lunes, 31 de octubre de 2011

Pornografía y violencia en las comunicaciones sociales. Una respuesta pastoral



Consejo Pontificio para las Comunicaciones Sociales

Introducción

1. En el curso de estos últimos años ha tenido lugar una revolución mundial en el modo de percibir los valores morales, seguida de cambios profundos en la manera de pensar y actuar de la gente. Los medios de comunicación social han tenido y continúan teniendo un importante papel en este proceso de transformación individual y social, en la medida que introducen y reflejan nuevas actitudes y estilos de vida 1.

2. Algunos de estos cambios han resultado positivos. Hoy, como ha afirmado recientemente el Papa Juan Pablo II, "la primera nota positiva consiste en que muchos hombres y mujeres tienen plena conciencia de su dignidad y de la de todo ser humano... Al propio tiempo, en un mundo dividido y trastornado por conflictos de todo tipo, va creciendo la convicción de una interdependencia radical y, por consiguiente, la necesidad de una solidaridad humana que la asuma y la traduzca en el plano moral" 2. Las comunicaciones sociales han contribuído mucho a que se den estos cambios.

3. Pero muchos de estos cambios han sido negativos. Al lado de los abusos de siempre se están dando nuevas violaciones de la dignidad humana y de los valores e ideales cristianos. Y aquí también las comunicaciones sociales tienen su parte de responsabilidad.

4. Si bien es cierto que estos medios -- como afirma el Concilio Vaticano II -- "prestan grandes servicios al género humano", lo es igualmente que "pueden ser utilizados contra los designios del Creador y convertidos en instrumentos del mal" 3.

5. Uno de los fenómenos alarmantes de estos años ha sido la creciente difusión de la pornografía y la generalización de la violencia en los medios de comunicación social. Libros y revistas, cine y teatro, televisión y videocassettes, espacios publicitarios y las propias telecomunicaciones, muestran frecuentemente comportamientos violentos o de sexualidad permisiva que casi llegan al umbral de la pornografía y que son moralmente inaceptables.

6. La pornografía y la exaltación de la violencia son viejas realidades de la condición humana que evidencian la componente más turbia de la naturaleza humana, dañada por el pecado. Durante el último cuarto de siglo han adquirido una amplitud nueva y han pasado a constituir un serio problema social. Mientras crece la confusión respecto de las normas morales, las comunicaciones han hecho la pornografía y la violencia accesibles al gran público, incluidos niños y jóvenes. Este problema, que quedaba confinado antes en el ámbito de los países ricos, ha comenzado, con la comunicación moderna, a corromper los valores morales de las naciones en vías de desarrollo.

7. Los medios de comunicación social pueden ser a la vez eficaces instrumentos de unidad y comprensión mutua y trasmisores de una visión deformada de la vida, de la familia, de la religión y de la moralidad -- según una interpretación que no respeta la auténtica dignidad ni el destino de la persona humana -- 4. En particular, los responsables familiares de muchas regiones del mundo han expresado una compresible preocupación respecto de los filmes, videocassettes y programas de televisión que sus hijos están en condiciones de ver, así como grabaciones que pueden oír y publicaciones que pueden leer. Y se niegan a que los valores morales inculcados en el hogar queden destruidos por producciones rechazables, en todas partes de fácil acceso gracias a estos medios.

8. Se trata de ilustrar en este documento los efectos más graves de la pornografía y la violencia en el individuo y en la sociedad, así como señalar las causas principales del problema tal como se plantea hoy. Por último se tratará de indicar los pasos necesarios que han de dar los comunicadores profesionales, los padres y educadores, la juventud y el público en general, las autoridades civiles y eclesiásticas, las organizaciones privadas y religiosas, para poner el remedio necesario.

Efectos de la pornografía y la violencia

9. La experiencia cotidiana confirma los estudios realizados en el mundo entero acerca de las consecuencias negativas de la pornografía y de las escenas de violencia que transmiten los medios de comunicación social 5. Se entiende por pornografía, en este contexto, la violación merced al uso de las técnicas audiovisuales, del derecho a la privacidad del cuerpo humano en su naturaleza masculina y femenina, una violación que reduce la persona humana y el cuerpo humano a un objeto anónimo destinado a una mala utilización con la intención de obtener una gratificación concupiscente. La violencia, en este contexto, puede ser entendida como la presentación destinada a excitar instintos humanos fundamentales hacia actos contrarios a la dignidad de la persona, y que describe una fuerza física intensa ejercida de manera profundamente ofensiva y a menudo pasional. Los especialistas a veces no están de acuerdo sobre el impacto de este fenómeno y sobre el modo en que afecta a los individuos y los grupos aquejados por el mismo, pero las líneas maestras de la cuestión parecen claras, limpias e inquietantes.

10. Nadie puede considerarse inmune a los efectos degradantes de la pornografía y la violencia, o a salvo de la erosión causada por los que actúan bajo su influencia. Los niños y los jóvenes son especialmente vulnerables y expuestos a ser víctimas. La pornografía y la violencia sádica deprecian la sexualidad, pervierten las relaciones humanas, explotan los individuos -- especialmente las mujeres y los niños --, destruyen el matrimonio y la vida familiar, inspiran actitudes antisociales y debilitan la fibra moral de la sociedad.

11. Es evidente que uno de los efectos de la pornografía es el pecado. La participación voluntaria en la producción y en la difusión de estos productos nocivos ha de ser considerada como un serio mal moral. Además, esta producción y difusión no podría tener lugar si no existiera una demanda. Así, pues, quienes hacen uso de estos productos no sólo se perjudican a sí mismos, sino que también contribuyen a la promoción de un comercio nefasto.

12. Una exposición frecuente de los niños a la violencia en las comunicaciones sociales puede resultar turbadora para ellos, al ser todavía incapaces de distinguir claramente la fantasía de la realidad.

Además, la violencia sádica en estos medios puede condicionar a las personas impresionables, sobre todo a los jóvenes, hasta el punto de que la lleguen a considerar normal, aceptable y digna de ser imitada.

13. Se ha dicho que puede haber una vinculación psicológica entre la pornografía y la violencia sádica. Una cierta pornografía ya es abiertamente violenta en su contenido y expresión. Quienes ven, escuchan o leen un material así corren el riesgo de introducirlo en el propio comportamiento. Acaban perdiendo el respeto hacia los demás, en cuanto hijos de Dios y hermanos y hermanas de la misma familia humana. Una vinculación tal entre pornografía y violencia sádica tiene especiales implicaciones para quienes están afectados de ciertas enfermedades mentales.

14. También la llamada pornografía blanda ("soft core") puede paralizar progresivamente la sensibilidad, ahogando gradualmente el sentido moral de los individuos hasta el punto de hacerles moral y personalmente indiferentes a los derechos y a la dignidad de los demás.

La pornografía -- como la droga -- puede crear dependencia y empujar a la búsqueda de un material cada vez más excitante ("hard core") y perverso. La probabilidad de adoptar comportamientos antisociales crecerá en la medida que se vaya dando este proceso.

15. La pornografía favorece insalubres preocupaciones en los terrenos de la imaginación y el comportamiento. Puede interferir en el desarrollo moral de la persona y en la maduración de las relaciones humanas sanas y adultas, especialmente en el matrimonio y en la familia, que exigen confianza recíproca y actitudes e intenciones de explícita integridad moral.

16. La pornografía, además, cuestiona el carácter familiar de la sexualidad humana auténtica. En la medida en que la sexualidad se considere como una búsqueda frenética del placer individual, más que como una expresión perdurable del amor en el matrimonio, la pornografía aparecerá como un factor capaz de minar la vida familiar en su totalidad.

17. En el peor de los casos, la pornografía puede actuar como agente de incitación o de reforzamiento, un cómplice indirecto, en agresiones sexuales graves y peligrosas, tales como la pedofilia, los secuestros y asesinatos.

18. Una de las consecuencias fundamentales de la pornografía y de la violencia es el menosprecio de los demás, al considerarles como objetos en vez de personas. La pornografía y la violencia suprimen la ternura y la compasión para dejar su espacio a la indiferencia, cuando no a la brutalidad.

Causas del problema

19. Uno de los motivos básicos de la difusión de la pornografía y de la violencia sádica, en el ámbito de los medios de comunicación, parece ser la propagación de una moral permisiva, basada en la búsqueda de la satisfacción individual a todo coste. Un nihilismo moral de la desesperación se añade a ello, que acaba haciendo del placer la sola felicidad accesible a la persona humana.

20. Un cierto número de causas más inmediatas contribuyen ulteriormente a la escalada de la pornografía y la violencia en los media. Entre éstas cabe citar:

  • el beneficio económico. La pornografía es una industria lucrativa. Algunos sectores de la industria de las comunicaciones han sucumbido trágicamente a la tentación de explotar la debilidad humana, especialmente la de los jóvenes y la de las mentes impresionables, para obtener provecho de producciones pornográficas y violentas. Esta industria pornográfica, en algunas sociedades, resulta lucrativa hasta el punto de que se ha vinculado al crimen organizado;
  • falsos argumentos libertarios. La libertad de expresión exige, según algunos, la tolerancia hacia la pornografía, aún al precio de la salud moral de los jóvenes y del derecho a la intimidad, así como un ambiente de pública decencia. Algunos, también erróneamente, afirman que el mejor medio de combatir la pornografía consiste en legalizarla. Estos argumentos son a veces propuestos por grupos minoritarios que no se suman a los criterios morales de la mayoría y que se olvidan de que a cada derecho corresponde una responsabilidad. El derecho a la libertad de expresión no es un absoluto. La responsabilidad pública de promover el bien moral de los jóvenes, de garantizar el respeto de las mujeres, de la vida privada y de la decencia pública muestra claramente que la libertad no puede equipararse al libertinaje;
  • la ausencia de leyes cuidadosamente preparadas o su no aplicación, para la protección del bien común, en particular de la moralidad de los jóvenes;
  • confusión y apatía por parte de muchos, incluso miembros de la comunidad religiosa, los cuales se consideran erróneamente a sí mismos extraños a la problemática de la pornografía y de la violencia en los media, o sin posibilidades de contribuir a la solución del problema.

Respuestas al problema

21. La propagación de la pornografía y de la violencia a través de los medios de comunicación social es una ofensa a los individuos y a la sociedad y plantea un problema urgente que exige respuestas realistas por parte de las personas y los grupos. El legítimo derecho a la libertad de expresión y al intercambio libre de información ha de ser protegido. Al mismo tiempo, hay que salvaguardar el derecho de los individuos, de las familias y de la sociedad a la vida privada, a la decencia pública y a la protección de los valores esenciales de la vida.

22. Se hará referencia a siete sectores con especiales deberes en la materia: profesionales de la comunicación, padres, educadores, juventud, público en general, autoridades públicas e Iglesia y grupos religiosos.

23. PROFESIONALES DE LA COMUNICACIÓN. Sería desleal sugerir que todos los medios y todos los comunicadores están implicados en este negocio nocivo. Son muchos los comunicadores que se distinguen por sus cualidades personales y profesionales. Tratan de asumir su responsabilidad aplicando con fidelidad las normas morales y les anima un gran deseo de servicio al bien común. Se merecen nuestra admiración y estímulo, especialmente los que se dedican a la creación de sanos esparcimientos familiares.

Se invita encarecidamente a estos comunicadores a unirse para la elaboración y aplicación de códigos éticos en materia de comunicación social y publicidad, inspirados en el bien común y orientados al desarrollo integral del hombre. Estos códigos se hacen especialmente necesarios en el contexto de la televisión, que permite que las imágenes entren en los hogares, allí donde los niños se encuentran a su aire y sin vigilancia. El autocontrol es siempre el mejor control, así como la autodisciplina, en el seno de los propios medios, es la primera y más deseable de las líneas de defensa contra quienes buscan provecho mediante la producción de programas pornográficos y violentos que envilecen los medios de comunicación y corrompen la sociedad misma.

Se urge vivamente a los comunicadores a que, también a través de estos medios, hagan conocer las medidas necesarias que pongan un dique a la marea de la pornografía y de la exaltación de la violencia en la sociedad.

24. PADRES. Se invita a los padres a que multipliquen sus esfuerzos en orden a una completa formación moral de niños y jóvenes. La cual supone una educación en favor de una actitud sana hacia la sexualidad humana, basada en el respeto a la dignidad de la persona como hija de Dios, en la virtud de la castidad y en la práctica de la autodisciplina. Una vida familiar equilibrada, en la que los padres sean fieles practicantes y totalmente entregados el uno al otro y a sus hijos, constituirá la escuela ideal para la formación a los sanos valores morales.

Los niños y jóvenes de nuestro tiempo necesitan la educación que les permita discernir los programas y madurar en su condición de usuarios responsables de la comunicación. El ejemplo de los padres es determinante en esta materia. La pasividad o autoindulgencia de cara a ciertos programas será la fuente de malentendidos perjudiciales para la juventud. Hay que dar especial importancia -- para el bien de los jóvenes -- al ejemplo de los padres en lo que concierne a la autenticidad de su amor y a la ternura que sepan manifestar en su vida matrimonial; así como a su disponibilidad a discutir con los hijos las cuestiones de interés, en una atmósfera amable y afectuosa.

25. EDUCADORES. Los principales colaboradores de los padres, en la formación moral de los jóvenes, son los educadores. Las escuelas y los programas educativos han de promover e inculcar los valores éticos y sociales, de cara a garantizar la unidad y el sano desarrollo de la familia y de la sociedad.

Los programas de mayor valor serán, en el contexto educativo, aquellos que formen a los jóvenes a una actitud crítica y a una capacidad de discernimiento en el uso de la televisión, de la radio y de los otros medios de comunicación social. De este modo los jóvenes serán también capaces de resistir a las manipulaciones y sabrán luchar contra los hábitos meramente pasivos en la escucha y visión de estos medios.

Hay que subrayar la importancia de que las escuelas sepan poner de relieve el respeto a la persona humana, el valor de la vida familiar y la importancia de la integridad moral personal.

26. JÓVENES. Los jóvenes contribuirán a poner muros al avance de la pornografía y la violencia en los media si saben responder, positivamente, a las iniciativas de sus padres y educadores y asumir sus responsabilidades en lo que reclama capacidad de decisión moral, así como en la elección de sus diversiones.

27. EL PÚBLICO. El público en general debe también hacer oír su voz. Los ciudadanos -- incluidos los jóvenes -- tienen la tarea de expresar individual y colectivamente su punto de vista respecto a productores, intereses comerciales y autoridades civiles. Se hace urgente mantener un diálogo continuado entre los comunicadores y los representantes del público, a fin de que quienes actúan en las comunicaciones sociales estén al corriente de las exigencias reales e intereses de los usuarios.

28. AUTORIDAD PÚBLICA. Los legisladores, los encargados de la administración del Estado y de la justicia están llamados a dar una respuesta al problema de la pornografía y de la violencia sádica difundidas por los medios de comunicación. Se han de promulgar leyes sanas, se han de clarificar las ambiguas y se han de reforzar las leyes que ya existen.

Dadas las implicaciones internacionales que presentan la producción y distribución de material pornográfico, hay que actuar a nivel regional, continental e internacional de cara a controlar con éxito este insidioso tráfico. Quienes han tomado ya iniciativas de este tipo merecen todo nuestro apoyo y estímulo 7.

Las leyes y los agentes de la ley tienen el deber sagrado de proteger el bien común, especialmente el que concierne a la juventud y a los miembros más vulnerables de la comunidad.

Ya hemos señalado algunos de los efectos negativos de la pornografía y la violencia. Cabe sacar también la conclusión de que se pone en tela de juicio y amenaza el bien común especialmente cuando este material se produce, expone y distribuye sin restricciones ni reglamentos.

La autoridad civil está obligada a emprender una rápida acción de cara al problema, allí donde exista, y a emanar criterios preventivos en donde la cuestión comience a plantearse o todavía no haya llegado a ser angustiosa y urgente.

29. IGLESIA Y GRUPOS RELIGIOSOS. La primera responsabilidad de la Iglesia consiste en la enseñanza constante y clara de la fe y, asimismo, de la verdad moral objetiva, incluidas aquellas verdades referentes a la moral sexual. Una era de permisividad y de confusión moral como la nuestra pide que la voz de la Iglesia sea profética, lo que la hará aparecer a menudo como signo de contradicción.

La llamada "ética" de la gratificación individual inmediata se opone fundamentalmente a la realización plena e integral de la persona humana. La educación a la vida familiar y a la inserción responsable en la vida social exige la formación a la castidad y la autodisciplina. La pornografía y la violencia generalizada tienden a ofuscar la imagen divina en cada persona humana, debilitan el matrimonio y la vida familiar y dañan gravemente a los individuos y a la sociedad.

En donde sea posible, la Iglesia está llamada a colaborar con otras Iglesias cristianas, comunidades y grupos religiosos a fin de enseñar y promover este mensaje. Debe igualmente empeñar a sus personas e instituciones en una acción formativa al uso de los medios de comunicación social y su papel en la vida individual y social. En este campo los padres merecen una asistencia y atención especial.

Por estos motivos, la formación a la comunicación debiera ser parte de los programas educativos de las escuelas católicas y de otras iniciativas educativas de la Iglesia, así como en la formación en los seminarios 8. Cabe decir lo mismo para los programas de formación de religiosos y religiosas y de los miembros de los institutos seculares, así como para la formación permanente del clero y la catequesis parroquial de jóvenes y adultos. Tanto sacerdotes como religiosos y religiosas que trabajan en la educación pastoral debieran comenzar por ellos mismos dando ejemplo de discernimiento en medios escritos y audiovisuales.

30. Por último, una actitud de pura restricción o de censura por parte de la Iglesia de cara a estos medios no resulta suficiente. La Iglesia también tiene que iniciar un diálogo continuo con los comunicadores conscientes de sus responsabilidades. Debe animarles y sostenerles en su misión allí donde sea posible y deseable. Los comunicadores católicos y sus organizaciones, con sus perspectivas y experiencias propias, están llamados a jugar un papel decisivo en tales conversaciones.

31. La crítica y las organizaciones católicas, al evaluar concienzudamente las producciones y publicaciones en función de criterios morales claros y substanciales, ofrecen una valiosa asistencia a los profesionales de la comunicación y a las familias. Asimismo, las orientaciones que ofrecen los documentos ya existentes sobre comunicación social -- incluidas las recientes tomas de posición de numerosos obispos sobre la pornografía y la violencia -- merecen ser cuidadosamente estudiadas y objeto de aplicación sistemática.

32. El presente documento quiere ser una respuesta a las preocupaciones ampliamente expresadas por familias y pastores de la Iglesia, a quienes se invita a una reflexión -- de carácter ético y práctico -- cada vez más amplia acerda del problema de la pornografía y la violencia en los medios de comunicación social. Al tiempo que se anima a todos a poner en práctica la advertencia de San Pablo: "No te dejes vencer por el mal; antes bien, vence el mal con el bien" (Rom 12:21).

Consejo Pontificio para las Comunicaciones Sociales.

Ciudad del Vaticano, 7 de mayo de 1989

XXIII Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales.

JOHN P. FOLEY
Presidente

Mons. PIERFRANCO PASTORE
Secretario

Notas: 1. Communio et progressio, 22. 2. Sollicitudo rei socialis, 26. 3. Inter mirifica, 2a. 4. Familiaris consortio, 76; cf. Mensaje de Juan Pablo II para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, 1 de mayo de 1980. 5. Entre ellos cabe citar: 1) Il Rapporto Longford sulla Pornografia (título original, Pornography: The Longford Report), Ricerche Musia, Milán (Italia), 1978; 2) Final Report of the Attorney General's Commission on Pornography, Rutledge Hill Press, Nashville, Tennessee (U.S.A.), 1986; 3) ISPES (Istituto di Studi Politici, Economici e Sociali), I e II Rapporto sulla Pornografia in Italia, Roma (Italia), 1986 y 1988. 6. Communio et progressio, 67. 7. La CEE (Comunidad Económica Europea), el Consejo de Europa y la UNESCO, entre otras organizaciones, están actuando en este sentido. (Nota de Vida Humana Internacional: Lamentablemente la UNESCO se ha involucrado en la promoción de una "educación" sexual permisiva y hedonista que contradice lo enseñado en este documento. Vida Humana Internacional también expresa reservas con respecto a las otras dos organizaciones citadas en esta nota.) 8. Cf. CONGREGACIÓN PARA LA EDUCACIÓN CATÓLICA, Orientaciones para la formación de los futuros sacerdotes en los medios de comunicación social, Ciudad del Vaticano, 1986.

Publicado por Human Life International - Vida Humana Internacional © 1998. Se permite la reproducción total o parcial de este escrito con fines no lucrativos y con la autorización de Vida Humana Internacional.

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Bienaventurados los de puro corazón I


Carta pastoral de Mons. Roberto W. Finn, Obispo de la diócesis de Kansas City sobre la dignidad de la persona humana y los peligros de la pornografía

Bienaventurados los de puro corazón I
Bienaventurados los de puro corazón I
Una carta pastoral
Al clero, a los religiosos,
y a los laicos creyentes de la diócesis
y a todos de buena voluntad:
sobre la dignidad de la persona humana
y los peligros de la pornografía
Monseñor Roberto W. Finn
Obispo de la diócesis de Kansas City
San José (descargar carta)
21 de febrero de 2007




Introducción

Bienaventurados los de puro corazón, porque verán a Dios (Mateo 5, 8): Un camino de discipulado.

Por medio de las bienaventuranzas Cristo nos ofrece un modelo perfecto para una vida cristiana auténtica. Más aún, los mismos 10 mandamientos son unos estatutos de vocación de alta moral que Cristo marca para sus discípulos.

Bienaventurados los de puro corazón porque verán a Dios. Esta sola línea de las bienaventuranzas es un punto de partida sumamente sublime para nuestra reflexión. Nos habla acerca de Dios, acerca de nosotros, acerca de nuestra última meta. Puro corazón significa "bendito, bienaventurado" o "feliz". El plan de Dios consiste en que podamos verlo y que estemos por siempre con el en el cielo para nuestra eterna felicidad. El Antiguo Testamento enseña que se requiere de este tipo de pureza si deseamos acercarnos a Dios. "¿Quien puede subir a al monte del Señor? ¿Y quien puede estar en su santo templo? Aquel que tiene las manos puras y un puro corazón, aquel que no endereza su alma hacía el mal" (Salmo 24, 3-4).

Tener un corazón puro implica que nuestro amor está totalmente dirigido hacia el bien de la otra persona. Tenemos "un solo corazón" y no estamos divididos en nuestro amor. El primer y el más importante mandamiento de Israel es amar a Dios con todo el corazón, con toda el alma con toda la mente y con todas las fuerzas (Deuteronomio 6, 4-5). Y de manera definitiva Jesús ha añadido que debemos amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos (Marcos 12, 29-31). Éste amor puro -aunque sea muy exigente- es el alto destino al cual nos llama el Padre como hijos que somos. ¿Es posible cumplir con un amor así? Sí, es posible porque Dios nos ha amado primero (1 Juan 4, 10). Como discípulos de Jesucristo hemos sido llamados a vivir una felicidad que surge de un corazón puro y sin divisiones.


La Pornografía: Epidemia que ataca a la dignidad humana.

Todos los días nos enfrentamos con retos que hacen peligrar el amor puro del cristiano. Durante algunos meses los representantes de nuestra diócesis católica han trabajado con líderes de otras tradiciones de fe para encarar el serio peligro de la pornografía que se encuentra en continuo aumento en nuestra cultura. La pornografía no es nueva pero se ha convertido en una especie de plaga en nuestra sociedad alcanzando proporciones epidémicas. Y su comercialización es más amplia que nunca. Más allá de las revistas está siendo difundida en el Internet, la televisión, las películas y videos, y ahora también por medio de los celulares y otros medios portátiles que están al alcance de niños y jóvenes. La pornografía se ha convertido en un entretenimiento secreto de muchas personas, de todas las edades, de diferentes culturas y hasta todos los niveles en lo económico. El uso de pornografía del Internet es quizás la adicción que actualmente crece más rápidamente en el mundo entero.

La pornografía corrompe la hermosura del amor íntimo que pertenece al matrimonio, presenta imágenes de actos físicos y sexuales para provocar un placer ruin utilizando a otras personas como objeto para manipularlos y venderlos. Es una industria de muchos billones de dólares que eclipsa la cantidad de dinero generado por el deporte profesional (cf. el capítulo II más adelante). De esta manera la pornografía distorsiona el sentido y la meta verdadera de nuestra sexualidad e inflige grave injuria a la dignidad de los que participan (actores, vendedores, consumidores).[1]

El uso de la pornografía es un pecado serio contra la castidad y la dignidad de la persona humana. Nos despoja de la gracia santificarte, nos imposibilita atender a Dios, nos separa del bien de los demás y nos deja espiritualmente vacíos. El atractivo de la pornografía y sus placeres son un amor erróneo que lleva hacia un aislamiento personal cada vez más en aumento y a una estimulación sexual con uno mismo y los demás. Depende en el fondo de la explotación de personas: frecuentemente viven en pobreza o desesperación, o se trata de jóvenes inocentes. El uso de la pornografía les ha costado a muchas personas su trabajo, sus matrimonios y sus familias. Los traficantes de la pornografía infantil pueden terminar en la prisión. Muchas veces ha sido asociada con y ha contribuido a actos de violencia sexual y abusos.

En esta carta pastoral quiero hacer un llamado a todos ustedes como miembros del Cuerpo de Cristo redimidos por su amor, a reflexionar acerca de los peligros de la pornografía en nuestra sociedad. Veremos cómo la pornografía es una seria afrenta a nuestra realidad humana. Compartiré y dará a conocer algunas de las estrategias para responder a este problema, les suplico de unirse conmigo al esfuerzo diocesano de combatir esta plaga comprometiéndonos a nosotros mismos y a nuestras familias a vivir la pureza y la castidad. De esta manera viviremos más perfectamente como discípulos de Cristo creciendo cada día en la libertad de los hijos de Dios. "Bienaventurados los de puro corazón porque verán a Dios".




[1] Catecismo de la Iglesia católica número 2354 (en adelante Catecismo)
carta Bienaventurados los del puro corazón.rtf

La Pornografía: ¿Un Entretenimiento Inofensivo o un Incentivo al crimen?


Informe que presenta cómo la pornografía destruye a las familias, las relaciones conyugales y las relaciones padres e hijos.
La Pornografía: ¿Un Entretenimiento Inofensivo o un Incentivo al crimen?
La Pornografía: ¿Un Entretenimiento Inofensivo o un Incentivo al crimen?
1. La falsa y desastrosa teoría de "catarsis" de los años 60-70.

En los años setenta, en los Estados Unidos, la Comisión sobre la Obscenidad y la Pornografía había concluido no solamente que la pornografía no es peligrosa, sino que tiene incluso un papel positivo, como eliminatorio de los fantasmas de agresividad sexual. Puede quitar a la sexualidad el estigma de la culpabilidad, decía el informe, y desempeñar un papel educativo. De una manera más detallada, las conclusiones eran:

1. Ningún problema social puede ser resultante de la pornografía;

2. La producción y la distribución de pornografía adulta deberían ser despenalizadas;

3. No es útil prohibir a los niños el acceso a la pornografía;

4. La pornografía puede ser un buen material para la educación sexual;

5. La pornografía tiene un efecto < < catártico >> en el mirón y puede pues servir con fines terapéuticos para los criminales sexuales.

Esta teoría pseudo científica de < < catarsis >> fue lanzada por Seymour Feshbach a partir de 1955 en los Estados Unidos. Hoy es abandonada por el total de los sociólogos, incluso por su autor (renuncio a ella en 1967).

A pesar del hecho de que el Senado americano rechazara como insuficientemente fundamentado el informe de esta comisión por un voto a 60 contra 5, constantemente se suele citarlo en todas clases de ocasiones, por los medios de comunicación así como por los abogados defensores de los pornografía. Es necesario observar que en 1970, la pornografía se limitaba a la pornografía llamada suave, representando sobre todo cuerpos desnudos de mujeres, y no actos sexuales. Se encontraba aún muy poco sexo crudo en el mercado.

Sin embargo, a la sombra de este informe complaciente, hubo un estallido, en los años 70, de la obscenidad en los EE.UU. Algunas cifras no estarán de más para ayudarnos a entender la amplitud del fenómeno. En 1983, ya se contaban aproximadamente 80 estudios de la clase Playboy o Penthouse; 18.000 lugares de venta para publicaciones obscenas; 800 teatros para adultos, y doce cadenas de televisión pornográficas. ¿Cuál fue el resultado, en los Estados Unidos, de esta masificación de la pornografía? El primer resultado fue una escalada muy rápida en el sentido de la desviación y la perversión sexual. El desnudo, en efecto, se convirtió rápidamente en algo banal. Es a continuación la representación de relaciones sexuales normales que llega a ser algo de insignificancia, de inocuidad.

Para seguir suscitando un interés y una emoción en el consumidor, se hace necesario ofrecerle una representación de lo más cruda posible de los fantasmas más oscuros: sadomasoquismo, sodomía, pederastia, bestialidades (relación sexual con animales), para no citar más que los más razonables. Por medio de gritos y contorsiones que expresaban un deleite extremo, los protagonistas rápidamente han logrado de desvalorizar, a los ojos del consumidor, una sexualidad más clásica.

Un primer análisis muy simple permite inmediatamente comprender la grosera desfachatez del argumento según el cual las imágenes pornográficas no tienen influencia negativa sobre el comportamiento. Se puede retomar la observación henchida de sensatez que hace Michael Medved en su libro Hollywood versus América, cuando denuncia las fechorías de la violencia y el sexo al cine. A los productores y distribuidores de películas, que persisten en negar el efecto de sus imágenes sobre el comportamiento, Medved responde muy acertadamente:

< < ¡Hipocresía! ¿Cómo gente que invierte las sumas considerables y mucho talento en anuncios de 30 a 60 segundos, convencida, con mucha razón de su impacto en las masas, para promover un hombre político o una nueva marca de cerveza, puede afirmar que no tiene influencia alguna sobre este mismo público con una película de 120 minutos?>>[1]

Todos los profesionales de la imagen conocen en efecto el poder sugestivo de la imagen. ¿Es que mostrar un bonito coche tiene un efecto de catarsis, vale decir, le libera al espectador de la compra simplemente dándole una satisfacción mental verdadera? No. Al contrario, eso le incita a comprar, pasar al acto. Si no, los publicistas se guardarían bien de utilizar estos métodos. Por otra parte, el sexo y el erotismo, que recurre a las emociones más fuertes y las menos controladas del hombre, tienen el poder de procurar una fogosidad de lo más fuerte. Esta es la razón por la que los publicistas se sirven abundantemente de ella para vender cualquier cosa.

Ahora bien, hoy, la imagen erótica y la pornográfica son omnipresentes. Los medios de comunicación, los publicistas y los productores del sector audiovisual recurren a ella ya que es el medio más seguro de vender. Nadie puede escaparse a este espectáculo diario, ni los niños. Aunque solo por su poder subconsciente, una imagen puede influir duraderamente sobre el psiquismo aunque uno no se de cuenta conscientemente. ¿Que decir entonces de la influencia millares de imágenes y de mensajes sexuales que cada uno recibe a lo largo de día? ¿Que decir de la influencia de estas imágenes sobre nuestros niños, cuya permeabilidad psíquica se conoce?

No solamente el erotismo, sino la pornografía misma se trivialaza cada vez más, incluso en sus formas más perversas como el sadomasoquismo. Se entrevista a las actrices de pornografía en la TV; escriben libros, como Brigitte Lahaye, que publicó sus memorias bajo el título ‘Yo, la escandalosa’, y la invitaron a por eso al programa literario Apóstrofe; hasta se hacen elegir de diputados, como Moana Pozzi en Italia. Si se ensalzan a las actrices y a los protagonistas porno, ¿por qué no a los productores de películas porno, que son proxenetas mafiosos? ¿Que pensar de una sociedad que da la palabra a los promotores del vicio?

No parece ya haber límites de decencia en los medios de comunicación. La confusión de los valores es tal que se ve a eclesiásticos, como Monseñor Gaillot, obispo de Evreux, supuesto defensor los valores morales y del respeto a la dignidad humana, dar entrevistas en Lui, Playboy, Penthouse y la revista homosexual Gai Pied Hebdo..

Nuestro ex Ministro de Cultura, Jack Lang, da regularmente entrevistas en Gai Pied Hebdo, revista homosexual que se sitúa constantemente al límite de la ilegalidad haciendo la promoción de la pederastia. Con respecto a la pornografía, el Sr. Lang fue a Europa 1: < < Es una forma de arte como otra, y sería necesario desarrollarla >>.[2]

2. El balance de los años 90

De veinte a treinta años después del comienzo de la legalización de la pornografía, respaldada por los profetas de la revolución sexual y los expertos en sexología, la pornografía adquirió un espacio extraordinario.

Muy poca gente no ha sufrido los efectos de una manera u otra, y una clientela muy numerosa la consume en alta dosis. El volumen de negocios del mercado del sexo no engaña. Una investigación presentada en el informe oficial de 1993 sobre < < El comportamientos sexual en Francia >> ponen de manifiesto que un 47% de los hombres reconocen haber visto por lo menos una película pornográfica, 47% reconocen ya haber leído una revista pornográfica, y 10% reconocen haber utilizado el Minitel rosado (una cadena televisiva porno). Los porcentajes para las mujeres son 23%, 19% y 3%. Para los 18-19 años, los porcentajes son 57%, 46% y 17%.[3] La cuestión no se planteó a los menores y con todo, sería interesante saber cuánto niños ya abrieron una revista pornográfica, o incluso observaron los vídeos porno de sus padres. Todo adulto conoce la permanencia de las imágenes sexuales en el psiquismo, es decir, su tendencia a incrustarse profundamente en la memoria; pero este impacto es aún mayor en los niños, y se sabe que las escenas sexuales tienen sobre los niños un carácter traumático.

Todos los expertos, hoy en día, conciben un balance muy negativo de la pornografía. Vamos a citar en particular dos informes importantes, uno americano de los años 80, el Informe Meese, y otro de 1994 y proviniendo por el Parlamento Europeo. Desgraciadamente, a pesar de estos informes, no se hace nada para frenar este mal, que prolifera al contrario de manera creciente.

Una de las razones es que la pornografía se convirtió en un mercado floreciente e involucran unos intereses muy importantes. La pornografía es un mercado lucrativo. En Alemania en 1992, el volumen de negocios global solo para el comercio de los vídeos casetes pornográficos ascendía cerca de mil millones de DM.[4] Ningún almacén de alquiler de vídeos puede hoy sobrevivir sin ofrecer pornografía, puesto que ésta representa cerca de un 40% del mercado del vídeo. Y, después del sexo, son las películas de horror y violencia que se alquilan más. Se considera que se vende alrededor 1,5 millón de vídeos porno cada año en Francia.[5]

Ahora bien, se conoce que el mercado de la pornografía es controlado por los mismos criminales que controlan el mercado de la prostitución y la esclavitud sexual. ¿Cómo podría ser de otra manera? Estos grupos son por otra parte los mismos a menudo que los que controlan el mercado de la droga.

Este mercado, hoy, no llama la atención y es legal. Por ejemplo, en Copenhague en Dinamarca, un salón de la pornografía, el Salón Erótica 2000, atrae a millares de personas. Recibe incluso subvenciones del Ministerio de Salud, con tal que se fomenten los métodos de prevención contra el SIDA.[6]

3. La pornografía es una droga

A/ La intoxicación pornográfica


La sexualidad es algo que afecta las capas profundas de la personalidad. No se puede pues tratarla como un simple entretenimiento inofensivo. Numerosos estudios pusieron de manifiesto que la pornografía actúa como una droga muy potente sobre los hombres.

En una entrevista a Francia-Noche, el Doctor René Salinger, neuropsiquiatra, explica la influencia de la pornografía:

< < En personas desequilibradas la violencia y la pornografía pueden valer de modelos de comportamiento [...] ya que la potencia de la imagen es tal como viene a substituirse al pensamiento [...]. En todo lo que es estrictamente visual, no se tiene ya que representarse las cosas, deslizan en ustedes para funcionar como un modelo >>.

El primer resultado de la ideología pornográfica consiste en desestabilizar poco a poco las actitudes naturales del hombre respecto su propia sexualidad. La sexualidad termina por convertirse en un fin en sí, como la droga; absorbe poco a poco al consumidor en el espiral de la dependencia. La pornografía crea nuevas necesidades, nuevas curiosidades y, así, incita a sus adeptos a abandonar una sexualidad normal.

Patrick Carnes, fundador de la asociación Sex Addicts Anonymous, afirma que entre 7 y 14 millones de americanos sufren del síndrome de la dependencia sexual. En la mayoría de los casos, se trata de consumidores de pornografía que se convierten progresivamente en clientes de la prostitución. Numeroso maridos y padres de familia contactan esta asociación después de darse cuenta que su defecto destruye la relación con su mujer y sus niños. En efecto, estos hombres son condicionados mentalmente tanto por las imágenes pornográficas que las fantasías de violencia sexual invaden sus relaciones familiares. En otros casos, sucede lo contrario, pierden todo interés emocional respecto a su mujer y sus niños.

B/¿Droga dura? ¿Droga blanda?

Puesto que la pornografía es una droga, la diferencia entre pornografía suave y pornografía dura debe ser comparada con la diferencia entre droga blanda y droga dura. La droga blanda es, en numerosos casos, la puerta hacia la droga dura. Del mismo modo, la pornografía suave (Lui, Playboy, etc.) es la puerta hacia la pornografía dura, y esa es la puerta hacia la criminalidad sexual. Por otro lado, la diferencia entre pornografía suave y dura tiende a desaparecer puesto que las revistas en venta en los quioscos, como Penthouse, muestran escenas de relaciones sexuales con acercamientos sobre los órganos sexuales, y pertenece pues a lo que (hace solamente algunos años) se reservaba antes a los almacenes especializados. La pornografía sadomasoquista también mucho se trivializa hoy en día y aparece sobre las coberturas de revistas y los aviseros publicitarios. En cuanto a la pornografía suave, antes la especialidad de las revistas dichas de romance, es omnipresente hoy, en el cine y la publicidad. En las grandes ciudades, todo el mundo consume dosis no desdeñables cada día, a no ser que se prive de televisión, de cine o que vaya por calle mirando solo sus zapatos.

4. La pornografía destruye a las familias

La sexualidad es una cosa muy seria. Afecta a las capas más profundas del ser humano. Por lo tanto, todo lo que afecta a la sexualidad no puede nunca tratarse ligeramente. La idea que la sexualidad pueda ser objeto de un entretenimiento inofensivo es un grave error. Es propio de un entretenimiento, el no tener consecuencias profundas sobre el psiquismo. Ahora bien, toda actividad sexual, incluso puramente mental, afecta profundamente al psiquismo, y esto de manera duradera.

Para comprender por qué la pornografía contribuye mucho a la destrucción de las parejas y familias, no basta con constatar sus daños, como acabamos de hacerlo. Es necesario ir más lejos en nuestra comprensión de los mecanismos psíquicos vinculados a la pornografía.

A/ La pornografía hypererotiza las relaciones conyugales e incluso las relaciones de padres a hijos (incesto)


En efecto, la costumbre del erotismo y la pornografía tienden a hipertrofiar el impulso sexual, que se vuelve entonces constantemente susceptible a que pueda ser despertado en cualquier momento. El hombre dopado por la pornografía, suave o dura, proyecta sus fantasías sexuales sobre todo lo que encuentra. El más grave es el caso de padres de familia. No solamente proyecta sus fantasías sobre su mujer, sino a menudo su relación emocional con sus niños se erotiza. Esta es la razón porque que numerosos padres de familia que consumen de la pornografía terminan con abusar sexualmente de sus niños.

B/ La pornografía, al crear una vida sexual puramente mental, de fantasía y surrealista, destruye la vocación relacional de la sexualidad


La sexualidad es una actividad esencialmente relacional. Es siempre una relación entre una persona y otra. La pornografía, al igual que el erotismo en general, es una relación entre mi yo y una persona imaginaria, una persona de papel o pantalla de televisión. Es pues una sexualidad de fantasía, es decir, una relación puramente mental con un fantasma. Se puede decir también que es una sexualidad narcisista o también masturbatoria, es decir, una relación sexual consigo mismo. La pornografía acentúa este fenómeno ya que es la representación de un placer sexual completamente irreal, que no existe en la realidad, y que el hombre no puede satisfacer de manera real. Se aleja, pues, de la realidad y solo vive en la fantasía. Cuando una persona desarrolla una costumbre respecto a la pornografía, toda su vida sexual se transforma: en lugar de relacional, se vuelve fantasmal. Tal hombre se vuelve incapaz de vivir su sexualidad como un acto de amor entre él y su cónyuge. Esta es la razón por la que puede perder cualquier deseo de cara a su mujer y poco a poco destruye su pareja. Si no tiene aún familia, destruye a su futura esposa.

Numerosos testimonios citados por el informe Meese (véase más abajo) confirman que la pornografía conduce al consumidor a una disociación casi esquizoide de la sexualidad: narcotizado por sus lecturas y espectáculos pornográficos, el hombre se encierra poco a poco en un universo masturbatorio, perdiendo todo interés por su esposa, sus niños, las responsabilidades de la vida familiar y emocional. La pornografía es la causa, directa o indirectamente, de numerosos divorcios. Favorece la progresión de la homosexualidad, la bisexualidad, la sodomía, de la prostitución, y en consecuencia contribuye a la progresión del SIDA.

C/ La pornografía, que ofrece una sexualidad anónima, fomenta el adulterio

En efecto, las fantasías alimentadas por la pornografía son fantasmas de relaciones sexuales adúlteras. Peor, el deseo que se encuentra exacerbado es se expresa con un anonimato completo: tener relaciones con una o más mujeres completamente desconocidas, sin ningún respeto por estas mujeres como personas, pero con pretensión perversa de tratarlas como objeto. Esta fantasía no puede satisfacerse con la mujer propia, sino, como es sabido, lleva al marido a que busque relaciones adúlteras. Con mayor frecuencia se dirigen hacia el mercado de la prostitución, añadiendo al pecado de engañar a su mujer el hecho de agotar los recursos económicos de su hogar.

Durante estos últimos años el desarrollo de la pornografía homosexual, tiene mucho que ver con el desarrollo de la prostitución homosexual, o de la homosexualidad como tal. El Doctor Roger Henrion, especialista del SIDA, revelaba en una entrevista:

< < Ha sido necesario que alcance la sesentena y cuarenta años de carrera para realizar, con la aparición del SIDA, el número impresionante de hombres casados que habían tenido relaciones homosexuales. [...] obviamente, estos hombres, que tienen una vida social muy en orden, están encima de toda sospecha >>.[7]

D/ La pornografía fomenta una sexualidad violenta que se expresará con la pareja.

Toda experiencia sexual, incluso mental, causa una impresión psíquica muy fuerte. Esta es la razón por la que los recuerdos de imágenes sexuales son extremadamente vividos. En el caso de mi vida sexual con la persona a quien entregue mi vida, esta memorización muy fuerte de las emociones vinculadas a la sexualidad contribuye a consolidar el amor y el compromiso emocional entre los esposos. Sin embargo, en el caso del erotismo y la pornografía, los recuerdos tienden a interferir con mi vida sexual, lo que tiene por consecuencia que mi relación con la persona quien elegí para compartir con ella mi vida va a ser influida sobre por estas imágenes y estos fantasmas: voy a proyectar irresistiblemente e inconscientemente sobre ella estas imágenes y estos fantasmas. El problema es tanto más grave cuanto mas mis imágenes pornográficas implican la violencia y la humillación sexual. Toda forma de erotismo, incluso "suave", tiene el mismo efecto.

Se habla mucho, últimamente, de la "prostitución marital", es decir, de relaciones entre marido y mujer donde el sexo es un instrumento poder. Recientemente, el asunto Lorena Bobbitt hizo gran ruido en los Estados Unidos. Esta joven mujer, regularmente humillada y agredida sexualmente por su marido, en un gesto de locura, lo castró. Reconociendo las circunstancias atenuantes, los jueces la han absuelto, y la opinión pública también la sostuvo ampliamente. La razón es que la violencia y el abuso sexual en los matrimonios es cosa corriente. Es que numerosos esposos, envenenados a la pornografía, proyectan sobre sus mujeres los fantasmas con quienes se alimenta.

Notas

[1] Michael Medved, Hollywood versus América, Agarrar Perennial, Nueva York, 1993.

[2] Ciudad por Max Cerrada, < < Elogio de la pornografía >>, Le Figaro, 31 de octubre de 1993.

[3] Alfred Spira, Nathalie Bajos y el grupo ACSF, los comportamientos sexuales en Francia, la documentación francesa, 1993.

[4] Parlamento Europeo, Informe de la comision de las libertades públicas y asuntos interiores sobre la pornografía, 24 de septiembre de 1993, p. 38. Estas cifras se basan en estimaciones de la Sociedad para el registro y la percepción de los derechos de difusión cinematográfica (GÜFA).

[5] El Acontecimiento del Jueves, 6 de enero de 1994, p. 63.

[6] Camille Olsen, < < las viejas ropas de la pornografía >>, Le Figaro, el 17 de octubre de 1991.

[7] París Partido, 21 de enero de 1993.

New Age y Cristianismo


La Nueva Era se presenta como una falsa utopía para responder a la sed profunda de felicidad del corazón humano, sometido al dramatismo de la existencia e insatisfecho ante la infelicidad profunda de la felicidad moderna
New Age y Cristianismo
New Age y Cristianismo
En la actualidad, la cultura occidental, seguida por muchas otras culturas, ha pasado de un sentido casi instintivo de la presencia de Dios a lo que a menudo se llama una visión más "científica" de la realidad. Todo debe ser explicado según nuestras experiencias diarias. Cualquier cosa que lleve a pensar en los milagros resulta inmediatamente motivo de sospecha. Así, todos los gestos y los objetos simbólicos, conocidos como sacramentales, que antes formaban parte de la praxis religiosa diaria de todo católico, son hoy, en el panorama religioso, mucho menos evidentes que antes.

Las razones de ese cambio son muchas y diversas, pero entran todas en el ámbito del cambio cultural general de formas tradicionales de religión a expresiones más personales e individuales de lo que ahora se llama "espiritualidad". Al parecer, son tres los motivos que han dado origen a ese cambio.

El primero es la sensación de que las religiones tradicionales o institucionales no pueden dar lo que antes se creía que podían dar. Algunas personas, en su visión del mundo, no logran encontrar espacio para creer en un Dios trascendente personal; y a muchos la experiencia los ha llevado a preguntarse si este Dios tiene poder para realizar cambios en el mundo o incluso si existe.

Hay otra razón para explicar cierta inquietud y cierto rechazo con respecto a la Iglesia tradicional. No olvidemos que en la antigua Europa las religiones paganas precristianas eran muy fuertes y a menudo se producían lamentables conflictos vinculados al cambio político, pero inevitablemente calificados como opresión cristiana de las antiguas religiones. Uno de los pasos más significativos en lo que se podría llamar el ámbito "espiritual" en el siglo pasado, más o menos, fue una vuelta a las formas precristianas de religión. Las religiones paganas contribuyeron en gran medida a sostener algunas de las ideologías racistas más violentas de Europa, consolidando así la convicción de que ciertas naciones desempeñan un papel histórico de alcance mundial hasta el punto de que tienen derecho a someter a otros pueblos, y eso ha implicado, casi inevitablemente, un odio hacia la religión cristiana, a la que se ve como una novata en la escena religiosa. La compleja serie de fenómenos conocidos con el término de religiones "neopaganas" pone de manifiesto la necesidad, que sienten muchos, de inventar modos nuevos para "contraatacar" al cristianismo y volver a una forma más auténtica de religión, vinculada más íntimamente a la naturaleza y a la tierra. Por eso, se debe reconocer que en la religión neopagana no hay sitio para el cristianismo. Guste o no, se produce una lucha para conquistar la mente y el corazón de la gente en la relación entre el cristianismo, las antiguas religiones precristianas y sus "primas" de origen más reciente.

La Nueva Era se presenta como una falsa utopía para responder a la sed profunda de felicidad del corazón humano, sometido al dramatismo de la existencia e insatisfecho ante la infelicidad profunda de la felicidad moderna. La Nueva Era se presenta como una respuesta engañosa a la esperanza más antigua del hombre, la esperanza de una Nueva Era de paz, armonía, reconciliación consigo mismo, con los demás y con la naturaleza. Esta esperanza religiosa, tan antigua como la humanidad misma, es una llamada que brota del corazón de los hombres especialmente en tiempos de crisis.

El tercer motivo de un desengaño generalizado con respecto a la religión institucional deriva de una creciente obsesión en la cultura occidental por las religiones orientales y los caminos de sabiduría. Cuando ha resultado más fácil viajar fuera del propio continente, muchos europeos aventureros han comenzado a explorar lugares que antes sólo conocían repasando las páginas de textos antiguos.

La atracción de lo exótico los ha puesto en contacto más estrecho con las religiones y las prácticas esotéricas de varias culturas orientales, desde el antiguo Egipto hasta la India y Tibet. La creciente convicción de que existe cierta verdad de fondo, un núcleo de verdad en el centro de toda experiencia religiosa, ha llevado a la idea de que se pueden y deben captar los elementos característicos de las diversas religiones para llegar a una forma universal de religión. Una vez más, en ese ámbito hay poco espacio para las religiones institucionales, en particular, el judaísmo y el cristianismo.

Foilán de Fosses. Santo

Abad y misionero, 31 Octubre
Foilán de Fosses. Santo
Nació en el siglo VII en Irlanda.

Hermano de San Fursey y San Ultan. Viajó con ellos desde Irlanda a Inglaterra donde realizaron labores misioneras, y establecieron un monasterio cerca de Yarmouth.

Abad de la comunidad en Cnoberesburg, Suffolk por el año 640, una casa fundada por su hermano Fursey.

Durante una guerra entre los Mercians y los Anglosajones en el 650 la casa fue destruida, los hermanos asesinados, capturados o dispersados.

Foillan rescató a sus hermanos, recuperó las reliquias no destuidas, los libros y ornamentos litúrgicos de la casa, y viajó a Francia.

Él y sus hermanos fueron acogidas con beneplácito y apoyados en su labor evangelizadora por el rey Clodoveo II.

Foillan fundó un monasterio en Fosses, diócesis de Lieja, en el año 653 en las tierras donadas por San Itta de Nivelles y Santa Gertrudis de Nivelles.

Fue electo abad de este monasterio, como referencia podemos indicar que a sus alrededores creció a la moderna ciudad de Le Roeulx, Bélgica.

Fue también capellán y director espiritual en la casa fundada por Santa Gertrudis.

Predicador popular y pastor dedicado a su pueblo, murió asesinado junto con tres compañeros por unos bandidos que los atacaron en uno de sus viajes.

Su hermano sobreviviente, Saint Ultan, tomó el cargo de abad de Fosses.

Noviembre, mes para meditar


Es el mes en que se habla de la muerte Jesús mio y... no nos gusta. No estamos preparados para ello y tan solo nos causa desasosiego.
Noviembre, mes para meditar

El día está desapacible....soledad en la Capilla, la luz roja parpadea y tu estás ahí Señor... y yo como siempre estoy frente a ti y no se por qué tengo un sentimiento de melancolía...debe ser el mes de noviembre. Este mes que nos llena de recuerdos de los seres que ya no podemos ver, lugares vacíos, ecos de voces queridas ... que ya no oímos, siluetas y rostros que llevamos en nuestro corazón, pero...que ya no están.

Es el mes en que se habla de la muerte y los crepúsculos tienen una luz mortecina y el viento que va arrancando las hojas de los árboles nos habla de la proximidad del invierno. Si tuviera color le pondríamos un tono gris, serio y formal, con pinceladas de color cobre y oro....

Es el mes en que el pensamiento de la muerte nos pone inquietos pero solo por unos días pues pronto nos liberamos de este, para seguir, con alegría inconsciente, sumergiéndonos en el bullicio de la vida.

Pensar, meditar en la muerte no nos gusta. No estamos preparados para ello y tan solo nos causa desasosiego. Sabemos que algún día llegará... Tu, Jesús, nos dices: Velad, porque no sabeís ni el día ni la hora. Estad alerta, para no ser sorprendidos.

La muerte ha de llegar, eso no cabe duda, pero tu Señor, nos trajiste la esperanza de la resurrección. Creer en que vamos a resucitar es algo que nos aligera el alma y que en realidad no es la muerte sino una transformación de la propia vida.

Y San Pablo nos dice en su primera carta a los corintios: Ahora bien, si se predica que Cristo ha resucitado de entre los muertos, ¿cómo andan diciendo algunos de entre vosotros que no hay resurrección de muertos?.Si no hay resurrección de muertos, tampoco Cristo resucitó y si no resucitó Cristo, vana es nuestra predicación, vana también vuestra fe. Pero no, Cristo resucitó de entre los muertos como primicia de los que se durmieron

Esta fe es la que nos alimenta, Señor, y hace que tengamos una esperanza en esa muerte como la puerta hacia la otra vida, hacia la vida eterna.

Pero eso si, ese viaje a la eternidad nos obliga a tener listo "el equipaje", nos hace vivir día a día con el esfuerzo y la voluntad de ser mejores. No podemos despreciar el momento presente para obtener méritos que serán presentados ante tu Juicio, Señor.

Los seres queridos que se fueron nos impelen de mil formas y momentos a que preparemos "ese camino" y ese final de nuestra vida terrena, porque ellos ya saben que el gozo será infinito cuando traspasemos esa temida puerta de la muerte y podamos contemplar el rostro de tu amado Padre, el tuyo , el de tu Santísima Madre y también el de todos los que se nos adelantaron.

Mes de noviembre.... mes para meditar.

Sobre la elección de los invitados


Lucas 14, 12-14. Tiempo Ordinario. Hay más felicidad en dar que en recibir, y el que menos cosas desea es el más feliz.
Sobre la elección de los invitados
Lucas 14, 12-14


En aquel tiempo, decía Jesús a uno de los principales fariseos que le había invitado: Cuando des una comida o una cena, no llames a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a tus vecinos ricos; no sea que ellos te inviten a su vez, y tengas ya tu recompensa. Cuando des un banquete, llama a los pobres, a los lisiados, a los cojos, a los ciegos; y serás dichoso, porque no te pueden corresponder, pues se te recompensará en la resurrección de los justos.

Oración introductoria

Padre, que comprenda que sólo el servicio al prójimo abre mis ojos a lo que Dios hace por mí y a lo mucho que me ama.

Petición

Jesús te pido que encuentre la felicidad en dar más que en recibir, y que entre menos cosas desee, soy más rico.



Meditación del Papa

Al verlo con los ojos de Cristo, puedo dar al otro mucho más que cosas externas necesarias: puedo ofrecerle la mirada de amor que él necesita. En esto se manifiesta la imprescindible interacción entre amor a Dios y amor al prójimo, de la que habla con tanta insistencia la Primera carta de Juan. Si en mi vida falta completamente el contacto con Dios, podré ver siempre en el prójimo solamente al otro, sin conseguir reconocer en él la imagen divina. Por el contrario, si en mi vida omito del todo la atención al otro, queriendo ser sólo "piadoso" y cumplir con mis "deberes religiosos", se marchita también la relación con Dios. Será únicamente una relación "correcta", pero sin amor. Sólo mi disponibilidad para ayudar al prójimo, para manifestarle amor, me hace sensible también ante Dios. Sólo el servicio al prójimo abre mis ojos a lo que Dios hace por mí y a lo mucho que me ama (Benedicto XVI, Encíclica Deus caritas est, n. 18).


Reflexión


¿Te imaginas invitando a cenar a cien personas desconocidas? Si alguien hiciese eso hoy en día, lo mínimo que le pasaría es que saldría en el telediario del día siguiente. Lo “propio” es invitar a los amigos íntimos para pasárselo bien. ¿acaso está mal esto? No, ¡cómo va a estar mal convivir con los amigos!

No es esta la idea que nos quiere transmitir Jesucristo con el Evangelio de hoy. Aunque sea difícil verlo, Cristo nos está invitando en este pasaje a vivir la vida con una “elegancia superior”, con la mirada puesta en el cielo. Porque quien invita a uno esperando recibir otra invitación sólo piensa en sí mismo, no tiene un horizonte que no vaya más allá de sus propios intereses. ¿Cómo se puede ser dichoso sin esperar una compensación material por lo que hacemos?

Una vez oí hablar de un hombre que era inmensamente rico. Tenía todo lo que un hombre puede materialmente necesitar. Un día en un viaje en avión se sentó junto a él un sacerdote muy santo y sencillo con el que se puso a conversar. Al ver la santidad de este sacerdote y que las historias de sus riquezas no le impresionaban, sintió la necesidad de abrirle su corazón. ¿Saben qué es lo que le dijo al sacerdote? Que el momento más feliz de su vida había sido cuando había hecho un acto de fe sencillo, de ponerse en manos de Dios con lo que era, y no con lo que tenía. Este hombre confesaba que daría todo lo que tenía por volver a experimentar esa felicidad.

¿No será cierto que hay más felicidad en dar que en recibir, y que el que menos cosas desea es el más rico?


Propósito

Ayudar a una persona sin esperar que me lo regrese. Dar sin esperar nada a cambio.

domingo, 30 de octubre de 2011

Cronología de la Vida de Jesucristo





En los siguientes párrafos nos esforzaremos para establecer la cronología absoluta y relativa de la vida de Nuestro Señor; es decir, primero mostraremos cómo ciertos factores conectados con la historia de Jesucristo encajan con el curso de la historia universal y, en segundo lugar, cómo el resto de la vida de Jesús debe ser arreglado en base a la interrelación de sus elementos simples.


I. CRONOLOGÍA ABSOLUTA

Los episodios cuya cronología absoluta puede ser determinada con una mayor o menor probabilidad son el año de la natividad de Cristo, el comienzo de Su vida pública, y el de Su muerte. Dado que no podemos examinar en forma total los datos ingresados en los diferentes problemas, el lector tendrá que comparar lo que ya se ha dicho sobre estos puntos en el artículo CRONOLOGÍA BÍBLICA.

A. La Natividad

San Mateo (2, 1) nos cuenta que Jesus nació "en los días del rey Herodes". Josefo (Ant., XVII, viii, 1) nos informa que Herodes murió después de gobernar durante treinta y cuatro años de facto, ó treinta y siete años de jure. Herodes fue nombrado Rey de Judea por derecho en el 714 A.U.C., mientras que inicia su régimen presente después de tomar Jerusalén en el 717 A.U.C. Como los judíos computaban sus años de un Nisán a otro Nisán, y contaban partes fraccionadas como un año entero, con los datos anteriores podemos datar la muerte de Herodes entre los años 749, 750, 751 A.U.C. Josefo nos cuenta de un eclipse de luna ocurrido no mucho antes de la muerte de Herodes entre el 12 y el 13 de marzo del 750 A.U.C. por lo que Herodes debe haber muerto antes de la Pascua de ese año que cayó el 12 de abril (Josefo, "Ant"., iv, 4; viii, 4). Como Herodes mató a niños hasta de dos años de edad, para destruir al recién nacido Rey de los Judíos, debemos entonces pensar que Jesús debe haber nacido entre los años 747, 748 y 749 A.U.C. El censo bajo Cirino que menciona Lucas en conexión con la natividad de Jesucristo, y la sobresaliente conjunción astronómica de Marte, Júpiter y Saturno en Piscis, en la primavera del 748 A.U.C. no nos dá un resultado más exacto.

B. Comienzo del Ministerio Público

Podemos calcular la fecha del inicio del ministerio de Cristo a partir de tres fuentes diferentes de datos que se encuentran, respectivamente, en Lucas 3,23; en Josefo "Bel. Jud." I, xxi, 1; o en "Ant.", XV, ii, 1; y en Lucas, 3, 1.
En el primero de estos pasajes se lee: "Jesús, al empezar, tenía unos treinta años". La frase "al empezar" no califica la expresión que le sigue de "unos treinta años", sino que indica el comienzo de la vida pública. Tal como hemos encontrado que el nacimiento de Jesús ocurrió dentro del período del 747 al 749 A.U.C., Su vida pública debe haber comenzado entre el 777 y el 779 A.U.C.

Segundo, cuando, poco tiempo antes de la primera Pascua de Su vida pública, Jesús expulsa a los vendedores y a los compradores fuera del Templo, los judíos dijeron: "Cuarenta y seis años se han empleado en edificar este templo" (Juan 2,20). Ahora bien, según el testimonio de Josefo, (loc. cit.), el edificio del Templo fue iniciado en el año décimoquinto del actual reinado de Herodes o en el décimoctavo de su reino de jure, es decir, el 732 A.U.C.; por lo tanto, sumando cuarenta y seis años al edificio actual, la Pascua del primer año de la vida pública de Cristo debe haber sido en el 778 A.U.C.

Tercero, el Evangelio de San Lucas (3,1) asigna el inicio de la misión de San Juan Bautista a "El año quintodécimo del imperio de Tiberio César". Augusto, el predecesor de Tiberio, murió el 19 de agosto del 767 A.U.C., o sea que el año décimoquinto del reino independiente de Tiberio fue el 782 A.U.C.; pero entonces Tiberio comenzó a estar asociado a Augusto en el año 764 A.U.C., es decir, que el año quince contado a partir de esta fecha cae en el 778 A.U.C. La vida pública de Jesucristo comenzaría unos meses después, alrededor del 779 A.U.C.

C. El año de la muerte de Cristo

De acuerdo a los Evangelistas, Jesús padeció bajo el Sumo Sacerdote Caifás (772-90 A.U.C., ó 18-36 D.C.), durante el gobierno de Poncio Pilato (780-90 A.U.C.). Pero en realidad este dato deja en forma indefinida el momento exacto. La tradición y los testimonios de los Padres de la Iglesia recolectados por Patrizi (De Evangeliis), ubican la muerte de Jesús en el año quince de Tiberio, durante el consulado de Géminis, cuarenta y dos años antes de la destrucción de Jerusalén, y doce años antes de la predicación del Evangelio a los gentiles. Ya hemos visto que el décimoquinto año de Tiberio fue el 778 o el 782, ya sea que se mida desde el reino asociado de Tiberio o a partir de su reinado él solo; el consulado de Géminis (Fufius y Rubellius) cae en el año 782 A.U.C.; el año cuarenta y dos antes de la destrucción de Jerusalén fue el 29 D.C. o el 782 A.U.C.; los doce años antes de la predicación del Evangelio a los gentiles nos lleva al mismo año, es decir, al 29 D.C. o al 782 A.U.C.; la conversión de Cornelio, la cual marca el comienzo de las misiones a los gentiles, cayó probablemente en los años 40 ó 41 D.C.

D. El día de la muerte de Cristo

Jesús murió un viernes, en el día quince de Nisán. Que murió en viernes está claramente escrito en Marcos (15, 42), Lucas (23, 54), y en Juan (19, 31). Los pocos escritores que asignan otro día para la muerte de Cristo prácticamente se pierden entre el gran número de autoridades que lo colocan en viernes. Más aún, ni siquiera se ponen de acuerdo entre ellos: Epifanio, por ejemplo, ubica la Crucificción en martes; Lactancio en sábado; Westcott en jueves; Casiodoro y Gregorio de Tours, ni tan siquiera la fechan en viernes. Los tres primeros evangelistas son igualmente claros sobre la fecha de la Crucificción. Ubican la Última Cena en el día catorce de Nisán, tal como lo podemos ver en Mateo 26, 17-20; en Marcos 14, 12-17; en Lucas 22, 7-14. No debe haber tampoco ninguna duda sobre la concordancia entre San Juan y los Evangelistas Sinópticos respecto a la Última Cena y a la Crucificción. La Cena se llevó a cabo "Antes de la fiesta de la Pascua" (Juan, 13, 1), es decir el 14 de Nisán, tal como se lee en Mateo 22, 7-14. El día del sacrificio se computaba según el método romano (Jovino, 123 sqq., 139 sqq.). Algunos discípulos pensaron que Judas dejó la mesa porque Jesús le dijo: "Compra lo que necesitamos para la fiesta, o que diese algo a los pobres" (Juan,13, 29).

Si la Cena se hubiera llevado a cabo el día 13 de Nisán difícilmente pudiésemos entender esta creencia de los discípulos ya que Judas debería de haber hecho las compras y haber distribuído las limosnas el 14 de Nisán; no hubiera habido necesidad de su apresuramiento hacia la ciudad en medio de la noche. El día de la Crucificción de Cristo, los judíos "no entraron en el pretorio por no contaminarse, para poder comer la Pascua " (Juan,18, 28). La pascua que los judíos deseaban comer no hubiera podido ser el cordero pascual que era el que se comía el 14 de Nisán, porque la contaminación contraída al entrar al pretorio hubiera cesado al atardecer, por lo que no les hubiera impedido compartir la cena pascual. La pascua que los judíos tenían en vista debe haber sido el ofrecimiento sacrificial (Chagighah), el que también se llama pascua y el que se comía el día 15 de Nisán. Por lo tanto, este pasaje ubica la muerte de Jesucristo en el día décimoquinto de Nisán. Se dice que Jesús sufrió y murió en la "preparación de la Pascua" o, simplemente en la "Parasceve" (Juan,19,14;31); como "parasceve" significaba viernes, la expresión "Parasceve" denota entonces el viernes en el que debía de caer la pascua. Por último, al siguiente día de la "Parasceve" en que murió Jesús se le llama "día grande aquel sábado" (Juan 19,31), ya sea para hacer resaltar su ocurrencia en la semana pascual o para distinguirlo de la pascua anterior, o día de descanso menor.

II. CRONOLOGÍA RELATIVA

Ningún estudiante de la vida de Jesús pondrá en duda el órden cronológico de sus principales divisiones: infancia, vida oculta, vida pública, pasión, gloria. Sin embargo, la sucesión de los eventos en divisiones más sencillas no siempre está tan claramente definida y dá lugar a disputas.

A. La Infancia de Jesús

Por ejemplo, la historia de la infancia está registrada solamente en el Primer y el Tercer Evangelios. Cada Evangelista se contenta con señalar cinco hechos: San Mateo describe el nacimiento de Jesús, la adoración de los Magos, la huída a Egipto, la matanza de los Santos Inocentes, y el regreso a Nazareth. San Lucas nos da un bosquejo del nacimiento, de la adoración de los pastores, de la circuncisión, de la purificación de la Vírgen, y del regreso a Nazareth. Ambos evangelistas coinciden en el primero y en el último de estas series de acontecimientos (por sobretodo, los estudiosos colocan al nacimiento, la adoración de los pastores y la circuncisión antes de los Magos), pero ¿cómo vamos a ordenar estos tres eventos presentados por San Mateo según el órden dado por San Lucas? Indicamos algunas de las formas en las que estas secuencias cronológicas han sido arregladas.

1. El nacimiento, la adoración de los pastores, la circuncisión, la adoración de los Magos, la huída a Egipto, la matanza de los Inocentes, la purificación, el regreso a Nazareth. Este orden implica que, o la purificación se retrasó más allá del día catorce, lo cual contradice a Lucas 2,22ss., o que Jesús nació muy poco tiempo después de la muerte de Herodes, de tal forma que la Sagrada Familia pudo regresar de Egipto dentro de los catorce días después del nacimiento de Jesús. La tradición no apoya este rápido regreso desde Egipto.

2. El nacimiento, la adoración de los pastores, la circuncisión, la adoración de los Magos, la purificación, la huída a Egipto, la matanza de los Inocentes, el regreso a Nazareth. Según este orden, los Magos o bien llegaron unos pocos días antes de la purificación o lo hicieron el 6 de enero; pero en ninguno de los casos podemos entender por qué la Sagrada Familia hubiera ofrecido el sacrificio de los pobres después de haber recibido las ofrendas de los Magos. Además, el primer Evangelista dice que el ángel se le apareció a José inmediatamente después de que se marcharon los Magos, y no es poco probable que Herodes hubiese esperado bastante antes de preguntar sobre los pormenores del nacimiento del rey. Estas dificultades no se allanan sencillamente por poner la adoración de los Magos el día antes de la purificación; es muy poco probable en ese caso que la Sagrada Familia hubiese ofrecido el sacrificio de los pobres.

3. Debido a que Lucas 2,39 parece excluir la posibilidad de ubicar la adoración de los Magos entre la presentación y el regreso a Nazareth, están los que interpretan el haber localizado el adviento de los magos, la huída a Egipto, la matanza de los Inocentes, y el regreso desde Egipto después de los hechos contados por San Lucas. Están de acuerdo en que la Sagrada Familia volvió a Nazareth después de la purificación, y que entonces salió de Nazareth para establecer su hogar en Belén. Eusebio, Epifanio y otros escritores antiguos desean ubicar la adoración de los Magos dentro de los siguientes dos años después del nacimiento de Cristo; Paperbroch y sus seguidores permiten un año y trece días entre el nacimiento y la llegada de los Magos; mientras tanto Patrizi está de acuerdo con aquellos que sitúan el adviento de los Magos en unas dos semanas después de la purificación. El texto de Mateo 2, 1, 2, dificilmente permite un intervalo de más de un año entre la purificación y la llegada de los Magos; la opinion de Patrizi parece satisfacer todos los datos dados por los Evangelios, sin contradecir lo que ha agregado la tradición.

B. La Vida Oculta de Jesús

Fue en el aislamiento en Nazareth que Jesús pasó la mayor parte de Su vida terrena. Los escritos inspirados son muy retiscentes sobre este período: Lucas, 2,40-52; Marcos 6,3; Juan 6,42; 7,15, son los únicos pasajes que se refieren a la vida oculta. Algunos de ellos nos dan una visión general de la vida de Cristo: "El niño crecía y se fortalecía lleno de sabiduría, y la gracia de Dios estaba en Él" es una breve reseña de los años que siguen al regreso de la Sagrada Familia después de la ceremonía de la purificación en el Templo. "Jesús crecía en sabiduría y edad y gracia ante Dios y ante los hombres ", y Él "les estaba sujeto" forman el marco inspirado de la vida de Cristo en Nazareth después de que cumplió los doce. "Cuando era ya de doce años " Jesús acompañó a Sus padres a Jerusalén, "según el rito festivo"; "y volverse ellos, acabados los días, el niño Jesús se quedó en Jerusalén sin que sus padres lo echasen de ver." "Al cabo de tres días le hallaron en el templo, sentado en medio de los doctores, oyéndolos y preguntándoles." Fue en esta ocasión en que Jesús menciona las únicas palabras que tenemos del período de Su vida oculta: "¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que es preciso que me ocupe en las cosas de mi Padre?" Los judíos nos cuentan que Jesús no pasó por el aprendizaje de las escuelas rabínicas: "¿De dónde le vienen a éste tales cosas?".

La misma pregunta es hecha por la gente de Nazareth quien agrega: "¿No es acaso el carpintero?" San Justino es una autoridad para la declaración que Jesús hizo especialmente sobre "arados y yugos" (Contra Tryph., 88). Aunque no haya certeza de que en época de Jesús existieran escuelas primarias en las villas judías, podemos inferir de los Evangelios que Jesús sabía cómo leer (Lucas 4,16) y escribir (Juan 8,6). Debe de haber aprendido a una edad temprana el también llamado Shema (Deut. 6,4), y el Hallel, o Salmos 113-118 (Hebr.); también debe de haber estado familiarizado con otras partes de las Escrituras, especialmente con los Salmos y con los Libros Proféticos, ya que contantemente se refiere a ellos en Su vida pública. Se asevera también que Palestina, en tiempos de Jesucristo, prácticamente era bilingüe, por lo que Cristo debe haber hablado arameo y griego; las indicaciones de que Él estaba familiarizado con el hebreo y el latín son insignificantes. La enseñanza pública de Jesús demuestra que era un atento observador de las cosas y sonidos de la naturaleza, y de los hábitos de todas las clases de hombres. Ya que eran las fuentes usuales de Sus enseñanzas. Para concluir, la vida oculta de Jesús que se extiende a través de treinta años es bastante diferente de la que uno habría de esperar en el caso de una Persona Quien es adorado por Sus seguidores como su Dios y reverenciado como su Salvador; esta es una prueba indirecta de la credibilidad de la historia Evangélica.

C. La Vida Pública de Jesús: Su Duración

La cronología de la vida pública ofrece ciertos problemas al que la interpreta; tocaremos solamente dos de esos problemas: la duración de la vida pública y los viajes sucesivos durante la misma.
Existen dos opiniones opuestas respecto a la duración del ministerio de Jesús: San Ireneo (Contra Haer., II, xxii, 3-6) parece sugerir un período de quince años; las frases proféticas, "un año de desquite", "el año de mis redimidos" (Is., 34,8; 63,4), parece que indujeron a Clemente de Alejandría, a Julio el Africano, a Filastro, a Hilario y a dos o tres escritores patrísticos más a dar una duración de un año a la vida pública. Esta última opinión encontró algunos seguidores entre estudiosos recientes: von Soden, por ejemplo, defiende este punto de vista en la "Encyclopaedia Biblica" de Cheyne. Pero el texto Evangélico demanda una duración mayor. El Evangelio de San Juan menciona tres pascuas diferentes en la historia del ministerio de Cristo (2,13; 6,4; 11,55). La primera de las tres fue poco después del bautismo de Jesús; la última coincide con Su Pasión, por lo tanto deben de haber transcurrido dos años entre ambos eventos para darnos el espacio necesario para la pascua que se menciona en 6,4. Westcott y Hort omiten la expresión "la pascua" en 6,4 para comprimir el ministerio de Jesús a un año; pero todos los manuscritos, todas las versiones y casi todos los Padres testifican en base a la lectura que dice "En de eggysto pascha heeorteton Ioudaion": "Estaba cercana la Pascua, la fiesta de los judíos". Hasta aquí entonces, todo tiende a favorecer el punto de vista de aquellos escritores y de los comentaristas más recientes quienes extienden el período del ministerio de Cristo a un poco más allá de los dos años.

Pero al hacer una comparación entre el Evangelio de San Juan con los Evangelistas Sinópticos, parece ser que se introduce otra pascua más en la vida pública de Cristo, mencionada en el Cuarto Evangelio. Juan 4,45 relata el regreso de Jesús a Galilea después de la primera pascua de Su vida pública en Jerusalén, y el mismo evento es contado en Marcos 1,14, y en Lucas 4,14. La pascua mencionada en Juan 6,4 tiene su paralelo con la "hierba verde" de Marcos 6,39, y en la multiplicación de los panes en Lucas 9,12ss. Pero la arrancada de espigas contada en Marcos 2,23 y en Lucas 6,1 implica otra estación pascual entre las que expresamente se mencionan en Juan 2,13 y en 6,4. Esto nos muestra que la vida pública de Jesús se debe haber extendido por un período de cuatro pascuas, es decir que debe haber durado tres años y unos pocos meses más. Aunque el Cuarto Evangelio no indica esta cuarta pascua en una forma tan clara como lo hace con las otras tres, no está totalmente callado respecto a ella. La "fiesta de los judíos" que se menciona en Juan 5,1 ha sido identificada con la Fiesta de Pentecostés, la Fiesta de los Tabernáculos, la Fiesta de la Expiación, la Fiesta de la Luna Nueva, la Fiesta de Purim, la Fiesta de la Dedicación, por varios comentaristas; otros mientras tanto confiesan que no son capaces de determinar a cuál de las fiestas judías se refiere ese pasaje. Casi todas estas dificultades desaparecerían si ese día de fiesta fuera visto como la pascua, en la forma que tanto el texto (heorte) como Juan 4,35 parecieran pedir (cf. Dublin Review, XXIII, 351 sqq.).

D. La Vida Pública de Jesús: Sus Viajes

Se pueden clasificar los viajes que hizo durante Su vida pública en nueve grupos: los seis primeros se efectuaron principalmente en Galilea y tuvieron a Cafarnaúm como su punto central; los últimos tres llevan a Jesús hacia Judea sin ningún punto central de referencia. No podemos entrar en medio de las disputas relacionadas con los incidentes ocurridos en los diferentes grupos.

1. Primer Viaje.
Diciembre, A.U.C. 778 - Primavera, 779. (Cf. Juan 1 y 2; Mateo 3 y 4; Marcos 1; Lucas 3 y 4)
Jesús abandona Su vida oculta en Nazareth, y va a Betania al otro lado del Jordán, en donde es bautizado por Juan y recibe el primer testimonio del Bautista hacia Su misión Divina. Se retira entonces hacia el desierto de Judea, en donde ayuna durante cuarenta días y es tentado por el diablo. Después de esto se queda viviendo cerca de la zona en donde se lleva a cabo el ministerio del Bautista y ahí recibe el segundo y el tercer testimonio, y en donde gana a Sus primeros discípulos con quienes viaja a las bodas de Caná en Galilea, en donde realiza Su primer milagro. Finalmente, transfiere Su residencia, en la medida en que podamos decir que tiene residencia en Su vida pública, a Cafarnaúm, una de las vías principales de comercio y viajes de Galilea.

2. Segundo Viaje.
Pascua, A.U.C. 779 - cerca de Pentecostés, 780. (Cf. Juan 2-5; Marcos 1-3; Lucas 47; Mateo 4-9)
Jesús va de Cafarnaúm a Jerusalén para la Fiesta de la Pascua; aquí, expulsa a los compradores y vendedores del Templo, y es cuestionado por las autoridades judías. Muchos creían en Jesús, y Nicodemo viene para conversar con Él durante la noche. Después de los días de fiesta, permanece en Judea hasta el siguiente diciembre, y durante este tiempo recibe el cuarto testimonio de Juan quien estaba bautizando a Ennon (A.V. Aenon). Cuando el Bautista es hecho prisionero, Jesús regresa a Galilea por el camino de Samaria en donde se encuentra con la mujer samaritana en el pozo de Jacob, cerca de Sicar; permanece en este lugar dos días, y muchos creyeron en Él. Inmediatamente después de Su regreso a Galilea encontramos a Jesús nuevamente en Caná, en donde un cortesano le ruega por la recuperación de su hijo moribundo en Cafarnaúm. El rechazo que la gente de Nazareth tiene hacia Jesús, si ocurrió en este momento, como San Lucas entrevee, o posteriormente, como parece demandar San Marcos, o bien ahora y unos ocho meses después, es un problema exegético que no podemos resolver aquí. De todas formas, poco después Jesús se involucra activamente en Cafarnaúm enseñando y curando a los enfermos, entre ellos a la suegra de Pedro y a un endemoniado. En esta ocasión llama a Pedro y a Andrés, a Santiago y a Juan.

Continúa entonces con una gira misional a través de Galilea durante la cual curó a un leproso; pronto vuelve a enseñar en Cafarnaúm y es rodeado por una multitud tal que un hombre paralítico tiene que ser bajado a través del techo para poder llegar ante la Sagrada Presencia. Después de llamar a Mateo al Apostolado, Jesús va a Jerusalén para la segunda Pascua de Su vida pública y fue en esta ocasión, cerca de la piscina de Jerusalén, que curó a un hombre que había estado enfermo durante treinta y ocho años. La acusación de violar el sábado y la respuesta de Cristo son los efectos naturales del milagro. La misma acusación se repite poco después de la Pascua; Jesús ha regresado a Galilea y los discípulos arrancaron algunos granos maduros de los campos de trigo. El cuestionamiento se hace más fuerte en el futuro inmediato; Jesús ha regresado a Cafarnaúm y allí sana en sábado a un hombre que tenía una mano seca. Los fariseos hacen ahora una causa común con los herodianos para "destruirle". Jesús se marcha primero al Mar de Galilea en donde enseña y realiza muchos milagros; se retira entonces a la Montaña de las Bienaventuranzas, en donde ora durante la noche, escoge a Sus doce Apóstoles en la mañana, y predica el Sermón de la Montaña. Es traído de regreso a Cafarnaúm por las plegarias del centurión quien le pide y obtiene la curación de su sirviente.

3. Tercer Vaje.
Cerca de Pentecostés, A.U.C. 780- Atoño, 780. (Cf. Lucas 7,8; Marcos 3,4; Mateo 4,8,9,12,13)
Jesús hace otra gira misional a través de Galilea; resucita al hijo de la viuda de Naín, y poco después recibe a los mensajeros enviados por Juan desde su prisión en Machaerus. Sigue entonces la escena de la recepción misericordiosa de la pecadora que unta los pies del Señor mientras descansa a la mesa en Magdala o, quizá, en Cafarnaúm; durante el resto de Su gira misional es seguido por unas mujeres piadosas quienes atienden las necesidades de los Apóstoles. Después de regresar a Cafarnaúm, Jesús expulsa al demonio mudo, es acusado por los fariseos de expulsar demonios con la ayuda del príncipe de los demonios, y enfrenta las protestas de Sus parientes. Retirándose al mar, predica lo que puede ser llamado el "Sermón del Lago", que consiste de siete parábolas.

4. Cuarto Viaje.
Otoño, A.U.C. 780- acerca de Pascua, 781. (Cf. Lucas 8,9; Marcos 4-6; Mateo 8,9,10,13,14)
Después de un laborioso día de ministerio en la ciudad de Cafarnaúm y en el lago, Jesús con Sus Apóstoles cruza las aguas. Como una fuerte tormenta cae sobre ellos, los asustados Apóstoles despiertan a su Maestro, quien calma a los vientos y a las olas. Hacia la mañana, se encuentran con un endemoniado en el país de los gerasenos, al este del lago. Jesús expulsa los espíritus malignos, pero les permite entrar en una piara de puercos. Las bestias se autodestruyen en las aguas del lago, y los asustados habitantes ruegan a Jesús que no se quede ya entre ellos. Después de regresar a Cafarnaúm sana a la mujer que había tocado Su túnica, resucita a la hija de Jairo y devuelve la vista a dos ciegos. El segundo Evangelio ubica en este lugar la última visita de Cristo y el rechazo por parte de la gente de Nazareth. Sigue entonces el ministerio de los Apóstoles quienes son enviados de dos en dos, mientras que el mismo Jesús hace otra gira misional a través de Galilea. Parece que fue el martirio de Juan el Bautista que hace que regresen y se reúnan los Apóstoles alrededor del Maestro en Cafarnaúm. Pero, por muy depresivo que este suceso pueda haber sido, no aminoró el entusiasmo de los Apóstoles sobre los éxitos logrados.

5. Quinto Viaje.
Primavera, A.U.C. 781. (Cf. Juan 6; Lucas 9; Marcos 6; y Mateo 14)
Jesús invita a los Apóstoles, cansados de sus labores misioneras, a descansar un rato. Cruzan la parte norte del Mar de Galilea pero, en lugar de encontrar el tan ansiado descanso, encuentran multitudes que les han precedido por tierra o en barca, y que están ansiosas de ser instruídas. Jesús les enseña a lo largo del día, y hacia la tarde, no desea dejarlas ir hambrientas. Por otro lado, solamente había cinco hogazas de pan y dos pescados a disposición de Jesús; después de Su bendición, estos escasos alimentos satisfacen el hambre de cinco mil hombres, además de las mujeres y los niños, y las sobras llenan doce canastas. Jesús envió a los Apóstoles de regreso a sus barcas y Él escapa de las multitudes entusiastas que deseaban hacerLe rey, hacia la montaña en donde oró hasta bien entrada la noche. Mientras tanto, los Apóstoles se enfrentan con viento en contra hasta la cuarta vigilia de la noche, cuando ven a Jesús caminando sobre las aguas. Al principio los Apóstoles tienen miendo, y entonces reconocen a Jesús; Pedro camina sobre las aguas meintras dura su confianza; cuando Jesús sube a la barca, la tomenta cesa. Al siguiente día, Jesús y Sus Apóstoles llegan a Cafarnaúm, en donde Él habla a la asamblea sobre el Pan de Vida y promete la Santa Eucaristía, resultando que algunos de sus seguidores Le dejan, mientras que la fe de Sus verdaderos discípulos se fortalece.

6. Sexto Viaje.
Desde aproximadamente mayo, A.U.C. 781 a septiembre, 781. (Cf. Lucas 9; Marcos 7-9; Mateo 14-18; Juan 7)
Puede ser que debido a la enemistad que se generó en contra de Jesús por su discurso Eucarístico en Cafarnaúm, el que haya iniciado una gira misionera más extensa que las que había hecho en años anteriores. Pasando a través del país de los gerasenos, expresa su desaprobación hacia las prácticas fariseicas sobre la pureza legal. Dentro de los límites de Tiro y Sidón, exorciza a la hija de la mujer siriofenicia. Desde aquí Jesús viaja primero hacia el norte, luego hacia el este, va hacia el sudeste a través de la parte norte de la Decápolis, probablemente cerca del Líbano, hasta que llega a la parte oriental de Galilea. Mientras se encuentra en la Decápolis, sana a un sordo y tartamudo empleando un ceremonial más elaborado que el que había utilizado para cualesquiera de sus milagros anteriores; en el lado oriental de Galilea, probablemente no muy lejos de Dalmanutha y de Magedan, alimenta a cuatro mil hombres, además de niños y mujeres, con siete panes y unos pocos peces, llenando siete canastas con las sobras. Las multitudes han oído durante tres días las enseñanzas de Jesús, previamente al milagro. Pese a las muchas curaciones hechas por Jesús durante su viaje: al ciego, al sordo, al cojo, al lisiado, y a tantos otros, los fariseos y los saduceos le piden por una señal del cielo, tentándole. Les promete el signo del Profeta Jonás. Después que Jesús y los Apóstoles han cruzado el lago, Él les advierte que tengan cuidado del fermento de los fariseos; pasan entonces a través de Betsaida en donde devuelve la vista a un ciego. Hallamos entonces a Jesús en los confines de Cesarea de Filipo, en donde Pedro profesa su fe en Cristo, en el Hijo del Dios Vivo, y en reciprocidad recibe de Jesús la promesa del poder de las llaves. Aquí, Jesús predice Su pasión, y aproximadamente una semana después es transfigurado delante de Pedro, de Santiago y de Juan, posiblemente en la cima del monte Tabor. Descendiendo de la montaña, exorciza al demonio mudo que Sus discípulos no habían sido capaces de expulsar. Va hacia Cafarnaúm, predice por segunda vez Su pasión y en la ciudad paga el tributo por Él y por Pedro. Esto ocasiona la discusión sobre el más grande en el reino de los cielos, y todos los discursos relacionados. Por último, Jesús rechaza la invitación de sus hermanos de ir a la Fiesta de los Tabernáculos en Jerusalén.

7. Séptimo Viaje.
Septiembre, A.U.C. 781- Diciembre 781. (Cf. Lucas 9-13; Marcos 10; Mateo 6, 7, 8, 10, 11, 12, 24; Juan 7-10)
Jesús ahora se dirige decididamente hacia Jerusalén, los samaritanos le niegan hospitalidad, y debe de irse hacia el lado este del Jordán. Mientras se halla aún en Galilea, rechaza el discipulado de varios candidatos sin entusiasmo, y más o menos en el mismo tiempo envía a otros setenta y dos, de dos en dos, para que le precedan en cada ciudad y sitio a donde Él va a llegar. Probablemente, en la parte baja de Perea, los setenta y dos regresan con alegría, regocijándose en el poder milagroso que había sido ejercido por ellos. Debe haber sido en la vecindad de Jericó en donde Jesús contestó la pregunta del doctor de la Ley, "¿Y quién es mi prójimo?" en relación con la parábola del Buen Samaritano. Luego Jesús es recibido en la hospitalaria casa de María y de Marta, en donde declara que María ha escogido la mejor parte. De Betania fue a Jerusalén para la Fiesta de los Tabernáculos, donde se involucra en discusiones con los judíos. Los Escribas y los Fariseos se esfuerzan por probarlo cuando le piden que se pronuncie en el caso de la mujer encontrada en adulterio. Habiendo Jesús evitado la trampa, continúa sus discusiones con los judíos hostiles. Su enemistad se intensifica cuando Jesús devuelve la vista a un ciego en día sábado. Jesús parece tener su estancia en Jerusalén con el hermoso discurso del Buen Pastor. Poco después enseña a Sus Apóstoles el Padre Nuestro, probablemente en algún lugar del Monte de los Olivos. En un viaje misional subsecuente a través de Judea y de Perea, Se defiende contra los ataques de los fariseos, y reprueba su hipocresía. En el mismo viaje, Jesús advierte contra la hipocresía, la codicia, las cosas del mundo; exhorta a estar atentos, a tener paciencia ante las contradicciones, y a la penitencia. Más o menos por esta época, sana a la hemorroísa.

8. Octavo Viaje.
Diciembre, A.U.C. 781-Febrero, 782. (Cf. Lucas 13-17; Juan 10,11)
Jesús regresa otra vez a Jersualén para la Fiesta de la Dedicación, y se produce otra discusión con los judíos. Este episodio es seguido por otra gira misional a través de Perea, durante la que Jesús explica muchos puntos doctrinales importantes: el número de los escogidos, el lugar que uno ocupa a la mesa, la elección de los invitados, la parábola del banquete, resolución en el servicio de Dios, las parábolas de las cien ovejas, de la dracma perdida, y del hijo pródigo, del administrador infiel, de epulón y Lázaro, del mal siervo, además de la obligación de la corrección fraterna, y la eficacia de la fe. También durante este período intentaron los fariseos asustar a Jesús con la amenaza de la persecución de Herodes; por su parte, Jesús sana a un hombre con hidropesía, en sábado, mientras está a la mesa en la casa de un príncipe de los fariseos. Finalmente, María y Marta envian mensajeros a Jesús, pidiéndole que vaya a curar a su hermano Lázaro; Jesús fue después de dos días, y resucita a Su amigo quien había estado durante varios días en la tumba. Los judíos se exasperan con este milagro, y decretan entonces que Jesús debe morir por la gente. Se retira entonces "a una región próxima al desierto, a una ciudad llamada Efrem".

9. Noveno Viaje.
Febrero, A.U.C. 782- Pascua, 782. (Cf. Lucas 17-22; Marcos 10, 14; Mateo 19-26; Juan 11, 12)
Este último viaje lleva a Jesús hacia el norte desde Efrem, a través de Samaria; luego hacia el este a lo largo de la frontera de Galilea, hacia Perea; entonces hacia el sur a través de Perea; hacia el oeste a través del Jordán; a través de Jericó; Betania en el Monte de los Olivos; Betsaida y, finalmente, hacia Jersualén. Mientras se encuentra en la parte norte de la gira, cura a diez leprosos; poco después, contesta las preguntas hechas por los fariseos respecto al reino de Dios. Urge entonces sobre la necesidad de la oración incesante a través de la parábola del juez inicuo; pertenece a este momento también la parábola del Fariseo y del Publicano, el discurso sobre el matrimonio, sobre la actitud de la Iglesia hacia los niños, sobre el uso correcto de las riquezas ilustrada por la historia del joven rico, y la parábola de los trabajadores de la viña. Después de iniciado Su camino hacia Jerusalén, predice Su Pasión por tercera vez; Santiago y Juan revelan su ambición, pero aprenden la verdad sobre la grandeza de la Iglesia.

En Jericó, Jesús sana dos ciegos, y recibe el arrepentimiento de Zaqueo el publicano; propone aquí la parábola de los talentos confiados a los sirvientes por su amo. Seis días antes de la pascua encontramos a Jesús en Betania en el Monte de los Olivos, como huésped de Simón el leproso; María unge Sus pies, y los discípulos, instigados por Judas, se indignan por este aparente desperdicio de perfume.

Una inmensa multitud se junta en Betania, no solamente para ver a Jesús sino también a Lázaro; de aquí que los sacerdotes piensen también en matar a Lázaro. Al siguiente día Jesús entra triunfalmente en Jerusalén y es recibido por los gritos de Hosana de toda clase de gente. Por la tarde, se encuentra con una delegación de gentiles en el patio del Templo. El día lunes Jesús maldice a la higuera estéril, y durante la mañana expulsa a los compradores y vendedores del Templo. El martes, los discípulos se maravillan cómo de repente se ha secado la higuera y esto hace que el Maestro les instruya sobre la eficacia de la fe. Jesús responde a las preguntas de los enemigos respecto a Su autoridad; propone entonces la parábola de los dos hijos, de los viñadores infieles y de los invitados a la boda.

Sigue luego una triple trampa: los políticos preguntan si es legal pagar tributo al César; los saduceos le preguntan sobre esposa de quién es una mujer, después de la resurrección, quien ha tenido varios esposos; los téologos judíos proponen la pregunta: ¿cuál es el primer mandamiento, el gran mandamiento de la ley?; Jesús propone entonces Su última pregunta a los judíos: "¿Qué os parece de Cristo? ¿De quién es hijo?" Esto es seguido por las recriminaciones contra escribas y fariseos, y por la denuncia contra Jerusalén. Las últimas palabras de Cristo en el Templo fueron expresiones de elogio hacia la viuda pobre que ofreció dos óvolos a pesar de su pobreza. Jesús terminó ese día pronunciando las profecías sobre la destrucción de Jerusalén, Su segunda venida, y el juicio futuro; estas profecías son interrumpidas por la parábola de las diez vírgenes y de los talentos. Jesús predice nuevamente Su Pasión el día miércoles; probablemente fue el mismo día en que Judas llegó a un acuerdo con los judíos para traicionarLe.

E. La Pasíon de Jesús: su preparación

Jesús prepara a Sus discípulos para la Pasión, Se prepara a Sí mismo para la prueba, y Sus enemigos se preparan para destruirle.

1. Preparación de los Apóstoles. Jesús prepara a Sus Apóstoles para la Pasión comiendo el cordero pascual, con la institución de la Santa Eucaristía, con las ceremonias concomitantes, y con Sus largos discursos durante y después de la Última Cena. Debe hacerse una mención especial a la predicción de la Pasión, de la traición de uno de los Apóstoles y de la negación por otro. Pedro, Santiago y Juan están preparados en una forma particular por haber sido testigos del dolor de Jesús en el Monte de los Olivos.

2. Preparación de Jesús. Jesús debe haber tenido una preparación indirecta con todo lo que hizo y dijo para fortalecer a Sus Apóstoles. Pero la preparación que fue peculiarmente Suya consistió en Su oración en el huerto en donde el ángel vino a reconfortarlo. El que Sus Apóstoles favoritos hayan estado dormidos durante las horas de Su amarga lucha, deben haberLe preparado también para el completo abandono que pronto experimentaría.

3. Preparación de los enemigos. Judas deja al Maestro durnate la Última Cena. Los jefes de los sacerdotes y los fariseos juntan rápidamente una cohorte romana estacionada en el castillo de Antonia, del templo vigía judío, junto con oficiales del Templo. A ellos se agregan unos sirvientes y dependientes del sumo sacerdote, y una multitud de fanáticos con linternas y antorchas, con espadas y palos, quienes se movilizan bajo el liderazgo de Judas. Capturan a Jesús, le amarran, y le conducen a la casa del sumo sacerdote.

F. La Pasión de Jesús: el Juicio

Jesús fue juzgado primero ante un tribunal eclesiástico y luego ante un tribunal civil.

1. Ante la Corte Eclesiástica. El juicio eclesiástico incluye la presencia de Cristo ante Anás, ante Caifás, y otra vez ante Caifás, quien al parecer actuó como cabeza del Sanedrín en cada caso. La corte judía encontró a Jesús culpable de blasfemia y Lo condenó a muerte, aunque los procedimientos seguidos fueron ilegales desde varios puntos de vista. Durante el juicio tuvo lugar la triple negación de Pedro; Jesús es insultado y se mofan de Él, especialmente entre la segunda y la tercera sesión; y después de Su condenación final, Judas se desespera y enfrenta su trágica muerte.

2. Ante la Corte Civil. El juicio civil consistió también de tres sesiones: la primera ante Pilato, la segunda ante Herodes y la tercera otra vez ante Pilato. Ante la corte de Pilato no se acusó de blasfemia a Jesús; sin embargo, Le acusan de alborotar al pueblo, de no querer dar tributo al César, y de ser rey. Pilate ignora los primeros dos cargos; y encuentra inofensivo al tercero cuando ve que Jesús no reclama la realeza en el sentido romano de la palabra. Pero, para no hacer que los líderes judíos le odien, decide enviar a su prisionero ante Herodes. Como Jesús no cedió ante la curiosidad de Herodes, se burlan de Él el Tetrarca de Galilea y su corte, y es enviado de regreso ante Pilato. El procurador romano declara inocente al prisionero por segunda vez pero, en vez dejarLe libre, da al pueblo la alternativa de escoger entre Jesús o Barrabás por tener que liberar a un prisionero debido a la Pascua. Pilato declara inocente a Jesús por tercera vez con la solemne ceremonia del lavado de sus manos; recurre así a un tercer esquema para librarse a sí mismo de pronunciar una sentencia injusta contra su prisionero. Ha azotado al prisionero, eliminando de ese modo, en la medida en que los medios humanos puedan hacerlo, toda esperanza de que Jesús haya podido lograr la dignidad real. Pero incluso este procedimiento falla, y Pilato permite que su ambición política prevalezca sobre su sentido de justicia; condena a Jesús a ser crucificado.

G. La Pasión de Jesús: su muerte

Jesús lleva Su Cruz hasta el lugar de ejecución. Simón de Cirene es obligado a ayudarLe a compartir la pesada carga. En el trayecto, Jesús dirige sus últimas palabras a las mujeres que lloran al ver Su sufrimiento. Es clavado a la Cruz, sus vestimentas divididas y colocan una inscripción sobre Su cabeza. Mientras Sus enemigos se burlan de Él, pronuncia las ya bien conocidas "Siete Palabras". De los dos ladrones que crucifican con Jesús, uno se convierte y el otro muere inpenitente. El sol se oscurece y Jesús entrega Su alma en las manos de Su Padre. El velo del Templo se rasga en dos, la tierra tiembla, las piedras se parten, y muchos cuerpos de santos que dormían resucitan y aparecen a muchos. El centurión romano testifica que Jesús era verdaderamente el Hijo de Dios. El Corazón de Jesús es atravesado para asegurarse de que ha muerto. El Sagrado Cuerpo es bajado de la Cruz por José de Arimatea y por Nicodemo, y colocado en un sepulcro nuevo propiedad de José, y el sábado estaba cerca.

H. La Gloria de Jesús

Después de que Jesús es colocado en el sepulcro, las Santas mujeres regresan y preparan aromas y ungüentos. Al día siguiente, los príncipes de los sacerdotes y los fariseos aseguran el sepulcro con guardias, sellando la piedra. Cuando hubo pasado el sábado, las Santas mujeres traen aromas para ungir a Jesús. Pero Jesús resucita temprano el primer día de la semana, se produce un gran terremoto, y un ángel baja del cielo y remueve la piedra. Los guardias se aterrorizan y se hacen los muertos. Al llegar al sepulcro, las mujeres encuentran la tumba vacía; María Magdalena corre a contárselo a los Apóstoles Pedro y Juan, mientras un ángel dice a las otras mujeres que el Señor ha resucitado de entre los muertos. Pedro y Juan se apresuran hacia el sepulcro y encuentran todo lo que la Magdalena les ha contado. María Magdalena regresa también y, mientras llora en el sepulcro, se le aproxima el Salvador resucitado y le habla. Ese mismo día, Jesús se aparece a las otras Santas Mujeres, a Pedro, a los dos discípulos que van a Emaús, y a todos los discípulos, con excepción de Tomás. Una semana después, Se aparece a todos los Apóstoles, incluyendo a Tomás; más tarde, se aparece en Galilea, cerca al lago de Genezareth, a siete discípulos; en una montaña de Galilea a una multitud de discípulos; a Santiago; y, finalmente, a Sus discípulos en el Monte de los Olivos en donde asciende al cielo. Pero estas apariciones no agotan el registro de los Evangelios, según los cuales, Jesús se apareció vivo después de Su Pasión, durante cuarenta días y habló sobre el reino de Dios.

Nota: Las citas bíblicas en castellano están tomadas de Sagrada Biblia, Versión Directa de las lenguas originales por Eloíno Nácar Fuster y Alberto Colunga Cueto, O.P., quincuagésima tercera edición, reimpresión, Biblioteca de Autores Cristianos, Madrid, MCMXCVIII.