jueves, 18 de abril de 2013

Acacio de Melitene, Santo

Obispo, 17 de abril
Acacio de Melitene, Santo
Acacio de Melitene, Santo

Obispo

Martirologio Romano: En Melitene, en Armenia, san Acacio, obispo, que intervino en el Concilio de Efeso contra Nestorio para defender la fe católica, y después fue depuesto injustamente de su sede . ( c.435)

Etimológicamente: Acacio = Aquel que no tiene malicia, es de origen griego
El anacoreta san Eutimio cuenta que Acacio era lector en la iglesia de Melitene, en Armenia. Nacido de una rica familia y educado por ilustres maestros y letrados, el obispo Otrea lo nombró preceptor del propio Eutimio, posteriormente autor de la “Passio” del santo. Antes del Concilio de Efeso (431), en el cual tomó parte militando entre los antinestorianos, Acacio fue elevado al episcopado. El santo obispo estaba atado por amistad a Nestorio, pero era evidente que las posiciones de san Cirilo de Alejandría venían dictadas por la plena adhesión y fidelidad al Magisterio de la Iglesia y no por la antigua rivalidad entre las sedes de Alejandría, Constantinopla y Antioquía. Acacio se quejó, en todo caso, también de las ambiguas posiciones tomadas por Juan de Antioquía.

Acacio fue elegido, junto con otros siete, para presentarse ante el emperador Teodosio II y ponerlo al tanto de las complots de los antioquenos, quienes a su vez no dudaron en devolver la misma acusación contra Acacio. En realidad él siempre mantuvo una clara oposición a las teorías nestorianas mas, por haber participado en la consagración del sucesor de Nestorio en la sede constantinopolitana, Juan de Antioquía lo hizo destituir de la sede de Melitene. Este último se reconcilió finalmente con Cirilo de Alejandría, pero Acacio mantuvo una posición de abierta intransigencia.

Hacia el 435, el ex obispo de Melitene continuaba lamentando la venenosa supervivencia de la herejía nestoriana, oficialmente constituida y se decide a combatir a Teodoro de Mopsuesta, apoyado por Rabbula de Edessa, enviando cartas a los obispos de Armenia acerca de la conducta a seguir. Parece, en todo caso, que el santo no participó de las controversias monofisitas. Según Filartete, obispo de Cernicov, Acacio habría muerto en el 435, pero probablemente fue mucho después, en todo caso fue antes del 449, cuando en la cátedra de Melitene figura su sucesor Constantino. En el 449, en el concilio de Melitene, san Acacio fue evocado como “nuestro padre y nuestro doctor”.
San Acacio de Melitene, obispo y confesor
fecha: 17 de abril
fecha en el calendario anterior: 31 de marzo
†: c. 435 - país: Turquía
otras formas del nombre: Achatius
canonización: pre-congregación
hagiografía: Santi e Beati
En Melitene, en la antigua Armenia, san Acacio, obispo, que intervino en el Concilio de Éfeso contra Nestorio para defender la fe católica, y después fue depuesto injustamente de su sede.

El anacoreta san Eutimio narra que Acacio era lector en la iglesia de Melitene, en Armenia. Nacido de una rica familia y educado con insignes maestros y hombres de letras, el obispo Otrea lo nombró preceptor del propio Eutimio, posteriormente autor de la «Passio» del santo. Antes del Concilio de Éfeso (431), en el cual tomoó parte militando entre los antinestorianos, Acacio fue elevado al episcopado.

Nestorio ocupaba la sede de Constantinopla, y enseñaba una doctrina que llevaba a separar por completo en Cristo la persona humana, y la persona divina; a esta posición se oponía con firmeza san Cirilo de Alejandría, y con posiciones menos claras el patriarca Juan I de Antioquía. Dado que las tres sedes, Alejandría, Antioquía y Constantinopla, se mantenían siempre en una posición de rivalidad más o menos declarada, en una época en que aun no había sido del todo expresado en categorías teológicas el misterio de Cristo, era difícil saber si la oposición de unos a otros se debía a una auténtica búsqueda de la verdad del dogma o a luchas que provinieran de aquella rivalidad.

El santo obispo estaba ligado por amistad a Nestorio, pero era evidente que las posiciones de san Cirilo de Alejandría venían dictadas por la plena adhesión a la ortodoxia y no por la antigua rivalidad entre las sedes de Alejandría, Constantinopla y Antioquía. Acacio tuvo aun que insistir sobre la ambigua posición que tomaba Juan I de Antioquía. Acacio fue elegido junto con otros siete para ser enviado al emperador Teodosio II y ponerlo al tanto de las intrigas de los antioquenos, quienes a su vez no dudaron en volver la misma acusación contra Acacio. En realidad él mantuvo siempre una clara oposición a las teorías nestorianas mas, por haber participado en la consagración del sucesor de Nestorio en la sede constantinopolitana, Juan de Antioquía lo hizo deponer de la sede de Melitene. Juan finalmente se reconcilió con Cirilo de Alejandría, pero Acacio mantuvo una posición de abierta intransigencia.

Hacia el 435, el ex obispo de Melitene continuaba lamentando la venenosa supervivencia de la herejía nestoriana, oficialmente establecida, y se decide a combatir a Teodoro de Mopsuesta (cuyas posiciones cristológicas favorecían el nestorianismo), apoyado por Rabbula de Edessa, enviando cartas a los obispos de Armenia acerca de la conducta a seguir. Sin embargo, parece que el santo no participó de las controversias monofisitas. Según Filartete, obispo de Cernicov, Acacio habría muerto en el 435, pero probablemente fue más tarde, en todo caso antes del 449, cuando sobre la cátedra de Melitene figura su sucesor, Constantino. En el 449, en el concilio de Melitene, san Acacio fue homenajeado como «nuestro padre y nuestro doctor» .

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