jueves, 15 de marzo de 2012

Patriarca, Papa y Doctor de la Iglesia San Gregorio Magno



Ramillete espiritual: «Entonces los justos resplandecerán como el sol en el reino de su Padre.» Mt. 13, 43

San Gregorio Magno

SAN GREGORIO MAGNO
Papa y Doctor de la Iglesia
(540-604)

San Gregorio Magno nació en Roma el año 540, de noble familia. Nació en un momento límite, cuando la caída de Roma se acentuaba y empezaba una nueva época. Es el último de los grandes Padres de Occidente y el primer hombre medieval. Sus obras serían el primer alimento espiritual de la Edad Media, hasta San Bernardo, Santo Tomás y Santa Teresa de Jesús.

En el monte Celio estaba el palacio familiar. Allí recibió Gregorio la primera educación, hondamente cristiana, de parte de sus padres, Gordiano y Silvia. Ellos y sus tías Társila y Emiliana, están en el catálogo de los santos.

Gregorio se preparó muy bien en derecho, al que desde Justiniano se daba gran importancia. Más tarde fue nombrado prefecto de la ciudad, Italia había sido arrasada por las invasiones de los lombardos. Roma estaba en ruinas. En su tiempo desaparecen los cónsules, cuando Gregorio será llamado Cónsul de Dios. Era una situación calamitosa.

Fue entonces cuando se encontró con dos benedictinos que procedían de Montecassino, que habían conocido a San Benito. De sus labios tomó los relatos llenos de candor que luego recogió en sus deliciosos e ingenuos Diálogos. ¿Qué camino tomar?, se preguntaba el Santo. Así lo escribía a su íntimo amigo San Leandro de Sevilla, en tales tonos de cordial amistad que son difíciles de superar. Por fin se decidió. Convirtió en monasterio su palacio del monte Celio y empezó allí su vida monacal.

Estudió intensamente la Sagrada Escritura y la vida de los monjes de Occidente. Se distinguió por su austeridad de vida y por la intensidad de su oración. Por eso es llamado doctor de la compunción y de la contemplación, pues fue modelo acabado tanto en ascética como en mística.

Benedicto I lo envió como nuncio a Constantinopla, donde pasó ocho años. Vuelto a Roma, el desbordamiento del Tíber produjo muchas calamidades: hambre y peste sobre todo. Una de las víctimas de la peste fue Pelagio II. Reunidos el clero, el senado y el pueblo, eligieron Papa al diácono Gregorio. Le costó mucho dejar su soledad, pero aceptó.

Era el primer Papa monje, estilo que introdujo en la espiritualidad y liturgia de su pontificado. Publicó la Regla Pastoral, que fue el código de los obispos durante la Edad Media. Restauró la disciplina.

Una de sus grandes obras fue la conversión de Inglaterra, por el envió de monjes, capitaneados por Agustín de Cantorbery. En su tiempo los visigodos abjuraron el arrianismo en el Concilio III de Toledo el 589.

Renovó el culto y la liturgia con el famoso Sacramentario. Dio al pontificado un gran prestigio, como San León Magno. Renovó la práctica de las estaciones cuaresmales en las iglesias romanas, para las que compuso Cuarenta homilías sobre los Evangelios. Fomentó las buenas obras, la piedad, el culto de las reliquias, las devociones populares.

La reforma más famosa fue la del canto, llamado por ello gregoriano. Publicó el Antifonario y formó una gran Schola Cantorum. Aunó los diversos cantos dispersos, en una sola liturgia, absorbiendo los diversos ritos, exceptó el ambrosiano y el mozárabe.

Es el escritor más fecundo de los papas medievales. Aparte de las obras ya citadas, tenemos su Epistolario, que contiene 859 cartas, Las 22 homilías sobre Ezequiel y El comentario a los libros de Job o las Morales, que tanto usaron Santa Teresa y otros Santos. Junto con San Ambrosio, San Agustín y San Jerónimo, es uno de los cuatro padres de Occidente.


"La prueba del amor está en las obras. Donde el amor existe se obran grandes cosas y cuando deja de obrar deja de existir".

- San Gregorio Magno


San Gregorio Magno es el cuarto y último de los originales Doctores de la Iglesia Latina. Defendió la supremacía del Papa y trabajó por la reforma del clero y la vida monástica.

Combatió la herejía nestoriana. Hizo contribuciones claves a la cristología.

Nació en Roma alrededor del año 540, hijo de Gordianus, un senador afluente que llegó a renunciar al mundo y ser uno de los siete diáconos de Roma.

Después de que Gregorio adquiriese una buena educación, el Emperador Justino lo nombró, en 574, magistrado principal de Roma. Tenía solo 34 años.

Después de la muerte de su padre edificó siete monasterios, el último de los cuales fue en su propia casa en Roma, que se llamó Monasterio Benedictino de San Andrés. El mismo tomó al hábito monástico en el 575, a la edad de 35 años. Fue ordenado diácono y nombrado legado pontificio en Constantinopla.

Después de la muerte de Pelagio, San Gregorio fue escogido unánimemente Papa por los sacerdotes y el pueblo, el día 3 de septiembre del año 590. Ejerció su cargo como verdadero pastor, en su modo de gobernar, en su ayuda a los pobres, en la propagación y consolidación de la fe. Mantenía contacto con todas las iglesias y a pesar de sus sufrimientos y labores, compuso grandes obras. Entre ellas hay magnificas contribuciones a la Liturgia de la Misa y el Oficio.

Tiene escritas muchas obras sobre teología moral y dogmática.

Su extraordinario trabajo le valió el nombre de "El Grande". Su celo era extender la fe por todo el mundo.

Murió el 12 de Marzo del 604.

Es patrón de maestros.


Ver de sus escritos:

Ataques por fuera y temores por dentro. Comentario a Job
Cristo, el buen pastor
Por amor a Cristo, cuando hablo de él, ni a mí mismo me perdono
Si aceptamos de Dios los bienes, ¿No vamos a acepar los males?
Ardía en deseos de Cristo, a quien pensaba que se lo habían llevado, sobre María Magadalena.
¡Señor mío y Dios mío!, sobre Santo Tomás
El nombre de «ángel» designa la función, no el ser
El Señor viene detrás de sus predicadores
El pastor debe saber guardar silencio con discreción y hablar cuando es útil
Los ingleses han sido revestidos por la luz de la santa fe




Para la localidad italiana, véase San Gregorio Magno (Italia).
San Gregorio Magno
Papa de la Iglesia católica
Pope Gregory I.jpg
Doctor de la Iglesia
590 – 12 de marzo de 604
Predecesor Pelagio II
Sucesor Sabiniano

Festividad 12 de marzo Vetus Ordo
3 de septiembre Novus Ordo
Información personal
Nacimiento ca. 540
Roma
Fallecimiento 12 de marzo de 604
Roma

San Gregorio Magno (ca. 540 en Roma12 de marzo de 604), Gregorio I o también San Gregorio fue el sexagésimo cuarto Papa de la Iglesia Católica. Es uno de los cuatro Padres de la Iglesia latina junto con Jerónimo de Estridón, Agustín de Hipona y Ambrosio de Milán. Fue proclamado Doctor de la Iglesia el 20 de septiembre de 1295 por Bonifacio VIII. También fue el primer monje en alcanzar la dignidad pontificia, y probablemente la figura definitoria de la posición medieval del papado como poder separado del Imperio romano.


Biografía

Gregorio nació en Roma en el año 540, en el seno de una rica familia patricia romana, la gens Anicia, que hacía mucho se había convertido al cristianismo: su bisabuelo era el papa Félix III (†492),1 su abuelo el papa Félix IV (†530)2 y dos de sus tías paternas eran monjas. Gregorio estaba destinado a una carrera secular, y recibió una sólida formación intelectual.1 Oficialmente se le adjudica la invención del concepto de 'Purgatorio'.[cita requerida]

Se dedicó a la política de joven, y en 573 alcanzó el puesto de prefecto de Roma (præfectus urbis), la dignidad civil más grande a la que podía aspirarse. Pero, inquieto sobre cómo compatibilizar las dificultades de la vida pública con su vocación religiosa, renunció pronto a este cargo y se hizo monje.1 2

Tras la muerte de su padre,1 en 5753 transformó su residencia familiar en el Monte Celio en un monasterio bajo la advocación de san Andrés1 2 (en el lugar se alza hoy la iglesia de San Gregorio Magno).3 Trabajó con constancia por propagar la regla benedictina y llegó a fundar seis monasterios aprovechando para ello las posesiones de su familia sea en Roma, sea también en Sicilia.4

En el año 579 el papa Pelagio II lo ordena diácono y lo envía como apocrisiario (una suerte de embajador) a Constantinopla, donde permanece unos seis años1 y establece muy buenas relaciones con la familia del emperador Mauricio y con miembros de las familias senatoriales italianas que se habían establecido en la capital oriental.5 En Constantinopla conoce a Leandro de Sevilla, el hermano del también doctor de la Iglesia Isidoro de Sevilla. Con Leandro mantuvo una constante correspondencia epistolar que se ha conservado. Durante esta estancia disputó con el patriarca Eutiquio de Constantinopla acerca de la corporeidad de la resurrección.6

Gregorio regresa a Roma en 585 o 586 y se retira nuevamente al monasterio.1 Luego solicitó permiso de ir a evangelizar la isla de los anglosajones. Pero al saber el pueblo de Roma de sus intenciones, le pidieron al Papa que no lo dejara ir. Ocupó desde entonces el cargo de secretario de Pelagio II hasta la muerte de éste de peste en febrero de 590,7 tras lo cual es elegido para sucederle como pontífice.[cita requerida]

Pontificado (590–604)

Goya, San Gregorio Magno.

Al acceder al papado en el año 590 se ve obligado a enfrentar las arduas responsabilidades que pesan sobre todo obispo del siglo VI, pues no pudiendo contar con ayuda efectiva bizantina los ingresos económicos que reportan las posesiones de la Iglesia hacen que el papa sea la única autoridad de la cual los ciudadanos de Roma pueden esperar algo. No está claro si para esta época existía aún el Senado romano, pero en todo caso no interviene en el gobierno, y la correspondencia de Gregorio nunca menciona a las grandes familias senatoriales, emigradas a Constantinopla, desaparecidas o venidas a menos.1

Solo él poseía los recursos necesarios para asegurar la provisión de alimentos de la ciudad y distribuir limosnas para socorrer a los pobres. Para esto emplea los vastos dominios administrados por la Iglesia, y también escribe al pretor de Sicilia solicitándole el envío de grano y de bienes eclesiásticos.1

Intenta infructuosamente que las autoridades imperiales de Rávena reparen los acueductos de Roma,1 destruidos por el rey ostrogodo Vitiges en el año 537.8

En el año 592 la ciudad es atacada por el rey lombardo Agilulfo. En vano se espera la ayuda imperial; ni siquiera los soldados griegos de la guarnición reciben su paga. Es Gregorio quien debe negociar con los lombardos, logrando que levanten el asedio a cambio de un tributo anual de 500 libras de oro (probablemente entregadas por la Iglesia de Roma). Así, negocia una tregua y luego un acuerdo para delimitar la Tuscia Romana (la parte del ducado romano situada al norte del Tíber) y la Tuscia propiamente dicha (la futura Toscana), que a partir de ahora será lombarda. Este acuerdo es ratificado en 593 por el exarca de Rávena, representante del Imperio bizantino en Italia.1

En una oportunidad, en Roma, Gregorio puso su atención en un grupo de cautivos que estaba en el mercado público para ser vendidos como esclavos. Los cautivos eran altos, bellos de rostro y lo que le atrajo en particular a Gregorio, todos ellos eran rubios. Movido por la piedad y la curiosidad pregunta de dónde provienen. "Son Anglos" responde alguien. "Non Angli sed Angeli", ("No son Anglos sino Ángeles"), respondió Gregorio, tal vez, una interpretación no literal sería: "no son esclavos, son almas".

Este episodio motivó a Gregorio a enviar misioneros al norte y el trabajo estuvo a cargo del obispo Agustín de Canterbury.

Cuando Agustín llegó a Inglaterra escribió una carta a Gregorio, preguntándole que debía hacer con los santuarios paganos, en donde se practicaban sacrificios humanos. La respuesta de Gregorio (preservada en el libro de Beda) decía: "No destruyan los santuarios, límpienlos", en referencia a que los santuarios paganos debían ser re-dedicados a Dios.

Gregorio trabó alianzas con las órdenes monásticas y con los reyes de los francos en la confrontación con los ducados lombardos, adoptando la posición de un poder temporal separado del Imperio.9

También organizó las tareas administrativas y litúrgicas eclesiásticas.10

Gregorio falleció el 12 de marzo del año 604. Fue declarado Doctor de la Iglesia por Bonifacio VIII, el 20 de septiembre de 1295, aunque el título aparece hacia 800. Es uno de los cuatro Grandes Padres de la Iglesia occidental junto con Jerónimo de Estridón, Agustín de Hipona y Ambrosio de Milán.11

Obras

Artículo principal: Moralia, sive Expositio in Job

Gregorio es autor de una Regula pastoralis, manual de moral y de predicación destinado a los obispos. Recopiló y contribuyó a la evolución del canto gregoriano, llamado en su honor el Antifonario de los cantos gregorianos. En el año 600 d. C. ordenó que se recopilaran los escritos de los cánticos o himnos cristianos primitivos (conocidos también como Antífonas, Salmos o Himnos); dichas liturgias de alabanza a Dios eran celebradas en las antiguas catacumbas de Roma ya en el año 52 d. C., iniciadas por Simón Pedro al margen del gobierno romano que, por supuesto, celebraba sólo fiestas paganas.

Estas antífonas fueron perdidas debido al cisma o diáspora de los ciudadanos romanos por las constantes guerras romano-bárbaras al tratar de catequizarlas (Edicto de Tesalónica). También contribuyeron los cambios de estructura de los cantos por personas que decidieron crear sus obras propias y gustos a la desaparición de estos documentos.

El antifonario de los cantos gregorianos permaneció atado al altar de San Pedro, pero estos desaparecieron. El papa Pío X encomendó a los monjes benedictinos de la abadía de Solesmes la reproducción fiel de estas melodías cristianas tras una búsqueda infructuosa de estas obras por parte de Francia en el siglo XIX.

La nueva recopilación de estas melodías fue llamada Edición Vaticana del Canto Gregoriano, haciéndose esta edición oficial el 22 de noviembre de 1903, cuando el canto gregoriano quedó plenamente reconocido por la iglesia como el canto oficial de la Iglesia católica.

Entre sus obras conocidas encontramos el libro De Vita et Miraculis Patrum Italicorum et de aeternitate animarum conocido comúnmente con el nombre abreviado de Libro de Los Diálogos, que narra la vida y milagros de diversos santos italianos del siglo IV, destacando en su segundo capítulo a San Benito de Nursia.12

Desarrolló la doctrina del Purgatorio en el 593, a poco tiempo de asumir la cátedra de San Pedro.

Se conservan 866 cartas de Gregorio en su Regestum o Archivo de correspondencia, el 63% de las cuales son rescriptos (respuestas a solucitudes de normativa en asuntos eclesiásticos o administrativos). Se estima que durante su pontificado se enviaron desde Roma unas veinte mil cartas; el mismo Gregorio seleccionaba cuáles de ellas debían ser copiadas en el Regestum.13

Véase también

Notas y referencias

  1. a b c d e f g h i j k Dutour, Thierry (2003): La ciudad medieval. Orígenes y triunfo de la Europa urbana. – Paidós, Buenos Aires, 2005, pp. 42 y 45–47. ISBN 950-12-5043-1
  2. a b c Brown, Peter (1996): El primer mileno de la cristiandad occidental. – Crítica, Barcelona, 1997, pp. 124-125. ISBN 84-7423-828-5
  3. a b Guías Visuales: Roma. – El País/Aguilar, Madrid, 1997, p. 192. ISBN 84-03-59431-3
  4. Alejandro María Masoliver (1994). Historia del monacato cristiano. Encuentro. ISBN 9788474903270.
  5. Cameron, Averil (1993): El mundo mediterráneo en la Antigüedad tardía, 395-600. – Crítica, Barcelona, 1998, p. 135. ISBN 84-7423-760-2
  6. Claudio Leonardi, Andrea Riccardi, Gabriella Zarri (2000). Diccionario de los santos. Editorial San Pablo. ISBN 9788428522588.
  7. Cf. Pablo Diácono, Historia Langobardorum 3, 20. (texto en latín y en inglés)
  8. Dutour, Thierry (2003), pp. 43-44.
  9. José Orlandis (1999). Historia de la Iglesia. La Iglesia Antigua y Medieval. Ediciones Palabra. ISBN 9788482392561.
  10. Carmen Castillo, San Gregorio I Magno, Gran Enciclopedia Rialp
  11. Jean Danielou; Henri-Irénée Marrou (1982). Nueva historia de la Iglesia. Desde los orígenes a san Gregorio Magno. Ediciones Cristiandad. ISBN 9788470570384.
  12. San Gregorio Magno (1989). San Benito de Nursia. Lumen. ISBN 950550019X.
  13. Brown, Peter (1996), p. 130.

Enlaces externos


Predecesor:
Pelagio II
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Papa
590 – 604
Sucesor:
Sabiniano

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