jueves, 7 de marzo de 2013

Juan Ogilvie, Santo


Religioso Mártir. 10 Marzo
 
Juan Ogilvie, Santo
Juan Ogilvie, Santo
Religioso Mártir

El padre Juan Ogilvie procedía de una familia noble. Nació en Drum-na-Kelth (Escocia), en el año 1579 y fue educado en el calvinismo. A los trece años su padre lo envió a Francia, Italia y Alemania para darle una educación más completa.

Allí tuvo los primeros contactos con el catolicismo dado que las controversias religiosas eran muy populares en esos lugares. Se convirtió al catolicismo y fue recibido en la iglesia del colegio escocés de Lovaina en 1596, a los diecisiete años. Abrazar la fe católica significaba para Juan la ruptura con la familia y la pérdida del apoyo que de ella recibía, la renuncia a una carrera brillante y la persecución reservada a los traidores. El 15 de noviembre de 1599 ingresó al noviciado de los jesuitas en Brno, estudió filosofía en Gratz, fue profesor del colegio de los jesuitas en Viena y finalmente estudió la teología en Olmutz, siendo ordenado sacerdote en París el año 1610. Después de tres años de vida pastoral en la ciudad de Ruán consiguió permiso para ir a Inglaterra.

Llegó a Escocia, bajo la guía de un exoficial, dedicado al comercio de caballos, con el seudónimo de Juan Watson y fingiéndose tratante de caballos, pues las leyes contra los sacerdotes que ingresaban en la Gran Bretaña eran muy severas. Desembarcó en noviembre de 1613 en el puerto de Leith.

Concentró su actividad en Renfrewshire, Edimburgo y Glasgow, afrontando mil peligros. La comunidad católica del padre Ogilvie comenzó a crecer en la clandestinidad y se
Juan Ogilvie, Santo
Juan Ogilvie, Santo
hizo famoso por la insistencia con que predicaba el fervor en la vida católica; con grandes peligros, visitaba a los católicos: sir James MacDonald recordaba con satisfacción las visitas en la prisión del padre Ogilvie, quien fue traicionado y arrestado en Glasgow el 14 de octubre de 1614.

Fue sometido a torturas e interrogatorios prolongados para que denunciara a los católicos, llegando a privarle del sueño por ocho días consecutivos. Siendo interrogado sobre si la jurisdicción del Papa se extendía a la autoridad del rey en materia espiritual, lo afirmó constantemente declarando que estaba dispuesto a morir para defenderlo. En todos los juicios que se prolongaron durante meses, ya en Glasgow, ya en Edimburgo, el padre no retrocedió porque no podía, ni quería traicionar a Dios. La noticia de su heroísmo corrió por toda Escocia, de tal manera que los perseguidores y especialmente el arzobispo anglicano hubieran dado cualquier cosa para que renegara de su fe y aceptara la supremacía del rey. Aunque los guardias comenzaron a tratarlo con mayor rigor, el padre Ogilvie pudo escribir en latín un relato sobre su prisión; cuando lo terminó, consiguió deslizarlo por debajo de la puerta a algunos católicos que habían entrado en la cárcel. Al fin declaró: Salvaré mi vida solamente si puedo salvarla sin ser forzado a perder a Dios. No pudiendo conservar ambas cosas, pierdo voluntariamente el bien menor, por conservar el mayor. Fue sentenciado a morir como traidor. Los verdugos le ofrecieron la libertad si renegaba de la fe. Murió ahorcado el 10 de marzo de 1615, en Glasgow.

Fue beatificado en 1929 por el papa Pío XI y canonizado en 1976 por el papa Pablo VI.



San Juan Ogilvie, presbítero y mártir
fecha: 10 de marzo
n.: 1579 - †: 1615 - país: Reino Unido (UK)
otras formas del nombre: Ogilvy
canonización: B: Pío XI 22 dic 1929 - C: Pablo VI 17 oct 1976
hagiografía: Santi e Beati
En Glasgow, en Escocia, san Juan Olgivie, presbítero de la Orden de la Compañía de Jesús y mártir, que, desterrado en diversos países de Europa, después de estudiar teología durante muchos años fue ordenado sacerdote y volvió ocultamente a su patria, donde se entregó diligentemente al cuidado pastoral de sus conciudadanos, hasta que, encarcelado y condenado a muerte bajo el rey Jacobo VI, alcanzó en el patíbulo la gloriosa palma del martirio.

John Ogilvie (Ogilby) nació en 1579 en Drum, en Escocia, y de él no se sabe nada con certeza antes de 1593, cuando fue enviado, con catorce años, a estudiar en el continente, al igual que hacían muchas familias ricas de Gran Bretaña en aquel tiempo. Allí se convirtió al catolicismo, y entró en el Colegio escocés de Douai, en Francia, de donde en 1595 se trasladó a Lovaina, en Bélgica; luego pasó a Ratisbona, y luego estuvo con los jesuitas en Olmütz, donde sintió la llamada de Dios a la vida religiosa. Ingresó así al noviciado de los jesuitas en Brunn, Moravia, en 1599. Continuó luego su formación, y luego de un tiempo como profesor, vuelve en 1609 a Olmütz para estudiar teología, y es consagrado sacerdote en París en 1610, y destinado a Rouen.
Pero su deseo desde el tiempo de Lovaina era regresar a su Escocia natal, para trabajar en las misiones católicas. En Escocia, aunque las restricciones religiosas de la persecusión anticatólica eran las mismas que en Inglaterra, las víctimas eran aun muy pocas. Después de más de dos años de peticiones -se dirigió incluso al General de los jesuitas, Claudio Acquaviva-, fue escuchado, y en el otoño de 1613 pudo partir hacia Leith, un suburbio de Edimburgo. Después de 22 años de ausencia, finalmente llegó a Escocia con la falsa identidad de «Capitán Watson». Comenzó a trabajar en el apostolado misionero en Edimburgo, huésped de William Sinclair, un abogado del Parlamento y católico ferviente. Celebraba la Santa Misa con mucha frecuencia, predicando con efectividad a los muchos católicos que meditaban con interés su palabra, y visitaba disfrazado las cárceles para consolar a los prisioneros católicos.
También fue a Londres y Glasgow, y fue en esta ciudad que fue detenido el 4 de octubre de 1614, por denuncia de Adam Boyd ante el arzobispo protestante. Sufrió dolorosas torturas durante cuatro meses y permaneció estrechamente encadenado, por lo que podía hacer unos pocos movimientos. Compareció ante los tribunales de Escocia cinco veces entre 1614 y 1615, de lo que quedan dos detallados relatos de los procesos, uno elaborado por él mismo y completado por compañeros de prisión, y el otro el informe oficial hecho redactar por el Arzobispo protestante Spottiswood, inmediatamente después de la ejecución del mártir.
El 10 de marzo de 1615, el sacerdote fue declarado culpable de traición por un tribunal de Glasgow y condenado a muerte en la horca. La sentencia fue ejecutada esa misma tarde y fue enterrado inmediatamente en el cementerio de los condenados. De sus restos no se ha sabido nada. Su causa de beatificación se asoció en 1922 con las de muchos mártires ingleses, pero los obispos, el clero y los católicos de Escocia, pidieron un trato separado para gloria de la Iglesia de Escocia. Fue beatificado en 1929 por SS. Pío XI y canonizado por el Papa Pablo VI el 17 de octubre de 1976.
Traducido y resumido para ETF del artículo de Antonio Borrelli. Puede leerse aquí (en italiano) la homilía de SS Pablo VI en la misa de canonización.

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