miércoles, 17 de julio de 2013

Actuosa participatio y nueva reforma

 




Decíamos ayer que el sentido profundo de la actuosa participatio querida por el Concilio Vaticano II era el de participar a la Eucaristía por medio de la cual el hombre es transformado y participa de la vida divina. Hemos también señalado que esta fue interpretada en forma diversa y que tuvo como reacción contraria un volver a la situación previa a la reforma. De alguna forma este fue un punto de encuentro entre tradicionalistas e innovadores, que afirmaban que el antiguo rito romano murió con la reforma litúrgica, naciendo otro en total discontinuidad (cfr.GAGLIARD, M., Introduzione al Mistero Eucaristico, Dottrine, devozione. Roma 2007).
Entre los múltiples objetivos que tuvo el Motu Propio "Summorum Pontificum", uno no menor, fue el de impulsar un nuevo movimiento litúrgico que con espíritu evangélico "saca de sus reservas lo nuevo y lo viejo" (Mt 13,52). Nicola Bux, un autor que ha acogido el Motu Propio del Papa con gran satisfacción, dice que uno de los objetivos de este fue favorecer el enriquecimiento de las dos formas del único rito y recuerda que al final de la carta se dice que aquellos que celebran con el antiguo misal, deberían celebrar también con el nuevo y que en consecuencia de debe evitar de deslegitimar uno de los dos misales (Cfr.BUX, N., La riforma di Benedetto XVI, 2009, p.64.) . Dice el experto liturgista italiano que la misa "no es un show para volver interesante la religión, ni un museo de formas rituales grandiosas."
Y concluye "El pensamiento de Benedicto XVI sobre la renovación litúrgica querida por el concilio y compartida por la mayoría de los obipos, es que contiene riquezas aún no plenamente exploradas. La reforma litúrgica no es perfecta ni cerrada. Hay necesidad de correcciones e integraciones procediendo en forma diferente del tiempo post-conciliar. No imponiendo obligaciones sino aquellas necesarias, mostrando las posibilidades y alentando el debate." (Cfr. BUX, N. op.cit., p.107).

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