viernes, 15 de febrero de 2013

El Ángelus



CONSAGRACIÓN DIARIA A MARÍA

Oh, señora y Madre mía,
con filial cariño vengo
a ofrecerte en este día
cuanto soy y cuanto tengo:
Mis ojos para mirarte,
mi voz para bendecirte,
mi vida para servirte,
mi corazón para amarte.
Acepta, Madre, este don
que te ofrenda mi cariño
y guárdame como a un niño
cerca de tu corazón.
Dios te salve, María....
ÁNGELUS
V. El Ángel del Señor anunció a María, R. Y concibió por obra del Espíritu Santo.
Avemaría.

V. He aquí la esclava del Señor. R. Hágase en mi según tu palabra.
Avemaría.

V. Y el Verbo se hizo carne. R. Y habitó entre nosotros.
Avemaría.

V. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.
Oración
Te suplicamos, Señor, que derrames tu gracia en nuestras almas para que los que, por el anuncio del Ángel, hemos conocido la encarnación de tu Hijo Jesucristo, por su Pasión y Cruz seamos llevados a la gloria de su Resurrección. Por el mismo Jesucristo Nuestro Señor.
R. Amén.

Bendita sea tu pureza
y eternamente lo sea,
pues todo un Dios se recrea,
en tan graciosa belleza.
A ti, celestial princesa,
Virgen sagrada María,
yo te ofrezco en este día
alma, vida y corazón,
mírame con compasión,
no me dejes, Madre mía
Morir sin tu bendición sería mi perdición
por eso el cielo te canta mi niña mi niña linda
y hoy yo te quiero cantar éste canto de amor
Hoy todo mi ser yo pongo a tus pies
por ti llegaré a Jesús contemplar
oh virgen santa te vengo a pedir
que vos nunca me dejéis
ACCIÓN DE GRACIAS
Gracias por ser Santa María.
Gracias por haberte abierto a la gracia,
y a la escucha de la Palabra, desde siempre.
Gracias por haber acogido en tu seno purísimo
a quien es la Vida y el Amor.
Gracias por haber mantenido tu “Hágase”
a través de todos los acontecimientos de tu vida.
Gracias por tus ejemplos dignos de ser acogidos y vividos.
Gracias por tu sencillez, por tu docilidad, por esa magnífica sobriedad,
por tu capacidad de escucha, por tu reverencia,
por tu fidelidad, por tu magnanimidad,
y por todas aquellas virtudes que rivalizan en belleza entre sí
y que Dios nos permite atisbar en Ti.
Gracias por tu mirada maternal, por tus intercesiones, tu ternura,
tus auxilios y orientaciones.
Gracias por tantas bondades.
En fin, gracias por ser Santa María, Madre del Señor Jesús y nuestra.
Amén
 

No hay comentarios: