y humano como para referirse a los misterios del mundo o
simplemente aquellas cosas difíciles de entender. Esta relación se ve, por
ejemplo, en los pasajes en que hay una conexión ya sea mitológica o histórica
entre la sabiduría y la profundidad del mar19.
Antes de concluir esta sección
se debe mencionar el papel del Salmo 130 en el resto de la tradición litúrgica
judía. Tanto esta como la cristiana lo han considerado un salmo penitencial.
Tiene un papel específico durante el día diez de Penitencia entre Rosh Hashaná y
Yom Kipur. La preocupación del salmo sobre la pecaminosidad humana, hace que sea
apropiado para tales ceremonias. En cambio, no es tan claro que lugar ocupa la
imagen de la profundidad.
Es sugestivo que esta imagen
tenga un lugar recurrente en estas fiestas más allá del uso del Salmo 130. Por
ejemplo, en la ceremonia del Tashlik recuerda el envío de los pecados a las
profundidades del mar en Miq 7,19. Este pasaje se encuentra en varias ceremonias
lo mismo que el libro de Jonás donde, obviamente, la profundidad del mar ocupa
un lugar destacado. Aunque tanto en un libro como en el otro la palabra usada
para referirse a la profundidad no es la misma que la del Salmo 130.
Concluimos esta primera parte
haciendo notar que si el término «profu-ndo» en los orígenes tenía un sentido
unívocamente negativo, el uso flexible que se le dio, permitió, a la tradición
judía posterior darle tanto un enfoque negativo como positivo20.
1Una vez con el genitivo «mar» en Is.51,10, tres veces con el genitivo
«agua» en Sal 69,3.15 y en Ez 27,34.
3Cfr. L.Alonso Schökel, I Salmi, II, 696. El hecho de que el grito inicial sea desde lo
mas profundo y que la colección sea de cánticos de una ascensión, agrega
argumentos para que nuestro salmo ocupe uno de los primeros lugares.
8Cfr. H. Nasuti, «Plumbing the depths» 107. Ciertamente es esta una posición muy
minoritaria. Cfr. L.Alonso Schökel, I Salmi, II, 696 y G.Ravasi, Il libro dei salmi, III, 634.
9David Kimhi (1160-1235) fue un rabino y filósofo
nacido en Narbona famoso por sus comentarios a los libros de los profetas, del
Génesis, Salmos y otros del Antiguo Testamento.
10Abraham ben Meir ibn Ezra (1092-1167) califcado como
el Sabio, fue un destacado intelectual sefardí nacido en Tudela (España). Fue
uno de los mas destacados literatos hebreos del medioevo y sus comentarios a la
Biblia se distinguen por su erudición.
11 Moisés de León (1250-1305) fue un rabino y filósofo
judio sefardí. Se interesó por la cábala ante el aumento de la influencia
racionalista dentro del judaismo.
14 citado por G.Lenzi ed. I salmo del pellegrinaggio,
179.
15 Cfr.G.Lenzi ed. I salmo del pellegrinaggio,
178.
16 A.C.Feuer ed. Tehilim – Psalms. A new
traslation.«furthermore one should never stand upon a bed,
chair, bench, stool or any high place to pray but should pray from a low place,
for there must be no haughtiness in the presence of the
almighty»
17 Prov. 20,5.
19 Ver, por ejemplo, Sab.10,18-19 o Ecli.
25,5.
Un amigo hizo un pequeño estudio sobre la interpretación hebraica y cristiana del primer versículo del Salmo 130, llamado comunmente De Profundis. Por su extensión lo dejo en dos partes.
"Desde lo profundo clamo a Ti, Señor"
1.LA TRADICIÓN
HEBREA
Se ha
hecho notar la ironía de que un cántico de la ascensión inicie con un grito
«desde lo profundo». El término mimma'amaqîm, no es común en el Antiguo
Testamento1. Para los hebreos la profundidad tenía relación con
lo inaccesible, lo incomprensible, con la profundidad del océano, de la tierra o
del Abismo. Es por eso que el salmista se encuentra en una situación
desesperada. No tenemos información fiable acerca del contexto original en el
que fue compuesto el salmo y el uso litúrgico que se le daba2. Para algunos exégetas es curioso que siendo un
salmo penitencial no ocupe el primer lugar sino el onceavo3.
La
historia de la interpretación de los cánticos de la ascensión podría empezar con
las diferentes versiones que se encuentran en el Talmud de Babilonia y en el de
Jerusalén. El escenario de la historia en ambos es la excavación de David en
preparación para la construcción del Templo. Mientras que el Talmud de Jerusalén
ve en los cánticos el modo que tiene David para reencauzar las aguas que
amenazaban al mundo, el Talmud de Babilonia ve en los cánticos un medio por el
que el rey levantó las aguas después de que estas se habían hundido hasta un
nivel inaceptable4.
La
conexión de las profundidades con el Templo es significativa en el ritual de la
Fiesta de los Tabernáculos. Parte de la liturgia parece haber tenido el
propósito de contribuir a garantizar el agua necesaria para la actividad
agrícola a través de su elevación. Al parecer los levitas cantaban los salmos de
la ascensión como parte de este ritual5.
Nuestro
salmo tenía un papel aún mas específico cuando la lluvia no llegaba. En ese caso
el ritual especificaba un determinado tiempo de ayuno donde se agregaban
bendiciones y se cantaban los cánticos de la Ascensión 120, 121 y 130, y el
salmo 102 en ese orden. Cada una de estas bendiciones terminaba con su oración
propia6.
Estas
referencias muestran el uso de estos salmos en el periodo del Segundo Templo, y
ciertamente dan una idea de como fueron vistos en esa época y en los primeros
siglos de la era cristiana. Desde la perspectiva de la crítica moderna, la
naturaleza de la agrupación de estos cuatro salmos es clara solo en
parte7. En ellos se encuentran elementos en común como el
lamento individual, el pedir a Dios salir de una situación de angustia y la
confianza en Dios. Por otro lado hay elementos importantes que los difer-encian,
como son la preocupación por los enemigos humanos (en el salmo 120) y la
detallada descripción de la condición del salmista (en el 102). La ausencia de
estos fueron motivo para que algunos exégetas pusieran en duda la clasificación
del salmo 130 dentro del género de lamentación individual8.
Algo que
diferencia al salmo 130 de los otros tres, es el énfasis en el pecado humano. La
tradición rabínica posterior no lo relacionó con un pecado concreto. Así un
comentarista medieval, David Kimhi9 hace un paralelo entre la profundidad (que el
especifica como las profundidades de las aguas) y el exilio de Israel. Para
Kimhi, este exilio no es una simple referencia a la historia antigua de Israel.
Es mas bien una realidad presente de las que sus contemporáneos necesitan ser
redimidos. Kimhi cree que la redención es un proceso en dos etapas. En primer
lugar, Dios redime a Israel poniendo el deseo de arrepentirse de corazón y
perdonando sus pecados. Entonces, Dios rescata a Israel de su cautiverio.
Una
interpretación similar entre la profundidad y el exilio hace, en su comentario a
este salmo, el rabí Abraham ben Meir ibn Ezra10. Sin embar-go, no la considera la única posible.
También puede estar haciendo referencia a la pobreza y a la desgracia. Se puede
observar que si primero se paso de una interpretación desde lo individual hacia
lo nacional. En esta última se hace el camino inverso desde lo nacional hacia lo
individual.
La
exégesis cabalística se decantó por una interpretación individual. Así, para
Moisés de León11 el salmo es anónimo porque es el salmo de todo
hombre que debe dirigir su oración desde lo más profundo del alma. Para este
autor la profundidad se refiere a la fuente de todas las fuentes. La profundidad
celeste de donde brotan todas las bendiciones12.
En cambio
el Midrash recuerda un diálogo en el que los Hijos de Israel le preguntan a Dios
cuando serán redimidos de exilio. El Todopoderoso responde que cuando estén
hundidos al nivel más bajo, sin duda los rescatará13. También es dramático el del rabí Abba ben Kahana
dice que la asamblea de Israel se dirigió a Dios en estos términos «soy amada porque fui puesta en la profundad de la
tribulación. Pero cuando El Santo ma haga salir de la tribulación floreceré de
obras buenas delante de Él»14.
Es
curioso, en cambio, la interpretación del Talmud de Babilonia (Berakot 10b) en
el que rabí Josi ben Rabbi Chanina en nombre de rabí Eliezer ben Jaqob, dice que
el hombre no debe estar en un lugar elevado para orar. A partir de esta
interpretación se ponía el atril en la parte más baja de la nave de la
sinagoga15. El Midrash Tehilim comenta este versículo diciendo
que «nunca se debe estar sobre una cama, silla, banco,
taburete o cualquier otro lugar alto para orar, debemos estar en un lugar bajo,
porque no debe haber ninguna soberbia en presencia del
Todopoderoso»16. Tanto el Barakot como el Midrash Tehilim defienden la misma tradición con respecto al salmo
102. Este pasaje es también citado en referencia al estudioso de la Torah, que
extrae los designios del corazón humano, el cual es comparado con las «aguas
profundas»17.
Parte del enigma que encierra
nuestro salmo tiene que ver con lo poco exhautivo de la descripción de la
situación del salmista. La relación entre los salmos 130 y, por ejemplo, el 102
sirven en cuanto el último puede ser utilizado como clave de lectura del
primero. Es claro que esta relación no es evidente. Sin embargo, se puede
hipotetizar, que el haberse mantenido unidos tanto en la liturgia, como en
algunas de las interpretaciones rabínicas, traspasa lo meramente casual18.
Por otra parte, parece ser un
hecho que la raíz del término traducido como «profundidad» en el salmo 130,
empezó a generalizarse a partir del Segundo Templo y sobre todo a partir de la
etapa post-bíblica, utilizándose tanto para describir la profundidad del
pensamiento divino y humano como para referirse a los misterios del mundo o
simplemente aquellas cosas difíciles de entender. Esta relación se ve, por
ejemplo, en los pasajes en que hay una conexión ya sea mitológica o histórica
entre la sabiduría y la profundidad del mar19.
Antes de concluir esta sección
se debe mencionar el papel del Salmo 130 en el resto de la tradición litúrgica
judía. Tanto esta como la cristiana lo han considerado un salmo penitencial.
Tiene un papel específico durante el día diez de Penitencia entre Rosh Hashaná y
Yom Kipur. La preocupación del salmo sobre la pecaminosidad humana, hace que sea
apropiado para tales ceremonias. En cambio, no es tan claro que lugar ocupa la
imagen de la profundidad.
Es sugestivo que esta imagen
tenga un lugar recurrente en estas fiestas más allá del uso del Salmo 130. Por
ejemplo, en la ceremonia del Tashlik recuerda el envío de los pecados a las
profundidades del mar en Miq 7,19. Este pasaje se encuentra en varias ceremonias
lo mismo que el libro de Jonás donde, obviamente, la profundidad del mar ocupa
un lugar destacado. Aunque tanto en un libro como en el otro la palabra usada
para referirse a la profundidad no es la misma que la del Salmo 130.
Concluimos esta primera parte
haciendo notar que si el término «profu-ndo» en los orígenes tenía un sentido
unívocamente negativo, el uso flexible que se le dio, permitió, a la tradición
judía posterior darle tanto un enfoque negativo como positivo20.
1Una vez con el genitivo «mar» en Is.51,10, tres veces con el genitivo
«agua» en Sal 69,3.15 y en Ez 27,34.
3Cfr. L.Alonso Schökel, I Salmi, II, 696. El hecho de que el grito inicial sea desde lo
mas profundo y que la colección sea de cánticos de una ascensión, agrega
argumentos para que nuestro salmo ocupe uno de los primeros lugares.
8Cfr. H. Nasuti, «Plumbing the depths» 107. Ciertamente es esta una posición muy
minoritaria. Cfr. L.Alonso Schökel, I Salmi, II, 696 y G.Ravasi, Il libro dei salmi, III, 634.
9David Kimhi (1160-1235) fue un rabino y filósofo
nacido en Narbona famoso por sus comentarios a los libros de los profetas, del
Génesis, Salmos y otros del Antiguo Testamento.
10Abraham ben Meir ibn Ezra (1092-1167) califcado como
el Sabio, fue un destacado intelectual sefardí nacido en Tudela (España). Fue
uno de los mas destacados literatos hebreos del medioevo y sus comentarios a la
Biblia se distinguen por su erudición.
11 Moisés de León (1250-1305) fue un rabino y filósofo
judio sefardí. Se interesó por la cábala ante el aumento de la influencia
racionalista dentro del judaismo.
14 citado por G.Lenzi ed. I salmo del pellegrinaggio,
179.
15 Cfr.G.Lenzi ed. I salmo del pellegrinaggio,
178.
16 A.C.Feuer ed. Tehilim – Psalms. A new
traslation.«furthermore one should never stand upon a bed,
chair, bench, stool or any high place to pray but should pray from a low place,
for there must be no haughtiness in the presence of the
almighty»
17 Prov. 20,5.
19 Ver, por ejemplo, Sab.10,18-19 o Ecli.
25,5.
"Desde lo profundo clamo a ti, Señor"
2.LA TRADICIÓN
CRISTIANA
El salmo 130
siempre ha ocupado una posición importante dentro de la tradición cristiana. La
redención de Israel cantada en el v. 8 fue vista cumplida en Jesucristo, que
«salvará a Israel de todos sus pecados»1. Contribuyó a esta importancia el
hecho de que fuera incluido dentro de los siete salmos penitenciales y en la
tradición litúrgica. En esta sección estudiaremos la recepción que tuvo este
salmo en la época patrística.
Para entender
la importancia de lo «profundo» en esta tradición es necesario notar que en la
LXX fue traducido como βαθος. Este mismo término fue usado para traducir otros
pasajes como Miq 7,19 o Jon 2,4, lo que no se correspondía exactamente con la
biblia hebrea2.
Además βαθος
fue usado en los textos del Nuevo Testamento. Muy influyente fue el uso que le
dió Pablo en Rom 8,38-39, donde se refiere a lo profundo como algo que es
incapaz de separarlo de Cristo. En cambio, en Rom 11:33 lo utiliza como elogio a
la sabiduría y ciencia de Dios. En este uso tanto negativo como positivo de
βαθος, Pablo esta en consonancia con la tradición hebrea vista anteriormente.
Orígenes, en
su comentario de nuestro salmo, señala que la persona que busca en las
profundidades de Dios, es el que clama al Señor desde las profundidades. También
asocia la profundidad a la oración. De esta manera el comienzo del salmo querría
indicar una oración verdadera, no superficial, que no solo esta en los labios
sino también en lo profundo de la persona3.
Se sabe que
Orígenes tuvo una gran influencia sobre San Juan Crisóstomo. Para el padre
griego, la profundidad indica una oración intensa, que une corazón y mente, con
gran celo, que transforma la vida interior de la persona4. También Teodoreto de Ciro, se
refiere a la profun- didad como la oración que nace del corazón5.
En los padres
latinos, Hilario de Poitiers, hace directamente referencia a la interpretación
paolina positiva de la profundidad (Rom 11,33). Así cuando comenta el salmo 130
dice «la mente humana no penetra en los arcanos y profundos decretos del
inescrutable juicio divino»6. Pero también explora una
interprtación ya propuesta por Orígenes. El grito desde lo profundo es un grito
sincero, desde el corazón, interior, y no solo con los labios y exterior. Pero
para el padre latino puede haber una tercera interpretación. La profundidad
puede ser el lugar del sufrimiento humano. Así lo relaciona con el salmo 68,
donde dice «Estoy hundido en el fango del Abismo y no puedo hacer pié; he caido
en las aguas profundas y me arrastra la corriente». Esto muestra que para
Hilario el mismo término puede tener varias interpretaciones al mismo tiempo.
Algunas positivas y otras negativas.
San Agustín,
uno de los más importantes pensadores de occidente, tambíén lo comento en sus
Enarrationes in Psalmos. El santo de Hipona por un lado continuó la
tradición patrística y por el otro innovo, revelando parte de su teología en el
comentario. Agustín estuvo de acuerdo con muchos otros intérpretes en cuanto que
el salmista es un hombre fiel que reza con el corazón. Como en la tradición
hebrea, cita a Jonás como el ejemplo de uno que ora a Dios desde la profundidad
y es escuchado. Por el otro lado, vió en el abismo la situación de todo hombre
mortal7 que por el pecado a perdido la
imagen divina que Dios había puesto en el momento de la creación. Para lograr
que sea liberada8 es necesario que actúe Dios, de lo
contrario quedara atrapada para siempre en el abismo. En realidad solo aquellos
que no reconocen sus pecados estan en el fondo del abismo. En cambio, aquellos
que lo reconocen y gritan a Dios estan siempre ascendiendo hacia Él9. El comentario total del salmo
muestra a Agustín muy influenciado por la escatología paolina. Situa así a la
audiencia entre el ahora de la remisión de sus pecados pasados y el aún no del
goce de la vida eterna. Aquellos que no pueden acoger la ley de Cristo en los
fuertes términos del Sermón de la Montaña no podrán tampoco acoger la
misericordia divina de la que habla la segunda parte del salmo10. Nos parece entonces que si bien la
exégesis agustiniana tiene muchos puntos de contacto con la hebrea, su
desarrollo a partir de la doctrina paolina hace que se diferencie, mostrando
elementos que hacen pensar en una verdadera y propia interpretación dentro del
ambiente cristiano.
La
interpretación agustiniana, como no podía se de otra manera, hizo escuela. Su
influencia se extenderá por todo el medioevo. Entre uno y otro esta Casidoro. Ya
influenciado por Agustín, realiza también un aporte interesante. Para Casidoro,
el salmo expresa el desarrollo ascendente de la vida espiritual. Para él cuanto
mas se asciende en esta, más se necesita la humildad y la oración, porque somos
incapaces de estar libres de toda culpa y siempre tenemos necesidad del perdón
divino11. Casidoro no solo asocia como
Agustín, a Jonás, con la figura que ora desde la profundidad sino también a
Pedro y al recaudador de impuestos12: «Es desde la profundidad que Pedro
lloró, que el publicano se golpeaba el pecho, que Jonás gritaba hacia el Señor.
El vientre del pez fue, para el profeta, una Iglesia».
Para Nasuti,
el hecho de que a partir de Agustín, y continuiando con Casidoro y Gregorio
Magno, se hiciera de este salmo una lectura espiritual, que impuslaba a la
oración fervorosa, a la humildad y a la caridad hizo posible que la tradición
cristiana posterior viera en la profundidad un factor mas bien positivo13.
4.CONCLUSIÓN
Nuestro
análisis histórico de la exégesis de lo profundo en el Salmo 130 estuvo lejos de
ser exhaustiva. Las fuentes hebráicas han sido difíciles de encontrar. Sobre las
fuentes cristianas hemos elegido del ámbito patrístico la que en nuestra opinión
eran mas importantes. El hecho de que no hayamos analizado la exégesis
protestante comenzada con Lutero, que tenía como preferido nuestro salmo, nos
muestra lo estrecho de nuestros límites.
Al comenzar
este estudio dijimos que la cultura hebrea concebía la profundidad como un
factor negativo, y que en cambio, el cristianismo hizo una lectura positiva.
Terminado nuestro estudio tenemos que decir que una división tan radical nos
parece exagerada. Hemos visto que a travez del tiempo también la exégesis
hebraica ha entendido la profundidad en un sentido positivo. Por ejemplo, al
adoptar esta imagen en relación a la humildad que debemos tener ante Dios. Por
lo pronto, en la exégesis cristiana subsistió esta amvivalencia. El doble
sentido en el que lo entiende Pablo (en relación a lo que nos puede separar de
Dios y como calificativo del pensamiento divino) es suficiente ejemplo.
H.Nasuti, en
su artículo reiteradamente citado, propuso que las exégesis podían ser
clasificadas en 1) mitológicas 2) históricas 3) orientadas al pecado 4)
orientadas a la virtud. Nos atrevemos a decir que también esta nos parece
exageradamente esquemática.
Nos parece
notar que el sentido negativo de profundo tuvo que ver con la terminología
hebraica. En la medida que el término paso a la LXX y de allí a la tradición
cristiana, el concepto se fue volviendo cada vez más ambiguo. Ciertamente,
profundo es un término relativo, que depende del sujeto al cual es relacionado.
Esta ambigüedad, lejos de ser una pobreza permitió una exégesis creativa sobre
todo por parte de la teología simbólica patrística. Por supuesto, no fue este el
único caso. El ejemplo paradigmáti- co son las interpretaciones medievales del
Cantar de los Cantares.
Lo mismo se
puede decir de la exégesis hebrea. Mas allá de que algunas nos pueden parecer
curiosas a nuestra sensibilidad, es indudable que muchas de ellas poseen una
gran riqueza.
1 Mt 1,21
2 Hacemos aquí referencia al hecho de que la Biblia
hebrea utilizaba palabras distintas y no a que la traducción griega no fuera
correcta.
5 Teodoreto de Ciro, Interpretatio in Psalmun, PG 80;
1899-1902.
11También Gregorio Magno dirá que «Mas los justos se acercan a Dios y mas se sienten
pecadores y enfermos». Gregorio Magno, In Septem Psalmus Poenitentiales
Expositio, PL 79; 632.
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