martes, 11 de octubre de 2011

El espejo en el cofre



De vuelta de una peregrinación, un hombre compró en la ciudad un espejo, objeto que desconocía. Creyó reconocer en él la cara de su padre y maravillado se lo llevó a su casa. Sin decirle nada a su mujer, lo colocó en un cofre, en el primer piso. De vez en cuando, cuando se sentía triste y solitario, iba a "ver a su padre".
Su mujer le encontraba muy raro cada vez que le veía bajar de la habitación.
Un día, le espió y vio que abría un cofre y se quedaba mucho tiempo inclinado sobre él. Una vez, cuando el marido se fue, abrió el cofre a su vez y vio en él a una mujer. Ardiendo de celos, arremetió contra su marido. ¡Gran pelea de matrimonio! ¡El marido sostenía que se trataba de su padre que estaba escondido en el cofre!
Afortunadamente pasó por allí un monje. Quiso solucionar el conflicto e hizo que le enseñaran el cobre objeto de litigio. Al bajar declaró:
- ¡En el cofre no hay ni un hombre, ni una mujer ¡sino simplemente un monje!

Cuatro palabras que hacen pensar

1. No te preocupes por las personas de tu pasado, hay una razón por la que no están en tu presente y por la que no llegarán a tu futuro.

2. Una persona real no es perfecta, una persona perfecta no es real.

3. Una persona cambia por dos razones: aprendió demasiado o sufrió lo suficiente.

4. No dependas de nadie en este mundo, porque hasta tu sombra te abandona cuando estás en la oscuridad.

No hay comentarios: