martes, 16 de abril de 2013

Sábado de la segunda semana de Pascua

sábado 13 Abril 2013
San Martín I




Leer el comentario del Evangelio por
Santa Teresa Benedicta de la Cruz : “Al instante, la barca tocó tierra en el lugar al que se dirigían.” (Jn 6, 21)
Lecturas
Hechos 6,1-7.

Por aquellos días, como el número de los discípulos iba en aumento, hubo quejas de los llamados helenistas contra los llamados hebreos, porque según ellos sus viudas eran tratadas con negligencia en el servicio diario.
Los Doce reunieron la asamblea de los discípulos y les dijeron: «No es correcto que nosotros descuidemos la Palabra de Dios por hacernos cargo de este servicio.
Por lo tanto, hermanos, elijan entre ustedes a siete hombres de buena fama, llenos del Espíritu y de sabiduría; les confiaremos esta tarea
mientras que nosotros nos dedicaremos de lleno a la oración y al ministerio de la Palabra.»
Toda la asamblea estuvo de acuerdo y eligieron a Esteban, hombre lleno de fe y Espíritu Santo, a Felipe, Prócoro, Nicanor, Timón, Pármenas y Nicolás, que era un prosélito de Antioquía.
Los presentaron a los apóstoles, quienes se pusieron en oración y les impusieron las manos.
La Palabra de Dios se difundía; el número de los discípulos en Jerusalén aumentaba considerablemente, e incluso un buen grupo de sacerdotes había aceptado la fe.

Salmo 33(32),1-2.4-5.18-19.

Buenos, festejen al Señor,
pues los justos le deben alabar.
Denle gracias, tocando la guitarra,
y al son del arpa entónenle canciones.
Pues recta es la palabra del Señor,
y verdad toda obra de sus manos.
El ama la justicia y el derecho,
y la tierra está llena de su gracia.
Está el ojo del Señor sobre los que le temen,
y sobre los que esperan en su amor,
para arrancar sus vidas de la muerte
y darles vida en momentos de hambruna.

Juan 6,16-21.

Al llegar la noche, sus discípulos bajaron a la orilla
y, subiendo a una barca, cruzaron el lago rum bo a Cafarnaúm. Habían visto caer la noche sin que Jesús se hu biera reunido con ellos,
y empezaban a formarse grandes olas debido al fuerte viento que soplaba.
Habían remado como unos cinco kilómetros cuando vieron a Jesús que caminaba sobre el mar y se acercaba a la barca, y se llenaron de espanto.
Pero él les dijo: «Soy Yo, no tengan miedo.»
Quisieron subirlo a la barca, pero la barca se encontró en seguida en la orilla adonde se dirigían.

Extraído de la Biblia Latinoamericana.

Leer el comentario del Evangelio por
Santa Teresa Benedicta de la Cruz, Edith Stein, (1891-1942), carmelita descalza, filosofa, mártir, copatrona de Europa
Poesía, salmo 4; 28/04/1936; paráfrasis salmo 45/46
“Al instante, la barca tocó tierra en el lugar al que se dirigían.” (Jn 6, 21)
Cuando la tempestad se desata
Tú, Señor eres nuestra fortaleza
Te alabaremos, Dios fuerte
auxilio nuestro
Nos amparamos en ti
confiamos en Ti
Aunque la tierra ser resquebraje
el mar embravecido nos amenace.
Que las corrientes malignas crezcan
y vacilen las montañas,
La alegría nos iluminará
porque Tú habitas en medio de nosotros.
La ciudad de Dios te alaba
en ella tienes Tu morada
La preservas en la santa paz
y un río poderoso protege la ciudad de Dios.
Braman las naciones
el poder de los estados se hunde
Cuando él levanta su voz
la tierra tiembla, estremecida.
El Señor está con nosotros
el Señor de los ejércitos
Tú eres para nosotros luz y salvación
no tememos.
Venid a ver, venid todos
a contemplar los prodigios de su poder
Todas las guerras se extinguen
la flecha del arquero se detiene
Tirad al fuego los arcos,
las lanzas y las flechas
El Señor está con nosotros
el Señor nos salva del desastre.

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