lunes, 11 de marzo de 2013

Dulce Lopes Pontes, Beata


Religiosa, 13 de marzo
 
Dulce Lopes Pontes, Beata
Dulce Lopes Pontes, Beata

Religiosa

En Salvador de Bahía, Brasil, Beata Hermana Dulce, religiosa profesa de la Congregación de las Hermanas Misioneras de la Inmaculada Concepción de la Madre de Dios ( 1992)

Fecha de beatificación: 22 de mayo de 2011 durante el pontificadc de S.S. Benedicto XVI.
Nacida el 26 de mayo de 1914 en Salvador, capital del estado nororiental de Bahía y bautizada como María Rita Lopes Pontes, la religiosa, de la Congregación de las Hermanas Misioneras de la Inmaculada Concepción de la Madre de Dios, puede convertirse en la primera santa nacida en el Brasil, el país con el mayor número de católicos del mundo.

La Hermana Dulce entregó su vida al servicio de los necesitados y desarrolló una obra social en su natal Bahía donde fundó varios hospitales de caridad y una red de apoyo social que dirigió hasta su muerte, el 13 de marzo de 1992, a los 77 años de edad.

Por su obra, en 1988 fue candidata al Premio Nobel de la Paz y, en octubre de 1991, cinco meses antes de su muerte, recibió en su lecho de enferma la visita del hoy beato Juan Pablo II, durante la segunda visita del pontífice a Brasil.

Las Obras Sociales "Hermana Dulce", que continúan con el legado de la inminente beata, incluyen el Complejo Roma, una red de hospitales y centros de salud para los más pobres que atiende en Bahía a cinco millones de personas al año y el Centro Educativo San Antonio. Adicionalmente, la organización gestiona varios centros de salud del Municipio de Salvador.

El milagro

El proceso de beatificación de la hermana Dulce comenzó en 1999 y cuatro años después, en 2003, diez médicos brasileños y tres italianos certificaron un "caso extraordinario de cura", milagro que fue reconocido por unanimidad por la Congregación para las Causas de los Santos.

El milagro ocurrió en enero de 2001 cuando Claudia Santos de Araújo, del estado de Sergipe y devota de la Hermana Dulce, sufrió una grave hemorragia durante un parto y quedó en estado de coma, con lo cual los médicos le dieron sólo horas de vida.

Sin embargo, un sacerdote amigo que sabía de la fe de la mujer en la Hermana Dulce le oró pidiéndole por su salud y en cuestión de horas la parturienta estaba plenamente recuperada. Dos días después recibió el alta del hospital con su bebé, sin que los médicos lograran explicar lo sucedido.

La Hermana Dulce fue declarada venerable por el Vaticano en 2009 y el año pasado, cuando su cuerpo fue exhumado y transferido a la catedral de Salvador, el cadáver estaba intacto, momificado naturalmente, lo que fue interpretado por la Iglesia como una señal de santidad.

"Su caridad fue maternal, tierna. Su dedicación a los pobres tenía una raíz sobrenatural y de lo alto trajo energías y medios para poner en práctica una asombrosa actividad de servicio a los más humildes", consignó en su voto uno de los teólogos favorables a la apertura de la causa de beatificación.

Si después de la beatificación se comprueba un segundo milagro por su intercesión, la Hermana Dulce puede convertirse en la primera santa nacida en el Brasil, país que hasta ahora sólo tiene en lo más alto de los altares a Frei Antonio de Santa Anna Galvao (1739-1822), canonizado el 11 de mayo de 2007 por el Papa Benedicto XVI durante su visita al Brasil.


Beata Dulce Lopes Pontes de Souza Brito , virgen
fecha: 13 de marzo
n.: 1914 - †: 1992 - país: Brasil
otras formas del nombre: Hna Dulc de los Pobres
canonización: B: Benedicto XVI 22 may 2011
hagiografía: Zenit.org
En San Salvador, Bahía, Brasil, beata Dulce (Maria Rita) Lopes Pontes de Souza Brito, virgen, de las Hermanas Misioneras de la Inmaculada Concepción, que fundo varias obras sociales para la atención de los más necesitados.

Su nombre de pila era María Rita. Nació en 1914. Tenía seis años cuando murió su madre y sus tías se encargaron de su crianza. A la edad de 13 años una de ellas la llevó a conocer las áreas más pobres de su ciudad, hecho que le despertó una gran sensibilidad. Así, a los 18 años entró a formar parte de la Congregación de las Hermanas Misioneras de la Inmaculada Concepción de la Madre de Dios, donde comenzó a llamarse hermana Dulce.

Una de sus inspiraciones para el discernimiento de su vocación fue la vida de santa Teresita del Niño Jesús: "Creo que soy como el pequeño amor de mi pequeño corazón, que por más amor que tenga es poco para un Dios tan grande", escribía la hermana Dulce cuando ingresó al convento. "A ejemplo de santa Teresita, creo que deben ser agradables al Niño Jesús todos los actos pequeños de amor por menores que sean", dijo aquella vez.

Sus pequeños actos de amor, se tradujeron en grandes obras sociales: La hermana Dulce fundó la unión de trabajadores de San Francisco, un movimiento cristiano de obreros en Bahía. Luego comenzó a refugiar personas enfermas en casas abandonadas en una isla de Salvador de Bahía. Después fueron desalojados y ella trasladó este lugar de refugio a un antiguo mercado de pescado, pero el Ayuntamiento la obligó a dejar este lugar.

El único sitio donde podía recibir a más de 70 personas que necesitaban asistencia médica fue el gallinero del convento donde vivía. Este se convirtió rápidamente en un hospital improvisado. Así comenzó la historia de otra de sus fundaciones: el hospital San Antonio, el cual fue inaugurado oficialmente en mayo de 1959 con 150 camas. Actualmente recibe 3.000 pacientes cada día.

Hoy sus fundaciones se conocen con el nombre de Obras Sociales de la Hermana Dulce, y las siglas OSID (Obras Sociais Irmã Dulce, en portugués). Funciona como una entidad privada de caridad bajo las leyes brasileñas, acreditadas por el Estado federal y registradas por el Consejo Nacional de Bienestar y el Ministerio de Educación. Dentro de estas obras también se encuentra el Centro de Educación de San Antonio, ubicado en la región de Simões Filho, también en el estado de Bahía.

En sus últimos 30 años de vida, la salud de la hermana Dulce estaba muy debilitada. Sólo tenía el 30% de la capacidad respiratoria. En 1990 ésta comenzó a empeorar, y por 16 meses permaneció hospitalizada. Allí recibió la visita del hoy beato Juan Pablo II con quien había tenido una audiencia privada diez años antes. Luego fue trasladada al convento de San Antonio donde murió el 13 de marzo de 1992. Miles hombres y mujeres en condiciones de extrema pobreza, se congregaron para darle el último adiós ante sus restos mortales.

En 2010 su cuerpo fue trasladado a la Iglesia de la Inmaculada Concepción de la Madre de Dios, donde se descubrió que había permanecido incorrupto de manera natural. El milagro para su beatificación ocurrió en 2001 cuando Cláudia Cristiane Santos, hoy con 42 años, sobrevivió de una hemorragia incontrolable luego de haber dado a luz. El sangrado no cesaba a pesar de que le habían hecho tres cirugías. Los médicos habían perdido toda esperanza de que sobreviviera y cuando sus familiares pidieron la intercesión de la hermana Dulce, en una cadena de oración liderada por el padre José Almí de Menezes, ésta paró de manera inmediata. Este hecho fue la confirmación de una vida virtuosa, centrada en la oración y la caridad desde las cosas pequeñas: "El amor supera todos los obstáculos, todos los sacrificios", decía la hermana Dulce.

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