jueves, 15 de diciembre de 2011

33 MÁXIMAS


33 MÁXIMAS DE LA SIERVA DE DIOS SOR PATROCINIO


1. La gloria de Dios es lo que debemos desear en todo y por todo.

2. Con Dios todo se puede y todo se vence.

3. Todo es poco para Dios.

4. A Dios le debemos amar, por Dios sólo y no por lo que nos consuela.

5. La verdadera virtud consiste en la práctica de las virtudes sólidas y en una perfecta conformidad de nuestra voluntad con la que Dios, no queriendo más que sólo y precisamente aquello que Dios quiere.

6. La vida interior, que tan poco conocida es en la época presente, es la que más agrada a Dios.

7. Todo se hará llevadero, esperando que Dios proveerá en todo.

8. Las cosas exteriores poco son y de poco valen, si no van acompañadas de la vida verdaderamente interior.

9. Donde se busca a la Madre, se encuentra al Hijo, al Esposo, al Médico, al Consuelo, y al que es nuestra paz y verdadera alegría.

10. Hágase en todo la santísima, justísima y amabilísima voluntad de Dios, y en lo que permita sea su nombre bendito y glorificado.

11. Dios es todo providencia y misericordia; no hay más que confiar en Él.

12. Las dulzuras en la oración no son la mejor prueba de que el alma camina bien.

13. El camino segurísimo, no sujeto a engaños, es el de padecer, imitando al dulcísimo Jesús en su Pa sión, que, siendo Dios, suspendió todo lo que como Dios podía consolarle.

14. Las cosas, por muy buenas y santas que sean, si las falta la sal de la prudencia, se echan a perder.

15. Todo, todo el corazón en Dios.

16. La gloria de la Esposa de Jesús debe estar en todo interior.

17. La paz es una de las señales. de que la oración es fructuosa para el alma, y en la que Satanás no tiene parte, porque él lejos de darla, la quita.

18. El demonio es perro atado y la licencia que le da el divino Esposos, es para probar nuestra fidelidad.


19. El mundo miente mucho, es muy injusto, y por eso Dios le humilla tanto.

20. Toda obra de Dios tiene persecuciones, tribulaciones y penas. Es te es el gran sello con que su divina misericordia nos dice: Esta obra es mía.

21. Los hombres son de corazón duro y no atraen con eso más que la justicia de Dios, que pesa sobre ellos de un modo terrible.

22. Dios ve nuestros corazones, sabe lo que somos, lo que pensamos, lo que no podernos, nuestras tentaciones, los auxilios que nos comunica, la fuerzas que nos da, lo que nos protege en la tribulación, y según todo esto nos juzgará sin que pueda servir la disculpa.

23. Muy alegritas en Dios esperando que sus misericordias sobrepujarán en nosotras a todas sus obras, y nuestra Madre Inmaculada ostentará su poder con sus hijas.

24. Cuanto más aprieten los trabajos, más hay que amar al que bondadoso nos los manda.

25. Los grandes cargos de nada sirven, sino de mayor responsabilidad.

26. A trueque de que no se cierre un Templo del Dios vivo, pasaría yo todos los trabajos del mundo.

27. La justicia de Dios debe estar sumamente irritada, los pecados se aumentan cada día, y nuestro Dios se va desobligando por nuestra misma conducta.

28. Muy corto es el número de las almas que tratan de veras de desagraviar al Señor y de adorarle en espíritu y verdad.

29. No hay más que unirse cada día más al sacratísimo y pacientísimo Corazón de Jesús.

30. El que confía en Dios, por muy desgraciado que lo crea el mundo, siempre es feliz.

31. ¡Dichosos trabajos! ¡Dichosos desconsuelos! si llevados con santa resignación y amor de Dios, nos acercamos más a aquél divino Esposo que no hizo más que padecer y sufrir.

32. Ánimo, hijas mías, subamos al Calvario y desde allí, protegidas de la sombra de nuestro fidelísimo y Divino Esposo y su Virgen Madre, desafiemos al mundo, al infierno y todos sus secuaces.

33. Hagámonos dignos de que Jesús se digne encerrarnos en su Santísimo Corazón.

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