lunes, 11 de febrero de 2013

Cristina de Spoleto, Beata


Seglar Agustina, 13 de febrero
 
Cristina de Spoleto, Beata
Cristina de Spoleto, Beata

Seglar Agustina

Martirologio Romano: En Spoleto, ciudad de la Umbría, beata Cristina (Agustina) Camozzi, la cual, muerto su esposo, cedió por un tiempo a la concupiscencia de la carne, pero convertida, escogió la vida penitente, ingresando en la Orden Secular de San Agustín, distinguiéndose por su vida de plegaria y por el servicio a enfermos y pobres (1458).

Etimología: Cristina = Aquella que sigue al Mesías, es de origen griego.

Fecha de beatificacion: Culto confirmado por el Papa Gregorio XVI en el año 1834.
El inicio de la vida de esta figura femenina italiana puede muy bien colocarse en el instante en el que ella, en torno a 1450 o algo más tarde, decidió cambiar de vida y, abandonando la familia y los lugares en que había vivido, vistió el hábito de agustina secular. De ella sólo se sabía que era muy joven, hermosa, que decía llamarse Cristina, y que deseaba ardientemente dedicarse al seguimiento de Cristo.

Su existencia fue un peregrinar permanente en busca de un lugar donde vivir en el olvido más absoluto. Su penitencia fue extraordinariamente dura. La vida de piedad, su oración y sus obras de misericordia con los necesitados se multiplicaban cada día. Vivió en diversos monasterios de Agustinas; pero se alejaba de ellos tan pronto como advertía que le dispensaban trato y aprecio especiales.

En 1457, comenzó una peregrinación, deseosa de visitar los lugares santos de Asís, Roma y el Santo Sepulcro. En compañía de otra terciaria, llegó a Spoleto, donde permaneció hasta el final de sus días, dedicándose a la asistencia de los enfermos en el hospital de la ciudad.

Después de haber vivido intensamente su nueva vida durante unos años, quizá sin alcanzar los treinta de edad, el 13 de febrero de 1458 entregó su alma al Señor, con gran fama de santidad, sellada con muchos milagros.

En estas noticias hay concordia entre los hagiógrafos. No así sobre el tiempo precedente a su heroica decisión de huir del mundo permaneciendo en él, motivo por el que se la conoce bajo varias denominaciones. Algunos la consideran perteneciente a la familia de los Visconti de Milán o a la de los Semenzi de Calvisano, no distante de Brescia. Para éstos la fuga habría sido motivada por el deseo de liberarse de quienes insistían en casarla contra sus propios deseos e ideales. Otros la presentan con el nombre de Agustina, nacida en las proximidades del lago de Lugano entre 1432 y 1435.

Según esta versión, se llamaba Agustina Camozzi, hija de un médico de nombre Juan Camozzi, vecino de Osteno (Como), y casada todavía muchacha con un artesano del lugar, un cantero. Al quedar viuda tras breve convivencia, habría mantenido una relación con un caballero milanés, oficial del ejército, del que tuvo un hijo, muerto muy niño. Casada en segundas nupcias, con un campesino de Mariana, diócesis de Mantua. Se enamoró perdidamente de ella un militar, que terminó por asesinar a su marido. Por ésta, u otras causas, el asesino fue castigado con la pena capital.

Agustina decide cambiar totalmente de vida. Escoge Verona como residencia y allí, deseando imitar a Cristo y tomando el nombre de Cristina, hace profesión como agustina secular.

¿Visconti, Semenzi o Camozzi? ¿Modelo de vida sin mancha o de convertida? La respuesta se la llevó Cristina consigo a la tumba.

Su cuerpo fue sepultado en la iglesia de san Nicolás de Spoleto, en aquel entonces regida por los agustinos. Numerosas gracias y milagros atribuidos a su intercesión contribuyeron a acrecentar y difundir el culto nacido inmediatamente después de su muerte, que Gregorio XVI ratificó en 1834, proclamándola beata.

ORACIÓN
Oh Dios,
que no quieres la muerte del pecador,
sino que se convierta y viva;
haz que, también nosotros,
siguiendo el ejemplo de la beata Cristina,
demos frutos saludables de verdadera penitencia y conversión.
Por Nuestro Señor Jesucristo.
Amén.

 
    
Beata Cristina Camozzi, viuda
fecha: 13 de febrero
n.: 1435 - †: 1458 - país: Italia
otras formas del nombre: Cristina de Spoleto
canonización: Conf. Culto: Gregorio XVI 1834
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
En Spoleto, ciudad de la Umbría, beata Cristina (Agustina) Camozzi, la cual, muerto su esposo, cedió por un tiempo a la concupiscencia de la carne, pero recuperada de nuevo la fe, escogió una vida penitente e ingresó en la Orden Secular de San Agustín, donde se distinguió por su entrega incesante a la plegaria y por el servicio a enfermos y pobres.
oración:
Oh Dios, que no quieres la muerte del pecador, sino que se convierta y viva; haz que, también nosotros, siguiendo el ejemplo de la beata Cristina, demos frutos saludables de verdadera penitencia y conversión. Por nuestro Señor Jesucristo. Amén.

Se cuenta que Cristina pertenecía a la familia Visconti de Milán y que fue notable por su extraordinaria precocidad religiosa. Cuando tenía poco más de cinco años, ya llevaba vida de oración y mortificación. Cuando tenía diez años, sus padres comenzaron a hablar de gestionar un matrimonio para ella: ella se opuso a la idea, porque deseaba ser monja, pero sus padres persistieron por el deseo de tener herederos. La contienda duró dos años y sólo tenía doce, cuando dándose cuenta de que la iban a obligar a contraer matrimonio, se escapó con una joven sirvienta. Cristina vistió el hábito de las ermitañas de San Agustín.

Las dos jóvenes anduvieron errantes por años, sin tener morada fija y viviendo de lo que podían. Cuando tenía unos veinte años, Cristina fue en peregrinación a Asís. Al pasar por Espoleto, se alojó con una santa mujer llamada Galitia. Después de visitar Asís, se encontró separada de su amiga, que había salido de la iglesia después de hacer sus devociones, mientras que Cristina había pasado la noche allí en oración. Al día siguiente, Cristina buscó por todas partes a su compañera; recorrió Asís y todos los poblados vecinos, pero fue en vano. De vuelta a Espoleto, se unió al personal de un hospital y pasó varios meses cuidando a los enfermos. Durante todo este tiempo nunca disminuyó sus mortificaciones, que eran un tanto excesivas. En esos días, encontró a su antigua amiga, Galitia, quien la convenció para que permaneciera con ella por un tiempo; mientras estaba allí, le vino a Cristina una fiebre, de la cual murió a la edad de veintidós años. Se cuenta que por su intercesión se obraron numerosos milagros de curación, tanto en su tumba como en otras partes.

El compendio de la historia aquí relatada está tomado de los bolandistas del siglo diecisiete, quienes a su vez la tomaron del historiador agustino, Cornelius Curtius, y la publicaron en el Acta Sanctorum, febrero, vol. II. Investigaciones posteriores, sin embargo, han mostrado que es una narración novelesca. Sin duda alguna que existió una santa penitente llamada Cristina, que murió en Espoleto el 13 de febrero de 1458, después de pasar tres o cuatro años en austeridades que admiran al lector moderno. Pero esta Cristina no tenía ninguna conexión con la ilustre familia Visconti. Su nombre era Agustina Camozzi, y era hija de un digno médico que vivía cerca del Lago Lugano. Siendo muy joven, había llevado una vida algo desordenada y mundana, pero murió a la edad de veintitrés años poco más o menos, después de expiar sus pecados con la más austera penitencia.

Los hechos se han aclarado gracias a M. E. Motta en el Boíletino storico della Svizzera italiana, vol. XV (1873), pp. 85-93. Cfr. también la Analecta Bollandiana, vol. XIII (1894), p. 411, y XXXVIII (1920), pp. 434-435.
fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI

No hay comentarios: