ÉL ÁNGEL DE LA GUARDA

TENED EN CUENTA QUE CADA UNO DE VOSOTROS TENEIS UN ANGEL DE LA GUARDA QUE ESTA ALLI PARA AYUDAROS (JESUS).


“La Visión de Cornelio.”

Por favor leed el siguiente pasaje de Los Hechos de los Apóstoles 10, 1-8:

“Había en Cesarea un hombre, llamado Cornelio, centurión de la cohorte llamada Itálica, piadoso y temeroso de Dios con toda su familia, que hacía muchas limosnas al pueblo y oraba a Dios continuamente. Éste, como a la hora de nona, vio claramente en visión a un ángel de Dios que, acercándose a él, le dijo: -‘¡Cornelio!’. Él le miró y sobrecogido de temor, dijo: -‘¿Qué es, Señor?’. Y le dijo: -‘Tus oraciones y tus limosnas han subido como memorial ante la presencia de Dios. Envía, pues, unos hombres a Jope y haz venir a un tal Simón, llamado Pedro, que se hospeda en casa de Simón el curtidor, que tiene su casa junto al mar’. En cuanto desapareció el ángel que le hablaba, llamó a dos de sus criados y a un soldado, también temeroso de Dios, de los que estaban constantemente a sus órdenes, y contándoles lo sucedido, los envió a Jope.”

Queridos amigos:

Ayer por la mañana fui a la Iglesia de la Inmaculada Concepción para la Santa Misa. Fue poca gente porque había nevado por la noche y no pudieron limpiar muchas de las entradas de las casas. Hoy iré al Hogar de Alberton para celebrar la Santa Misa con los católicos. También visitaré a los postrados en sus habitaciones y les daré la Sagrada Comunión. Lamentablemente no tienen una capilla y no me gusta el lugar donde se celebra la Misa porque no se ve como una capilla.

(A continuación encontraréis el mensaje de Nuestro Señor y Salvador entregado al padre Melvin. Jesús le dijo estas palabras:)

-“Te bendigo, Mi hermano Melvin, y bendigo a todos Mis hermanos que viven en el mundo. Sabéis que Dios ha creado a los ángeles, que viven en el cielo y Lo atienden. Son mensajeros de Dios, a quiénes Él envía alrededor del mundo para anunciar lo que es importante. El Arcángel Gabriel fue enviado a Mi Amada Madre para anunciarle que sería Mi Madre. Hoy se La llama Madre de Dios porque Me hizo nacer a Mí, la Segunda Persona de la Santísima Trinidad. Un día, un ángel fue enviado a este santo llamado Cornelio para decirle que el Padre había aceptado sus oraciones y limosnas. El ángel le dijo que enviara unos hombres a Jopa para llamar a San Pedro y pedirle que lo visitara. Tened en cuenta que cada uno de vosotros tenéis un Ángel de la Guarda que está allí para ayudaros. Rezadle con regularidad. Os bendigo a todos.”

Tu Ángel de la guarda esta allí para acompañarte y protegerte siempre que se lo pidas. Antes de dormir o al levantarte por la mañana pide que te proteja todo el día en todos tus caminos, mundos y asuntos.

De niños rezamos aquella famosa oración que dice:

Ángel de la Guarda,
Dulce Compañía,
No me desampares
Ni de noche ni de día.

Cuando crecemos nos olvidamos de esa dulce compañía angélica que está esperando ansiosamente nuestra petición de ayuda y compañía.
Ningún ser de luz puede intervenir en nuestras vidas si no se lo pedimos. Nuestro libre albedrío es la zona sagrada “donde los Ángeles no se atreven a pisar”. Depende de nosotros abrir la puerta para aceptar su intervención o no.

Hay Ángeles para cada tema que nos ocupa y preocupa a los seres humanos.
Para hacer justicia y pedir protección invoca a San Miguel.
Para sanar de alguna enfermedad o condición que requiera sanación invocas a Rafael.
Para la abundancia y la prosperidad invocas a Uriel
Para el amor pídele al Arcángel Chamuel y su legión de buscadores puede ayudarte.

Historia Infantil: ATCHU

El ángel de la guarda de Isabel amaneció resfriado la semana pasada.

– Atchú –fue lo primero que oyó Isabel cuando se despertó. Miró por todas partes y como en el cuarto sólo estaba su hermanito Emilio, Isabel creyó que era él el que había estornudado.

– Atchú –volvió a oír Isabel, pero ya no les puso más atención a los estornudos porque quería levantarse rápido para comenzar a jugar.

Los estornudos no eran de Emilio. Eran del ángel de la guarda de Isabel que, como había amanecido resfriado, no paraba de estornudar. El ángel de la guarda de Isabel buscó en su maletín de ángel algún remedio para resfriados. Encontró agua oxigenada, curitas y esparadrapo, pero nada de eso curaba estornudos.

Al fin el ángel de la guarda se puso una crema con olor a eucalipto en la espalda y se tomó unas gotitas con sabor a fresa, porque se acordó de que a Isabel la curaban igual cuando comenzaba a estornudar. También decidió quedarse ese día en la cama.

Mientras el ángel se curaba el resfriado, a Isabel le pasaron toda clase de desastres. Al triciclo se le cayó un pedal. La muñeca Carolina estuvo perdida toda la mañana. Emilio regó la compota y le manchó la blusa rosada. A la hora del almuerzo, la sopa estaba muy caliente y a Isabel se le quemó la lengua. Y, como si fuera poco, su mamá llegó tan cansada, que no le quiso contar ni un cuento. Por la noche Isabel se acostó triste y aburrida porque todo le había salido mal. El ángel de la guarda también se durmió triste y aburrido porque no le gustaba quedarse todo el día acostado.

– Atchú –fue lo primero que oyó el ángel de la guarda al otro día, cuando despertó. Miró por todas partes y se dio cuenta de que era Isabel la que había estornudado.

– A Isabel se le contagió mi resfriado –pensó el ángel de la guarda.

Y bien rápido, sin que Isabel se diera cuenta, el ángel de la guarda le puso crema con olor a eucalipto en la espalda y le echó una gotitas con sabor a fresa en la boca. Isabel dejó de estornudar.

El día fue fantástico. El papá de Isabel arregló el pedal del triciclo. La muñeca Carolina se portó muy bien. Emilio no regó la compota ni el jugo de mandarina. A la hora del almuerzo la sopa estaba tibia y nadie se quemó la lengua.

Esa noche, Isabel y el ángel de la guarda se acostaron felices porque todo les había salido bien, y además porque la mamá no había salido en toda la tarde y les había contado muchos cuentos.

Desde ese día de la semana pasada, ni Isabel, ni el ángel de la guarda, han vuelto a oír a Atchú.