domingo, 10 de febrero de 2013

Pedro de Jesús Maldonado Lucero, Santo


Sacerdote y Mártir, 11 de febrero
 
Pedro de Jesús Maldonado Lucero, Santo
Pedro de Jesús Maldonado Lucero, Santo

Sacerdote y Mártir

Martirologio Romano: En Chihuahua, en México, san Pedro Maldonado, presbítero y mártir, que durante la persecución, arrestado mientras administraba el sacramento de la penitencia, alcanzó el triunfo del martirio al ser golpeado en la cabeza (1927).

Es el primer santo y mártir de Chihuahua, México.

Fecha de beatificación: 21 de mayo de 2000, hunto a 24 compañeros mártires, por el Papa Juan Pablo II.
Pedro de Jesús fue hijo legítimo del señor Apolinar Maldonado y de la señora Micaela Lucero, y tuvo siete hermanos. Nació en un barrio de la ciudad de Chihuahua conocido como San Nicolás. Pedro Maldonado entró al seminario docesano a los 17 años de edad, donde tuvo un buen desempeño, sin ser el mejor de los estudiantes. En los años de 1913 a 1914 ante la persecución religiosa muchos seminaristas huyeron a El Paso Texas, pero Pedro permaneció en la capital de Chihuahua, aunque fue también ordenado en El Paso Texas, ya que el Obispo de Chihuahua se encontraba enfermo en el Distrito Federal.

Trabajó por los indígenas Tarahumaras y buscó reducir la cantidad de bebidas alcohólicas que se consumían. Vivió en el distrito de Jiménez y allí fue perseguido y en múltiples ocasiones, y golpeado por grupos masónicos aún dentro de la iglesia.

El Padre Maldonado era sensible a las necesidades de la gente. Solía ayudar a los pobres con dinero y ropa y él mismo crió y educó a un huérfano pobre. Le gustaba visitar los campos en tiempo de cosecha y los campesinos le pedían que les bendijera los campos invadidos por plagas de langosta. Son muchos los testimonios de que más de una vez expulsó las langostas de los campos con su oración. Tuvo un interés especial en la educación católica de los niños, los jóvenes y los adultos y les explicaba la historia de la salvación por medio de fotografías.

Entre 1926 y 1929 fue constantemente cazado según biógrafos "como a un animal". Los tres periodos de la persecución religiosa vieron al Padre Maldonado huyendo constantemente de la policía y de los agentes de gobierno. El Viernes Santo de 1936, mientras regresaba a su escondite en el poblado llamado La Boquilla, en Santa Isabel, después de una visita para ayudar a una mujer moribunda en la vecindad de la estación del tren del mismo pueblo, fue emboscado junto con sus acompañantes. Al día siguiente se contaron doscientos cartuchos en el lugar de la emboscada.

Su Martirio

El Padre Pedro de Jesús Maldonado murió en la ciudad de Chihuahua el 11 de febrero de 1937, en el día del aniversario número 19 de su cantamisa.

Fue sacerdote de la diócesis de Chihuahua y hasta el momento de su muerte había estado ejerciendo su ministerio en la parroquia de Santa Isabel, que tiene su sede en el pueblo del mismo nombre, al que los revolucionarios pocos años antes habían cambiado por el de General Trías, con la intención de borrar de la geografía chihuahuense toda alusión al catolicismo.

La causa de su muerte fue una brutal y salvaje golpiza que le causó un severo daño cerebral y heridas en diversas partes del cuerpo. Esto sucedió en la presidencia municipal de Santa Isabel el 10 de febrero, Miércoles de Ceniza en aquel año, y terminó al día siguiente en Chihuahua.

En el Registro Civil de la ciudad de Chihuahua, en el libro número 117, de la Sección de Defunciones, está registrada el acta número 171, firmada por el Juez del Registro Civil en la que hace constar que a las 17 horas. 15 minutos, del jueves 11 de febrero de 1937, recibió un oficio del Juzgado 1o. de lo Penal, número 106, del Distrito Morelos, Chihuahua, en el que se le comunica que le fue practicada la autopsia de ley al cadáver de quien en vida llevara el nombre de PEDRO MALDONADO y se ordena proceder de inmediato a su inhumación.

Según esa misma acta, el difunto contaba al momento de fallecer 42 años de edad, era sacerdote católico originario de la ciudad de Chihuahua y vecino de General Trías.

Dice también que era hijo legítimo del señor Apolinar Maldonado y de la señora Micaela Lucero, ya fallecidos, y que tenía siete hermanos. Que la causa de su muerte fueron lesiones en el cráneo, y que se trataba, presuntamente de un homicidio.

El juez dispuso también que se verificara la inhumación del cadáver ese mismo día a las dieciocho horas en el Panteón de Dolores, en el lote particular de la familia Enríquez.

Firme y constante creencia popular de que murió como mártir

Como se ve, la suposición del juez, basada en la autopsia, sobre la causa de muerte del sacerdote, es que fue por homicidio, cosa que posteriormente sería probada por los testigos oculares y los documentos relacionados con el caso, realizado bajo el abrigo de la ley.

Para el pueblo de Chihuahua, así como para sus hermanos sacerdotes y el obispo diocesano, don Antonio Guízar y Valencia, el Padre Maldonado fue un mártir.

Esta firme y constante creencia popular fue confirmada por la voz oficial de la Iglesia cuando el Papa Juan Pablo II lo declaró beato en 1992 lo canonizó en el año 2000.

El Padre Maldonado fue el único sacerdote sacrificado durante los largos y tortuosos años de persecución religiosa en Chihuahua y por esa misma razón su caso amerita atención especial.

Todavía más que la muerte de Pancho Villa, el asesinato del P. Maldonado conmocionó no sólo al pueblo de Chihuahua sino también más allá de las fronteras del estado y de México.

Lo que más horrorizó a la gente fueron los métodos bestiales y la brutalidad empleados en el asesinato.

El Padre Maldonado fue asesinado en un tiempo en que la persecución religiosa de los años treinta, desatada en México bajo el gobierno del general Lázaro Cárdenas, estaba declinando.

En Chihuahua, Gustavo Talamantes había sucedido al despótico Rodrigo M. Quevedo en la silla gubernamental algunos meses antes.

La conmoción que provocó el asesinato del P. Maldonado no benefició al gobierno recién instalado de Talamantes y provocó el escepticismo en los esfuerzos y la autenticidad de Cárdenas por pacificar a México.

Plutarco Elías Calles vivía en exilio en los Estados Unidos, deshonrado públicamente y arrojado del poder por su propio hijo político. Lo acompañaba Luis L. León, ex-gobernador de Chihuahua y ex-ministro de gobierno.

La sombra de Rodrigo M. Quevedo perseguía al gobierno de Talamantes, para quien el alcalde de Ciudad Juárez, hermano de Quevedo, se había convertido en un verdadero dolor de cabeza. Los políticos, que se llamaban a sí mismo revolucionarios, de la noche a la mañana se volvieron ricos y también los miembros de sus familias.

La tortura y el asesinato eran comunes en los calabozos de los cuarteles de policía. Los gritos de los prisioneros eran ahogados por los trenes que pasaban en medio del silencio de la noche en la ciudad de Chihuahua.

El 23 de octubre de 1985 la Santa Sede dio el ´Nihil obstat" (nada obsta) para que se abriera oficialmente la Causa.

El 13 de julio de 1986 Mons. Adalberto Almeida y Merino publicó el decreto por medio del cual se daba inicio oficialmente a la Causa de Canonización del Padre Maldonado.

El 4 de febrero de 1992 la Santa Sede aprobó por unanimidad la Causa de los Mártires Mexicanos, conocida como "Causa del Siervo de Dios Cristóbal Magallanes y sus 24 compañeros mártires", entre los cuales se contaba al Padre Maldonado.

De ellos 22 eran sacerdotes y tres eran laicos.

El que estos mártires fueran "compañeros" no significa que hubieran muertos todos juntos, sino que el proceso de beatificación y canonización los englobaba a todos en el mismo grupo.

Casi todos estos mártires murieron entre 1926 y 1928, excepto el P. David Galván Bermúdez, que fue asesinado en 1915, y el P. Pedro Maldonado, que fue asesinado en 1937.

Los esfuerzos anteriores culminaron el 22 de noviembre de 1992, cuando el Papa Juan Pablo II beatificó solemnemente, en la basílica de San Pedro, al P. Cristóbal Magallanes y a sus 24 compañeros mártires, entre éstos al padre Pedro Maldonado.

Después de la beatificación el proceso siguió adelante para obtener también la canonización, que es la culminación del proceso y que autoriza a venerar a estos mártires no sólo en sus propias regiones sino en todo el mundo.

El 28 de junio de 1999, en presencia del Papa Juan Pablo II, la Congregación de las Causas de los Santos promulgó los decretos para la canonización de los mártires.

Finalmente, el 10 de marzo del año 2000, en Consistorio ordinario público, el Papa Juan Pablo II señaló oficialmente la fecha del 21 de mayo del Año del Gran Jubileo del 2000 para la canonización de nuestros mártires.

Conviene que recordemos todos sus nombres:

Cristobal Magallanes Jara, Sacerdote
Roman Adame Rosales, Sacerdote
Rodrigo Aguilar Aleman, Sacerdote
Julio Alvarez Mendoza, Sacerdote
Luis Batis Sainz, Sacerdote
Agustin Caloca Cortés, Sacerdote
Mateo Correa Magallanes, Sacerdote
Atilano Cruz Alvarado, Sacerdote
Miguel De La Mora De La Mora, Sacerdote
Pedro Esqueda Ramirez, Sacerdote
Margarito Flores Garcia, Sacerdote
Jose Isabel Flores Varela, Sacerdote
David Galvan Bermudez, Sacerdote
Salvador Lara Puente, Laico
Pedro de Jesús Maldonado Lucero, Sacerdote
Jesus Mendez Montoya, Sacerdote
Manuel Morales, Laico
Justino Orona Madrigal, Sacerdote
Sabas Reyes Salazar, Sacerdote
Jose Maria Robles Hurtado, Sacerdote
David Roldan Lara, Laico
Toribio Romo Gonzalez, Sacerdote
Jenaro Sanchez Delgadillo
David Uribe Velasco, Sacerdote
Tranquilino Ubiarco Robles, Sacerdote

Para ver las biografías de los Mártires Mexicanos del siglo XX
Haz Click AQUI



San Pedro de Jesús Maldonado Lucero, presbítero y mártir
fecha: 11 de febrero
n.: 1892 - †: 1927 - país: México
canonización: B: Juan Pablo II 22 nov1992 - C: Juan Pablo II 21 may 2000
hagiografía: Mártires Mexicanos
En Chihuahua, en México, san Pedro de Jesús Maldonado Lucero, presbítero y mártir, que, arrestado durante la persecución contra la Iglesia mientras administraba el sacramento de la Eucaristía, alcanzó el triunfo del martirio al ser golpeado mortalmente en la cabeza.
Ver más información en:
Mártires mexicanos (1915-1937)

Nació en Sacramento, Chihuahua, el 8 de junio de 1892, hijo de Apolinar Maldonado y de Micaela Lucero. Tenía 17 años cuando sintió la vocación y, por los consejos de sus maestros, ingresó al Seminario Conciliar de Chihuahua. Las condiciones de pobreza por las que atraviesa el Seminario, en especial la deficiente alimentación, fueron la causa de que se desarrollara débil y enfermizo. En 1918 fue enviado a El Paso, Texas, para recibir las órdenes sagradas, pues el Señor Obispo de Chihuahua estaba enfermo. Le fue conferida la ordenación sacerdotal por el Obispo Don Jesús Schuler, S.J., la mañana del 25 de enero de 1918, en la Catedral de San Patricio. Celebró su Primera Misa en la Parroquia de la Sagrada Familia, Chihuahua, el 11 de febrero, festividad de la Virgen de Lourdes. Su salud no fue muy buena ya que incluso por ese motivo tuvo que renunciar al encargo de su Parroquia de Jiménez; posteriormente, el 1° de enero de 1924, fue nombrado párroco de Santa Isabel, en donde permaneció hasta su muerte, en 1937. Encendió el entusiasmo y la piedad en sus feligreses. Se incrementaron sobremanera la adoración nocturna y la adoración perpetua al Santísimo Sacramento. Fomentó el amor y devoción a la Santísima Virgen María en sus diversas advocaciones.
En 1926 se desató la persecución religiosa, se suspendió el culto público, se cerraron templos, seminarios y escuelas; sin embargo, hasta 1929 no se registraron mayores conflictos debido a la sensatez de las autoridades de Chihuahua; fue hasta 1931-1932, cuando se desató una nueva persecución en Chihuahua, se persiguió y desterró a sacerdotes, se cerraron templos, se obligó a maestros a firmar declaraciones y adhesiones impías, se prohibieron manifestaciones de protesta. En 1934, el Padre Maldonado fue preso y desterrado a El Paso, Texas, en donde no permaneció mucho tiempo y en cuanto regresó a Santa Isabel, se dirigió al rancho "El Pino", en donde permaneció un año, hasta que en 1936 decidió quedarse en un poblado cerca de Santa Isabel, "La Boquilla del Río", donde una heroica familia cristiana convirtió su casa en oratorio, en el que casi públicamente celebraba los actos de culto.
La Semana Santa de 1936 la celebró con especial solemnidad. El Viernes Santo realizó los oficios divinos. Terminando el sermón del pésame, una persona lo llamó para que fuera a confesar a unos enfermos en un lugar peligroso de la parroquia. Al regreso fueron sorprendidos a balazos, que les llovían por todos lados. El 10 de febrero de 1937, Miércoles de Ceniza, se dedicó a confesar e imponer ceniza, cuando se presentaron un grupo de hombres armados y alcoholizados, que iban a aprehender al Padre, y aunque los pobladores quisieron ocultarlo, finalmente fue arrestado. Echaron al Padre andando por delante de los caballos, descalzo; y seguido por algunas personas, tomaron el camino a Santa Isabel. El Padre comenzó a rezar el rosario y todos contestaban, menos los esbirros, que en ocasiones trataban de echarle el caballo encima. Así recorrió casi tres kilómetros, hasta llegar a Santa Isabel.
Arribaron a la Presidencia y sólo el padre pasó la puerta de entrada; el Presidente Municipal lo tomó de los cabellos y le propinó un golpe. Al llegar al segundo piso, Andrés Rivera, cacique de los políticos de la región, lo recibió con un tremendo pistolazo en la frente, quebrándole el cráneo en círculo y saltándole casi el ojo izquierdo. De allí, los esbirros, siguieron golpeando al indefenso sacerdote con las culatas de los rifles, arrastrándole por la escalera hasta el segundo piso. Allí quedo tirado, inconsciente, bañado en su sangre inocente y, apretando el relicario sobre su pecho, permaneció hasta el momento de su muerte. Los malhechores se dispersaron.
Aún con vida fue socorrido por unas mujeres que lo llevaron a Chihuahua al Hospital Civil, en donde recibió la absolución, la santa unción y la bendición papal. En la madrugada del día siguiente murió. El cadáver fue llevado a la casa episcopal y ataviado con todas las vestiduras sacerdotales; en un sencillo ataúd fue colocado en la capilla ardiente que se improvisó en la sala Cementerio de Dolores, para después ser llevado al Cementerio de Dolores, en el lote de la familia Enríquez. Se hizo el diseño de un sencillo monumento, y en él la inscripción «Tú eres sacerdote». El sangriento asesinato del padre Maldonado provocó la molestia de la población, que pese a las amenazas, se movilizó en una manifestación pidiendo el respeto y la libertad de culto.


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