viernes, 7 de junio de 2013

"Lamentarse delante de Dios no es un pecado", dice el Papa Francisco




Ciudad del Vaticano (Miércoles, 06-06-2013, Gaudium Press) En la homilía proferida ayer durante la Celebración Eucarística que diariamente oficia en la Casa Santa Marta, el Papa Francisco hizo comentarios a propósito de la primera lectura de la Misa.
Él trató, entonces de la historia de Tobit y Sara. Ambos fueron colocados en situaciones dramáticas: Tobit queda ciego, colocando en riesgo la propia vida. Sara se casa con siete hombres que mueren en la noche de nupcias.
Tobit y Sara se lamentan, pero no blasfeman: "Lamentarse delante de Dios no es un pecado. El Señor oye, escucha nuestras lamentaciones", comenta el Papa.
Recordemos a Job, recomendó el Santo Padre, él lamentó: ‘Maldito el día en que vine al mundo...'. Y también pensemos en Jeremías, en su capítulo 20: ‘Maldito el día...'.
"Se lamentan inclusive con una maldición, pero no al Señor, sino a aquella situación".
Eso es humano, enseñó el Papa. Hay tantas situaciones trágicas, como niños desnutridos, refugiados, enfermos terminales. Pero a esas personas debemos pensar con nuestra carne, con nuestro corazón; y no de manera académica, con las estadísticas, pero sí humana. En esos casos, es preciso hacer lo que dice Jesús, o sea, rezar:
"Rezar por ellas. Ellas deben entrar en mi corazón, deben ser una inquietud para mí: mi hermano sufre, mi hermana sufre. Es ese...el misterio de la comunión de los Santos: rezar al Señor. Rezar, permítanme decir, con la carne: que nuestra carne rece. No con las ideas. Rezar con el corazón".

"Recemos para que nuestra oración llegue y sea un poco de esperanza para todos nosotros", concluyó el Papa Francisco. (JSG)

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