viernes, 9 de marzo de 2012

Viniste como amigo

*

Llegaste a mí, humilde y discretamente,

para ofrecerme tu amistad.

Me elevaste a tu nivel, abajándote Tú al mío,

y deseas un trato familiar,

pleno de abandono.

Permaneces en mí misteriosamente,

como un amigo siempre presente,

dándoseme siempre,

y colmando por completo

todas mis aspiraciones.

Al entregártenos,

poseemos contigo toda la creación,

pues, todo el universo te pertenece.

Para que nuestra amistad sea perfecta,

tú me asocias a tus sufrimientos y alegrías,

compartes conmigo tus esperanzas,

tus proyectos, tu vida.

Me invitas a colaborar en tu obra redentora,

a trabajar contigo con todas mis fuerzas.

Quieres que nuestra amistad

sea fecunda y productiva,

para mí mismo y para los demás.

Dios amigo del hombre,

Creador amigo de la creatura,

Santo amigo del pecador.

Eres el amigo ideal,

que nunca falla en su fidelidad

y nunca se rehúsa a sí mismo.

Al ofrecimiento de tan magnífica amistad,

quisiera corresponder

como Tú lo esperas y mereces,

procediendo siempre como tu amigo.

Amén

No hay comentarios: