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¿Qué pasa hoy? La separación y lo niños¿Qué?


¿Cómo ayudar a los niños a enfrentar la separación?



Una de las razones por las que se retrasa la separación de una pareja fracasada son los niños. Indudablemente, la separación afecta a los hijos, pero a veces mucho menos de lo que se piensa y desde luego, es mucho peor para los pequeños presenciar las riñas de sus padres.
La separación es una situación dolorosa y difícil de asumir para padres e hijos. A veces los adultos, absortos en sus conflictos, no dimensionan el impacto que la separación tiene en los niños. Ellos necesitan una respuesta verdadera y apropiada a su desarrollo, inquietudes y preguntas, por lo que hay que hablarles con palabras sencillas.
Según un reciente estudio, más de la mitad de las parejas que se han casado en la década de los noventa verán fracasar sus matrimonios y deberán sufrir la separación.

Si es verdad, como parece, que el número de divorcios aumenta, es evidente que también se ven involucrados en ellos un mayor número de niños. Y esa suele ser la primera preocupación para la pareja que decide romper su unión:

¿Qué pasa con los hijos?
Debo ocultarle a mi hijo/a que nos estamos separando?

Muchas veces al niño/a no se le dice nada porque se cree no comprende. Ante esto el niño, de acuerdo a su fantasía, a los comentarios que oye, a las circunstancias que vive, a sus deseos, construye sus propias explicaciones respecto al tema. El riesgo de esto es que su producción dé cuenta de una realidad distorsionada y, a corto o largo plazo lo afecte, tanto a sí mismo como a su relación con los otros. Las "mentiritas piadosas" que tan frecuentemente se dicen, como por ejemplo: "papá está de viaje", o "llegó cuando te habías dormido y se fue antes de que tú te levantaras", pueden engañar y proteger por poco tiempo. Tal vez luego, en el momento de decir la verdad, ese argumento pueda ser tanto o más nocivo que la realidad misma.

¿Cómo le digo a mi hijo/a que nos vamos a separar?

Ponga al tanto al niño de lo que sucede, utilizando palabras sencillas, con explicaciones cortas, sin culpabilizar a nadie, tratando de preservar su bienestar emocional.
Es imprescindible aclararle al hijo que él no es responsable de que papá y mamá se separen y que ya no vivan en la misma casa. Deje en claro que la decisión de separarse es exclusivamente de los padres, que el papá y la mamá ya no pueden vivir juntos, pero van a seguir siendo el papá y la mamá y podrán disponer de ellos en todos los aspectos que precise.
Evite prometer que todo seguirá igual, ya que inevitablemente la forma de vida cambiará y el no cumplimiento de lo prometido les generará inseguridad. Aclare los cambios que el/la niño/a va a experimentar teniendo en cuenta su necesidad de sentirse seguros: "Tú vas a seguir viviendo aquí siempre o por un cierto período, el papá va a venir a visitarte, la mamá seguirá cuidándote, seguirás en el mismo colegio".

Reorganización de los roles.

Sin duda que la separación o las separaciones son un tiempo de dolor donde es necesario reorganizar los roles familiares y realizar un fuerte ajuste personal para poder seguir funcionando.
Es indispensable entender que el divorcio es un proceso en que no terminan las relaciones familiares, sino que se modifican las de pareja, y que los vínculos afectivos con los niños deben permanecer.

Se separan como pareja, los padres siguen.

Es deseable que ambos padres mantengan fuertes vínculos con el pequeño, aunque el resentimiento entre la pareja sea muy grande. Los padres dejan de ser cónyuges, pero nunca padres. En las parejas en que prima el amor a los hijos por sobre los resentimientos personales se logra una buena relación parental, es decir, ambos continúan preocupados del niño y tienen una actitud de facilitar al otro su paternidad o maternidad, porque saben que el niño los necesita. Entre los padres hay una actitud de cooperación y no de competencia. De esta manera intentan negociar los desacuerdos pensando en el niño más que en sus derechos o beneficios. Y, por supuesto, evitan al pequeño el costo emocional de presenciar una pelea.



Fin a las peleas y a los gritos.

La única ventaja que puede tener un niño con la separación de sus padres es no tener que presenciar las peleas, pero si siguen peleando el niño estará expuesto a una enorme cantidad de ansiedad.
Es perfectamente comprensible que tenga rabia y frustración con tu ex pareja, pero recuerde que la salud mental de sus hijos es más importante, por lo cual debe poner freno y elaborar sus conflictos. Hacer catarsis con amistades y familiares, pelear si quiere, pero no con el niño presente.

No descalificar al padre o madre.

Las descalificaciones del ex cónyuge constituye otro error frecuente. Por el amor que le tiene a su hijo, tener cuidado con lo que dice, tratar de no decir todo lo que piensa o siente, aunque sea verdad, porque puede ser muy destructivo no sólo para la relación con el otro padre, sino para el desarrollo del “yo” de su hijo, que en esta edad está en plena formación y, aunque le cueste creerlo, puede ser destructivo para la relación del niño consigo mismo(a).

Si puede recibir ayuda, mucho mejor.

Cuando las dificultades son muchas, a veces es bueno conversar con expertos en mediación para el divorcio, a fin de buscar acuerdos que favorezcan al niño.


Reiniciar una nueva pareja.

Con relación a la inclusión de parejas nuevas en la vida del niño, hay que ser siempre cauteloso, especialmente durante el primer año de separación. Los niños viven mal y con muchos celos las nuevas parejas de los padres.


Es posible que esté muy contento(a) por esta nueva relación, pero el niño no tiene por qué querer a su nueva pareja de inmediato y es normal que le tenga rabia. Dale un tiempo para elaborar la situación de separación y date un tiempo para estar seguro(a) que la nueva relación amorosa es definitiva. Sólo entonces preséntele su nueva pareja. Analice antes de tomar una decisión cómo es la relación de su nueva pareja con el pequeño. Estas precauciones hacen más fácil la aceptación de la otra persona por el niño y favorece el vínculo posterior. Los apresuramientos y las imposiciones sólo consiguen el rechazo. Darse tiempo y espacio para estar a solas con su hijo, escúchelo, juegue, hágalo sentir y saber lo mucho que lo quiere y, en lo posible, permítaselo a su otro padre.

jueves, 4 de diciembre de 2008

A nuestros Hijos con Déficit Atencional.

"EL SÍNDROME DE DÉFICIT ATENCIONAL INFANTIL"


INTRODUCCIÓN.

El síndrome de déficit atencional (SDA) e hiperactividad se define como una alteración del desarrollo caracterizada por falta de concentración, impulsividad e hiperactividad asociado con problemas de aprendizaje y anomalías conductuales; el nivel de inteligencia es promedio o cercano al promedio.
La gran variedad de interpretaciones respecto a los síntomas y signos de este síndrome así como las discusiones respecto a su identidad nosológica hacen extremadamente difícil rastrear en la historia los antecedentes más significativos. El mismo ha tenido también diversas denominaciones; originalmente se lo denominó como "Disfunción Cerebral Mínima" dado que a menudo se encuentran signos neurológicos blandos e índices de leve retraso en alcanzar los logros de las distintas etapas del desarrollo. Posteriormente dado que no se obtuvo evidencia objetiva para dicha disfunción cerebral se la denomino "Hiperactividad". El manual DSM-III propone que el déficit básico es de carácter atencional; de ahí la denominación de "Desorden por Déficit Atencional", en el que la hiperactividad puede estar o no. En el DSM-IV, estas distinciones considero arbitraria y se estableció la categoría "Desorden por Hiperactividad y Déficit de Atención", con subtipos de presentación mixta, predominantemente inatentiva o hiperactiva. Este desorden puede tratarse con psicoestimulantes o con antidepresivos.


-CLASIFICACION DEL SDA SEGÚN EL DSM-IV:

1)-Trastorno por déficit de atención con hiperactividad de tipo combinado: cuando seis o más
síntomas de desatención y seis ó más síntomas de hiperactividad-impulsividad han persistido durante seis ó más meses (éste es el subtipo más frecuente en niños y adolescentes).

2)-Trastorno por déficit de atención con hiperactividad de tipo con predominio del déficit de atención: cuando seis ó más síntomas de desatención y menos de seis síntomas de hiperactividad-impulsividad han persistido por más de seis meses.

3)-Trastorno por déficit de atención con hiperactividad de tipo con predominio hiperactividad-impulsivo: cuando seis o más síntomas de hiperactividad-impulsividad y menos de seis síntomas de desatención han persistido durante más de seis meses.
Si no se satisface claramente las características clinicas de uno de estos tres subtipos, el paciente debe ser clasificado como: Trastorno por déficit de atención con hiperactividad no especifico.

ETIOLOGIA

La etiología del Síndrome de Déficit Atencional con Hiperactividad es controversial dado que se han postulado factores biológicos y sociales. En el estudio de su patogénesis se han implicado múltiples y diversos factores. Algunos consideran que hay una clara tendencia familiar de la afección, otros los relacionan con diferentes factores ambientales (que incluyen desde tabaquismo, hipoxia materna, factores perinatales, encefalitis, intoxicaciones plúmbica crónica, ingesta de azúcares, etc...). Aunque las causas y mecanismos son todavía desconocidos, lo que sí se sabe es que el Síndrome de Déficit Atencional es un problema médico con base neurológica. Ni los padres ni los maestros lo causan; sin embargo, hay muchas cosas que ambos pueden hacer para ayudar al niño a manejar sus dificultades relacionadas al Síndrome de Déficit Atencional.
El Síndrome de Déficit Atencional es una condición que se presta a distintas interpretaciones porque no presenta correlatos específicos en los medios auxiliares de diagnóstico, sean éstos neurofiológicos, bioquímicos o de diagnósticos por imagen.
Es posible que la mejor manera de aceptar el origen biológico de ciertos síntomas sea reconocer que la agresión al sistema nervioso central no se manifieste en forma de un fenómeno "todo o nada" sino que el resultado dependerá de la intensidad de la injuria, del momento evolutivo en que se produce, de las condiciones previas del cerebro y de las zonas más expuestas al factor que actúa como noxa.
Dado que los síntomas y signos del SDA parecen responder a disfunciones de ciertas áreas de asociación que sé mielimizan tardíamente, este mecanismo podría explicar la ausencia de lesiones estructurales demostrables y la aparición de manifestaciones clínicas en etapas posteriores del desarrollo.
Hay neurólogos que investigaron sobre el tema y postulan una correlación anátomo-funcional que sería coherente con la distinción de varios subsíndromes dentro del SDA (que se plantearan más delante de este trabajo en un cuadro pág.6): el hipocampo, por su conexión con la maduración de las emociones, los niveles de actividad y consolidación de la memoria; el cerebro, por su participación en la coordinación motriz y control visomotor; lesiones en las áreas de asociación en la corteza parietal izquierda, parietal derecha, temporal izquierda e incluso del cuerpo calloso por donde cruzan las fibras comisurales, serían responsables de los distintos trastornos del desarrollo del lenguaje y del aprendizaje.

DIAGNOSTICO Y TRATAMIENTO

El diagnóstico del Síndrome de Déficit Atencional es clínico, generalmente lo hacen neuropediatras, pediatras o psiquiatras, se basa en una anamnesis cuidadosa y una hábil observación del paciente; la cual deberá reflejar un amplio espectro de situaciones que abarquen los acontecimientos cotidianos del hogar y de la escuela, investigando la expresión de los elementos fundamentales de estos niños: desatención, hiperactividad e impulsividad y descartando una deficiencia mental o algún desorden mental primario o secundario. El electroencefalograma se solicita sólo ocasionalmente, el cual contribuye modestamente en los trastornos del desarrollo, especialmente descartando cuadros epileptiformes.
El examen neurológico generalmente se dirige a evaluar funciones "neuromadurativas" finas, ya que se consideran que estas son de gran relevancia para el niño, porque son responsables, en parte, de sus dificultades escolares y sociales.
Resulta arriesgado realizar diagnóstico de SDA en niños menores de 5 años, pero reconstruyendo retrospectivamente la historia de estos niños se advierten elementos premonitores desde la vida fetal:

· Las madres notan que los movimientos fetales son más intensos y aparecen con mayor precocidad durante la gestación, con relación a otros embarazos.
· En el periodo de lactantes son impulsivos para alimentarse.
· Duermen menos y con más sobresaltos.
· La de ambulación suele ser precoz, sumado a la torpeza motora determinan accidentes.
· La hiperactividad del lactante se manifiesta con mayor proporción de llanto, manipulación y alteraciones conductuales.
· En la etapa con el advenimiento del aprendizaje de la lectoescritura, es cuando el niño puede presentar sus primeros fracasos conductuales y de rendimiento. Este es el mejor momento para el diagnóstico por las grandes posibilidades preventivas y de manejo que existen a esa edad.
*Criterios para el diagnóstico del trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad:

1)-DESATENCION:

· Se observa desatención en la escuela, en el hogar, en las actividades lúdicas, sociales, etc. existen descuidos y errores frecuentes.
· Las actividades se realizan sin reflexión aparente.
· Existe dificultad para terminar una tarea y una tendencia a "salir de una actividad a otra".
· Las ordenes e instrucciones aunque comprendidas, no son seguidas cabalmente.
· Dificultad para organizar tareas y actividades. Si la tarea requiere de un esfuerzo mental sostenido, ello provoca desazón y rechazo.
· Se distrae con facilidad ante estímulos menores interrumpiendo su actividad ("basta una mosca para distraerlos").
· Interrelación social: no atienden a las conversaciones, cambian reiteradas veces la temática no observan las normas de las reglas o actividades e ignoran los detalles.
· En los pequeños la inatención es difusa, se manifiesta en algunas rutinas en los escolares y se va transformando en dificultades de concentración especificas en los mayores.

2)-HIPERACTIVIDAD:

· El niño está inquieto en el asiento; no puede permanecer mucho tiempo sentado, se mueve, se retuerce.
· Tiende a correr, a saltar aun en situaciones en que dicha conducta no es adecuada o socialmente lógica.
· La hiperactividad no es solamente motora sino verbal: "hablan excesivamente".
· En una consulta a cualquier profesional están constantemente en movimiento y hablando, lo que hace dificultoso el diálogo del especialista con los padres.
· Su inatención sumada a la hiperactividad hace que los estímulos, de todo lo novedoso que existe en una consulta, manipulan todos los objetos a su alcance, saltando de una acción a otra en forma desprogramada.
· Esta hiperactividad varía con la edad del niño y el nivel madurativo.
· En edades tempranas se restringe básicamente a lo motor ( llorar, correr, saltar, etc...). A nivel escolar compromete menos a lo motor y más el habla y lo intelectual. Hacia la adolescencia se combina con elementos angustiosos por la "incapacidad de controlar la hiperactividad".

3)-IMPULSIVIDAD:

· Se manifiesta por impaciencia, respuestas precipitadas antes de que las preguntas hayan sido completas (esto es una característica constante en la sala de clase).
· Le cuesta respetar el turno, acatar normas o adecuarse a situaciones sociales o escolares.
· No pueden seguir instrucciones en forma ordenada y pausada.
· Interrumpen en conversaciones de manera inoportuna e inadecuada, interrumpiendo a los demás.
· Puede causar accidentes debido a acciones precipitadas que no miden los riesgos.
· En los pequeños se manifiesta en la esfera lúdica y en la alimentación; en los mayores sé translada al campo de las interacciones sociales y la comunicación.

Para evaluar el diagnóstico del síndrome de déficit atencional es importante que la hiperactividad, la desatención y la impulsividad estén presentes en todas las instancias (hogar, escuela, actividades sociales, etc.) en donde el niño se maneja diariamente. Por ejemplo si el niño funciona bien en la escuela y mal en el hogar o viceversa, pone en duda el diagnóstico del síndrome de déficit atencional y orienta a una disfunción familiar o hacia alguna problemática en la escuela.
En los varones el SDA es mucho más frecuente que en las niñas, la sintomatología en los primeros se presenta con más intensidad, ya que son más agresivos y bruscos y conservan mayor sintomatología en edades adultas. A esto que la incidencia es mayor en los niños se le puede dar una interpretación patogénica; dado que en las etapas tempranas de la vida el cerebro de las mujeres presenta un grado de desarrollo estructural (organización neuronal y mielinización) más avanzado que el de los varones (Fejerman).
Los síntomas fundamentales del SDA van variando con la edad, el sexo y con el ambiente sociocultural donde el niño se desenvuelve. No hay ninguna cura ni tratamiento rápido para el SDA; sin embargo, los síntomas pueden ser controlados a través de una combinación de esfuerzos, los cuales deben ser diseñados para asistir al niño en cuanto a conducta, educación, psicología y en muchos casos no en todos, farmacologicamente. El 58% de los niños que padecen este síndrome conservan sintomatología después de la pubertad, aunque aminorados (inmadurez emocional, dificultades en relaciones sociales y problemas menores de atención). Esto es debido a que el SDA es una condición crónica que aunque se va atenuando con el desarrollo, persiste en diferentes grados en la edad adulta. El éxito de estos niños en el tratamiento cuando llegan a la adultez con síntomas atenuados, consiste en un buen manejo de la agresividad y la ausencia de fallas laborales, conductuales y antisociales(Dra. . Ximena Keith). El adulto puede aprender técnicas propias para atenuar sus dificultades de atención y encaminar en forma productiva su hiperactividad.
La familia es un factor clave en el éxito o fracaso de cualquier intervención. Es por eso que las intervenciones a este nivel, ya sea en la línea de la terapia familiar o del entrenamiento de padres en el manejo de niños con SDA, han manifestado particular interés. No siendo la causa directa, la familia es responsable muchas veces de la mantención de los síntomas en el tiempo y de las complicaciones que pueden sobrevenir.
Cuando los adultos presentes en la vida del niño (padres y docentes especialmente) comprenden la naturaleza del desorden, entonces podrán estructurar las situaciones para que el niño pueda comportarse apropiadamente y lograr el éxito en el tratamiento. A menudo surgen problemas en aquellos ambientes donde deben poner atención o utilizar auto-control; en general cuando los niños con SDA no satisfacen estas expectativas, se trata de cambiar a los niños en lugar de cambiar los aspectos del ambiente, incluyendo las acciones y reacciones de los adultos. Considero que esto sucede, en general no siempre, por la falta de información que existe sobre este tema, lo cual hace que los padres y docentes no sepan como actuar frente a estos niños, haciendo que el niño no se sienta comprendido y "discriminado" por sus comportamiento. Mucho de estos niños experimentan mayores dificultades en la escuela, donde una mayor atención y control de los impulsos y habilidades motoras son requisitos para las tareas, es ahí donde se observa con frecuencia la sintomatología.
El tiempo de evolución sin tratamiento que tiene el niño con SDA incide en su patrón conductual, su autoimagen y autoestima, así como en la actitud de los padres y docentes hacia el niño. Ellos se van "amoldando" al niño, habitualmente de una manera negativa.

INTERVENCIÓN PSICOPEDAGÓGICA EN LA FAMILIA

La problemática derivada del SDA no sólo afecta al niño, sino que repercute en el núcleo familiar.
Las manifestaciones cognitivas, afectivas y conductuales del niño con este síndrome, le ocasionan conflictos con su medio, especialmente con el sistema familiar que es el encargado de socializarlo. La familia manifiesta en las consultas tener una gran dificultad en la convivencia con sus hijos para poder lograr modificar los comportamientos disfuncionales.
Lo que generalmente perturba a los padres es que el niño presenta dificultades para seguir instrucciones, no hacen caso, presentan dificultades para mantener su atención, parecen no escuchar cuando se les habla, con frecuencia pierden los útiles del colegio, fallan a menudo en prestar atención a los detalles, se olvidan de las cosas, son desordenados, suelen cometer errores en las tareas escolares, etc... Estas son algunas de las características que comúnmente suelen decir los padres cuando hacen la consulta; las cuales los llevan a perder el control, a reprender en exceso a sus hijos y en muchas ocasiones a castigarlos en forma excesiva, con lo cual la interacción padre-hijo se ve afectada por elementos negativos. En comparación con el resto de sus hermanos el niño con SDA suele recibir más retroalimentación negativa y pocas veces hay señalamientos positivos hacia su comportamiento, por tales motivos con frecuencia se siente discriminado dentro del grupo familiar.
El niño en forma inconsciente focaliza la atención del grupo familiar, transformándose en un "niño problema", haciéndose mucho más visible que sus hermanos y consumiendo gran parte de la energía de los padres.
Aunque los padres sean conscientes de la situación que vive su hijo, les cuesta cambiar, porque según ellos este niño frecuentemente "los saca de las casillas", esto tiende a generar mucha culpa en los padres. A esto se le suma la ansiedad que deriva del hecho que el niño presenta con frecuencia problemas en el rendimiento escolar.
Todos los padres, especialmente los padres de niños con SDA , necesitan involucrarse en la tarea educativa, para ello nosotros como profesionales ante estos niños, debemos encontrar estrategias para poder lograr el apoyo y compromiso activo de los padres y así compartir responsabilidades en el proceso de superación de las dificultades. Es conveniente contener a la familia, especialmente en las situaciones de crisis, ya que los padres se sienten con frecuencia agobiados y desorientados en el cómo ejercer la paternidad; por eso hay que alentarlos, darles confianza en su capacidad, valorizando sus logros, los aspectos positivos del niño y reconociendo los esfuerzos que han hecho.
El foco de la intervención no debe centrarse solamente en las necesidades del niño, sino también en el resto del grupo familiar, ya que esto ayuda a una buena calidad de vida de todos y especialmente del niño.
Bryan, Pearl, Zimmerman y Mattew señalan en un estudio que realizaron sobre el tema, que si la familia de los niños con trastornos específicos de aprendizaje es, crítica, etiquetadora o abandonadora, el niño pierde interés, baja su rendimiento y está constantemente confirmando con su actitud negativa la mala opinión que se tiene de él. Ahora, si la familia apoya al niño mostrándole confianza en sus capacidades y dándole apoyo necesario, pese a las dificultades, el niño logra construir un buen nivel de autoestima.
Los déficit del niño, las demandas que exige el cuidado, instruirlo y socializarlo, puede generar desaliento frustración en los padres; todo esto hace que se genere un ambiente con tensiones que tienden a alterar el equilibrio familiar.
Las estrategias para el tratamiento de las dificultades del niño, son más apropiadas para algunas familias que para otras, por lo que es necesario un conocimiento de la estructura familiar y de sus recursos. Teniendo encuenta esto a continuación citare una serie de estrategias posibles que podrían favorecer la autoestima del niño con déficit atencional en la familia (no quiere decir que estas sean la únicas y que sirvan para todos los casos):

· Generar un clima emocional cálido, participativo, comprensivo y focalizado en lo positivo, donde su aporte sea reconocido.
· Confiar en las capacidades del niño y en su capacidad para enfrentar y resolver sus problemas.
· Adecuar las exigencias a la capacidad del niño.
· Estimular sus características positivas.
· Favorecer la creatividad.
· Reconocer los logros reales que sean sentidos como algo especial y único para el niño.
· Disminuir la crítica y no usar un lenguaje peyorativo.
· Desarrollar el espíritu de observación y ayudarlos a buscar formas innovadoras para adaptarse a la realidad.
· Incentivar a los niños a asumir responsabilidades, esto les demostrará que se confía en ellos. las responsabilidades deben ser apropiadas a las capacidades de los niños.
· Poner exigencias y metas al alcance de los niños y que puedan ser alcanzadas con un esfuerzo razonable.
· Disminuir la critica.

CARACTERÍSTICAS CLINICAS

El concepto de enfermedad o síndrome implica una particular agrupación de síntomas y signos aparte de los factores etiológicos que los condicionan y de las modalidades evolutivas A continuación se observara un cuadro sintético en el cual se subdivide en grupos el conjuntas de síntomas, signos y las modalidades de reacción de los niños con el Síndrome de Déficit Atencional.


*AREAS PREDOMINANTEMENTES AFECTADAS EN EL SDA

1. CONDUCTA:

· Falla en el control de la atención.
· Falla en el control de los impulsos.
· Hiperactividad.
· Tendencia a la perseveración.
· Falla en el control de la agresividad.
· Labilidad emocional y baja tolerancia a las frustraciones.
· Trastornos en el sueño e irritabilidad en el primer año de vida.
· Sueño normal en los años posteriores.
· Menor intensidad de los síntomas durante las relaciones persona a persona.
· Mejoría de los síntomas con medicación estimulante.
· Se da el Síndrome Hiperkinético.

1. MOTRICIDAD:

· Hipotonía muscular.
· Dificultad para la relajación (paratonia).
· Movimientos coreicos, atetoideos o temblores (leves).
· Sincinesias tónicas e imitativas aumentadas para la edad.
· Impersistencia motora.
· Fallas en el equilibrio estático y dinámico.
· Déficit en praxias orofaciales y manuales (incluidos grafismos)
· Déficit en habilidad deportiva.
· Dislalias-bradilalia; retraso en los patrones motores del habla.
· Retraso en la adquisición de pautas madurativas motoras.
· Fallas en la reproducción de ritmos con el cuerpo.
· Escritura con trazos torpes pero comprensible.
· Torpeza motora: existe un leve retraso en la adquisición de las pautas motoras simples ( sostén cefálico; marcha, trepar escaleras, saltar); tiene una gran dificultad en aprender a usar las manos para las praxias complejas y en reproducir movimientos al mostrárselos (torpeza para vestirse, abotonarse las prendas, atar los cordones de las zapatillas, imitación gestual); la falta de habilidad manual lleva habitualmente a una dificultad en el dibujo y la escritura. La torpeza motora puede también expresarse en forma de Dislalias, Trastornos articulatorios y Bradilalia.


1. LENGUAJE VERBAL: "Trastornos del desarrollo del lenguaje"

· Trastornos en la articulación de las palabras: "Trastornos articulatorios"

+Articulación defectuosa de las palabras adquiridas.
+Omisiones o sustituciones de los sonidos.
+Vocabulario y estructuras gramaticales conservadas o levemente alteradas.
+Dificultades en lecto-escritura no persisitente.

· Trastornos en la producción del lenguaje verbal: "Disfasia de expresión."
+Falla en la codificación del lenguaje con compren-
sión o decodificación adecuadas.
+Articulación inmadura.
+Restricción del vocabulario con estructuras grama-
ticales pobres.
+Falla en la conservación de las palabras adquiridas.
+Frecuentes dificultades en la lecto-escritura.

· Trastornos en la adquisición del lenguaje verbal: "Disfasia de recepción o mixta"

+Severo déficit en la comprensión del lenguaje verbal,
que impide la producción del habla.
+Déficit en senso-percepción e integración central.
+Déficit en memoria auditiva y organización de secuencias.
+Severas dificultades en la comunicación y aprendizaje.
+Se asocian habitualmente serios problemas de conducta.

1. LECTO-ESCRITURA Y CALCULO: "Trastornos específicos del aprendizaje"

· Trastornos del canal auditivo-voca : "Dislexia-disgrafía por disaudibilización"

+Déficit en la secuencia de la memoria auditiva.
+Déficit para conocer el significado de las palabras(semántica).
+Omisiones y sustituciones de letras, sílabas o palabras
en lectura y escritura.
+Test de Bender y dibujo normal.
+Lectura pobre. Aprende mejor con método global o gestáltico.
+Fallas en el procesamiento auditivo.
+Dificultad para establecer correspondencia entre grafemas y fonemas.

· Trastornos en la producción del lenguaje: "Dislexia-disgrafía por falla en la estructuración del lenguaje."

+Déficit en la secuencia de la memoria auditiva.
+Déficit para reconocer el significado de las palabras (semántica).
+Omisiones y sustituciones de letras, sílabas o palabras en lectura y escritura.
+Test de Bender y dibujos normales.
+Lectura pobre. Aprende mejor con método global o gestáltico.
+Déficit para adquirir reglas estructurales (sintaxis).
+Dificultad para usar palabras adecuadas (disnomia).
+Déficits importantes en escritura espontánea.
+Copian bien, pueden tener dificultad en dictado.

· Trastornos en la producción del lenguaje: "Dislexia-disgrafia disgestáltica-visual."

+Déficit en orientación espacial y corporo-espacial.
+Déficit en discriminación figura-fondo.
+Déficit en discriminación derecha-izquierda.
+Fusiones e inversiones de letras, sílabas o palabras en lectura y escritura.
+Dificultad para asociar el dibujo de una letra con su sonido.
+Falla más en la copia que en el dictado.
+Test de Bender con rotaciones e inversiones en figuras sin tomar conciencia de los errores.
+Lectura pobre. Aprende mejor con el método silábico (analítico-sintético) que con el global o gestáltico.

· Trastornos grafomotores: "Dislexia-disgrafia visimotora."

+Fallas en la reproducción gráfica.
+Dificultades en las praxias constructivas.
+Dificultades en coordinación motriz manual fina.
+Lateralidad mal definida.
+Trastornos en el ordenamiento de secuencias.
+Fallan en copia, algo menos en dictado.
+ Test de Bender con trazos torpes, algunas rotaciones leves y ángulos en estrella.
+Dibujos pobres. Lectura levemente comprometida.

· Trastornos en el calculo: "Discalculia."

+Fallas en el ordenamiento secuencial.
+Fallas en la visualización de las relaciones espaciales.
+Déficit en la discriminación derecha-izquierda.
+Trastornos en la secuencia de memoria visual y/o auditiva.

En el Wisc los puntajes medios del CI están cerca del promedio normal. Como es esperado los Puntajes más altos se dan en las Escalas de velocidad de procesamiento y ausencia de distractibilidad. Los puntajes medios más bajos son para los subtests: Claves y Retención de dígitos.

El niño con Síndrome de Déficit Atencional necesita un ambiente que le proporcione el necesario apoyo para estructurar sus situaciones de aprendizaje. La ausencia de conflictos y desacuerdos entre los diferentes sistemas en los que se mueve es un elemento favorecedor.


FORMAS MAS CARACTERÍSTICAS DEL DESEMPEÑO DE UN NIÑO CON SÍNDROME DE DÉFICIT ATENCIONAL EN LAS TAREAS AULICAS Y EN EL HOGAR.

· Conducta exploratoria asistemática, no planificada y superficial, lo que se manifiesta en una tendencia a reaccionar con una respuesta inmediata ante los aspectos más obvios de la situación problemática.
· Fallas al evaluar las demandas de la situación y en la flexibilidad y adecuación de la respuesta.
· Dificultades para comprender la naturaleza de la tarea debido a una deficiente aproximación al problema.
· Relativa lentitud para elaborar respuestas y para encontrar las palabras precisas en su repertorio verbal, problemas para discriminar y nominar elementos.
· Fallas en la memoria.
· Déficit en la capacidad de internalizar reglas que guíen su desempeño en situaciones nuevas: todo se les aparece como novedoso.

SUGERENCIAS PARA ESTRUCTURAR AMBIENTES DE TRABAJO Y AYUDAR EN SU
DESEMPEÑO EN TAREAS AULICAS A NIÑOS CUYAS CONDUCTAS IMPULSIVAS Y
SUS DIFICULTADES DE ATENCIÓN Y CONCENTRACIÓN INTERFIERAN EN SU REN-
DIMIENTO ESCOLAR.

· Orientar la atención del niño hacia el problema o la tarea. Ayudándolo a describir y a seleccionar la información relevante y a organizar y sistematizar la información.
· Proporcionar pautas precisas sobre lo que se tiene que hacer, darle al niño instrucciones en forma parcelada, de ser necesario numerar los pasos de la tarea. Reiterar las instrucciones, es clave para su ayuda; las rutinas de trabajo deben ser claras.
· Estructurar externamente su entorno y en particular organizar sus actividades escolares, proporcionándole pautas de trabajo, acompañándolo y dirigiéndolo en su tiempo de estudio. La sola presencia del adulto (profesor, padre, etc.) tiene efectos significativos en su desempeño.
· Ocasionalmente pedir al niño que no responda hasta que se le pida expresamente que lo haga. Si falla mostrarle que su impulsividad puede ser causa importante de su error.
· Evitar los ambientes de trabajo artificialmente deprivados de estímulos distractores visuales o auditivos, pues no son beneficiosos. Más que otros niños, requieren motivación externa, tareas significativas, situaciones de aprendizajes ágiles y novedosas que atraiga su interés e impliquen desafío.
· Recordarle al niño con frecuencia que debe pensar antes de responder, planificar su trabajo, hipotetizar soluciones y detenerse a tratar de comprobar si son correctas, comparar sus respuestas con otras alternativas posibles. Favorecer procesos de pensamiento orientados a la reflexión sobre la propia actividad mental.
· No proponer actividades con limite de tiempo, que obviamente favorecen conductas impulsivas.

La presencia del adulto, más toda la ayuda que se le pueda brindar en relación a estructurar externamente su trabajo, proporcionarle pautas consistentes, rutinas y control, no significa hacer el trabajo del niño.
Las diferencias individuales de cada niño, sus fortalezas y debilidades, las características de la familia del colegio, los recursos de que se disponga, la forma en que el niño responda a la ayuda que se le brindadarán la medida de la duración y de la intensidad de la ayuda que necesita.
Otra forma de ayuda es el entrenamiento en modificación de la conducta impulsiva y mejoramiento de la atención a través de técnicas de manejo conductual cognitivo en autoestimulación verbal. Estas técnicas enfatizan :

a)- la importancia de una buena conceptualización cognitiva del entorno y b)- el desarrollo del
discurso interno como guía y monitor de la conducta. En los niños impulsivos se ha observado una carencia de mediadores verbales capaces de controlar la conducta no verbal y una disminución del discurso privado autorregulador, en comparación a los niños no impulsivos. Mientras trabajan verbalizan constantemente, pero con un discurso autoestimulante inmaduro y en general no relevante para la tarea ni eficiente para monitorear la conducta.

Resulta particularmente útil estimular al niño para que se hable a sí mismo de manera significativa mientras realiza la tarea y para que utilice mediadores verbales adecuados para guiar, monitorear y controlar la conducta mientras trabaja en sus tareas o en la resolución de algún problema.

El adulto (psicólogo, padre, profesor, psicopedagogo) puede entrenar al niño para que desarrolle estas destrezas con técnicas de modelamiento cognitivo que consisten básicamente en realizar determinadas tareas frente al niño, al mismo tiempo que se verbaliza cada una de las etapas del trabajo. Luego el niño ejecuta la misma tarea bajo la dirección del modelador (guía externo) mientras a su vez verbaliza cada uno de los pasos del trabajo. Luego memoriza la instrucción, para finalmente ejecutar la tarea mientras se auto guía vía discurso privado.

La conducta impulsiva tanto en lo cognitivo como en la resolución de problemas cotidianos, también se ha relacionado con déficit en habilidades sociocognitivas, lo que se expresa en una deficitaria capacidad para planificación secuenciada de los medios necesarios para alcanzar un estado-meta. Estos niños parecen tener menos repertorio de un tipo de pensamiento llamado "medio-fin" con la consiguiente focalización de la atención en le objetivo perseguido, en desmedro de la consideración de los medios para alcanzarlo. En relación con este punto se sugiere estimular el desarrollo y la generación por parte del niño de medio y alternativas para conseguir fines, la evaluación de cada uno de ellos, la planificación secuenciada de actividades en torno a temas de interés para él, etc. Este tipo de trabajo puede ser realizado en torno a situaciones de interés para el niño, tales como juegos y similares.

Finalmente los avances que se logren con cualquiera de las líneas de trabajo que se proponen, deben ser consistentemente reforzados tanto en el colegio como en el hogar, para favorecer a que se transformen en hábitos y se transfieran y generalicen a todos los ámbitos en que actúa el niño.

Déficit Atencional.

VEINTE CONSEJOS PARA PADRES


1.- Confirmen el diagnóstico de Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad por medio de profesionales especialmente capacitados.

2.- No se conformen con un listado de problemas o síntomas: "lados débiles", procuren desarrollar una perspectiva integral de su hijo, para lo cual tengan bien presentes sus virtudes: "lados fuertes".

3.- Obtengan un Tratamiento Multimodal. Los fármacos a veces son imprescindibles, pero no es menos necesario aprender formas nuevas para educar al niño y que éste, desarrolle estrategias tanto para afrontar las dificultades del TDAH como para potenciar sus aspectos positivos.

4.- Busquen una escuela con autoridades y docentes que conozcan el trastorno, lo comprendan, sepan como remediarlo (o se hallen dispuestos a aprender).

5.- Colabore intensamente con la escuela de sus hijos.

6.- El 50% de los niños con TDAH padecen otro trastorno en comorbilidad (es decir que tienen más de una dificultad trastorno), por ende asegúrese de que se han diagnosticado correctamente todos los aspectos del problema.

7.- Busque el tratamiento apropiado y más eficaz para cada uno de los trastornos acompañantes. Si hay trastornos de aprendizaje deberá realizar un tratamiento psicopedagógico, etcétera.

8.- Educar un niño con TDAH puede ser una tarea difícil aunque excitante. Los padres deben prestarse apoyo recíprocamente, ser equilibrados, justos y ejecutivos en la resolución de problemas.

9.-Muchos padres tienden a aislarse social y familiarmente. Esto se debe evitar, hay que poner en práctica estrategias que faciliten al niño el desarrollo de sus habilidades sociales.

10.-Los padres deben proveer a su hijo de un ambiente estructurado.

11.- Establezcan límites claramente delimitados.

12.- Realicen una especificación precisa y concreta de qué comportamientos consideran aceptables y cuáles no. Confirmen que el niño conoce el desempeño que se le solicita.

13.- Establezcan consecuencias positivas o negativas claramente.

14.- Provean control, dirección y supervisión estrecha.

15.- Organicen y supervise su agenda: un momento y un lugar para cada cuestión.

16.- Ayuden a su niño a organizarse, dividiendo las tareas en partes que él pueda manejar.

17.- Asegúrenle un lugar tranquilo despejado de distractores para trabajar en el hogar.

18.- Ayuden a que establezcan prioridades sobre criterios eficaces.

19.- Recompensen a su hijo frecuentemente y en especial, de forma cercana al momento en que ha exhibido un buen comportamiento. Prefiera las recompensas (°Qué bien que has hecho esto!) a los castigos (°Nunca vas a cambiar!). Premien, alienten, aprueben y asistan más que corregir y castigar.

20.- No permitan que las dificultades hagan que la mayoría de las interacciones con su hijo sean negativas; signadas por castigos, comentarios adversos, críticas, etcétera

CONSEJOS BREVES PARA EL DOCENTE

Fuentes : La serie de breves consejos que siguen ha sido redactada luego de escrutar la principal bibliografía especialmente dedicada al tema (E. D. Copeland & V. L. Love 1995; G. DuPaul & G. Stoner, 1994; G. L. Flick, 1998; K. Nadeau & E. Dixon, 1991; H. Parker, 1992; S. Rief, 1997; S. Rief, 1993; E. S. Shapiro & C. L. Cole, 1994 y P. A. Teeter, 1998).Diez (10) necesidades básicas que el maestro debe satisfacer.Muchas de las habilidades y características siguientes son requerimientos básicos para cualquier docente y en cualquier circunstancia.

1 Necesita un docente que partiendo de los aspectos biocomportamentales sea capaz de razonar también en términos psicosociales.

2 Necesita un docente que no lo encasille y sepa usar el diagnóstico como un trampolín para recursos y posibilidades.

3 Necesita un docente equilibrado, justo y ejecutivo en la resolución de problemas.

4 Necesita un docente claramente a cargo del aula.

5 Necesita que el docente sea un líder democrático que promueva procesos de aprendizaje activos y participativos.

6 Necesita un ambiente agradable, estructurado, seguro, motivador.

7 Necesita un nivel de estímulos controlado.

8 Necesita un docente que le preste atención positiva y le brinde respeto y confianza.

9 Necesita objetivos y reglas claras y explícitas.

10 Necesita un docente previsible y consistente.

Los diez (10) NO básicos para el maestro.

1 No se concentre en los aspectos negativos de su comportamiento y/o desempeño.

2 No prejuzgue al niño calificándolo de vago, desinteresado o desidioso.

3 No interprete, apresuradamente, que sus disconductas son actos deliberados de desobediencia, rebeldía y o desafío.

4 No lo subestime; normalmente rinden por debajo de sus posibilidades.

5 No se aísle de los padres; colabore con ellos.

6 No cargue todo el problema sobre sus espaldas. Pregunte a los expertos y procure formar equipos.

7 No se "ate" a las formas tradicionales en que usted resuelve problemas, pueden ser poco útiles en los niños con TDAH.

8 No vacile en realizar acomodamientos ambientales y curriculares.

9 No crea que el niño y/o su familia son todo el problema: la escuela también es parte del problema.

10 No sea pesimista; un buen docente puede hacer mucho por un niño con TDAH.


Cincuenta (50) consejos básicos para el maestro.

1 Asegúrese de que el niño tiene TDAH.

2 Construya una alianza de trabajo con los padres. Desarrolle objetivos comunes, técnicas compartidas y comunicación fluida.

3 Busque trabajar en equipos y busque apoyo.

4 Si el niño está medicado manténgase al tanto de los efectos positivos deseados, de los posibles efectos colaterales y de cualquier cambio que haya en el tratamiento farmacoterapéutico. Mantenga contacto estrecho con el médico tratante.

5 Defina claramente sus objetivos con el niño: planifique tanto en lo curricular como en lo comportamental y social.

6 Conviértase en el socio del niño. Asegúrese de que el niño sabe cuáles son sus problemas y explíquele cómo tratará de ayudarlo.

7 Para asegurar y mantener la estructura del aula no vacile en proporcionar listados de las reglas básicas y/o colocar recordatorios a la vista del niño.

8 Asegúrese que el niño conoce el comportamiento positivo solicitado: modele y/o utilice "juego de roles".

9 Controle el nivel de distractores y/o estímulos presentes en el aula.

10 Proporcione instrucciones breves, simples y claras. No vacile en repetirlas.

11 Proporcione instrucción multisensorial.

12 Obtenga la atención del niño antes (comportamiento pre-atentivo) y durante la instrucción. Demande que sostenga contacto visual con usted.

13 Procure aumentar la información audio-visual para mejorar la performance del niño en el análisis de instrucciones escritas.

14 Intensifique la fase motivacional de la instrucción.

15 Siente al niño en una posición próxima a la suya y mantenga frecuente contacto visual.

16 Llegue a un consenso con los padres para que éstos proporcionen un ambiente hogareño tranquilo cuando el niño deba abordar sus tareas.

17 Seleccione compañeros de trabajos y/o banco que sean tranquilos y asertivos.

18 Seleccione, si es posible, compañeros "tutores".

19 Organice los horarios de forma previsible y póngalos en un lugar visible del aula.

20 Diseñe un horario con códigos de colores por materia y solicite que esos colores se respeten en el forrado de los libros y carpetas respectivas.

21 Convenga con los padres que el niño tenga el Horario Escolar en un lugar visible de su casa y de sus cuadernos o carpetas.

22 Llegue a un consenso con los padres para que establezcan una moderada rutina en el hogar.

23 Acorte los períodos de instrucción y/o fraccione la hora de trabajo en dos o tres partes. Organice "mini-recreos".

24 Frecuentemente verifique el desempeño del niño.

25 Efectúe evaluaciones más cortas y más frecuentes.

26 Verifique la diferencia del rendimiento en pruebas orales y escritas. Eventualmente, privilegie las evaluaciones orales.

27 Las tareas y proyectos deben ser fraccionados o con entregas parciales.

28 Facilite tiempo extra para la realización de sus trabajos.

29 Permita que los informes de trabajo hogareño sean evaluados no sólo en forma escrita, sino también en forma oral.

30 En los casos de disgrafías severas se le puede solicitar a un compañero que lo ayude a tomar notas, e incluso que se use un papel carbónico. Completará o terminará en el hogar y seguramente deberá recibir tratamiento psicomotriz.

31 Puede permitir el uso de un cuaderno borrador en clase, o arrancar hojas de su cuaderno, e incluso dejar espacios en blanco.

32 No penalice los errores ortográficos, pero sí aliente la autocorrección mediante el uso de un diccionario en clase aún de naturaleza electrónica.

33 Brinde asesoramiento en organización y planificación de actividades.

34 Brinde retroalimentación frecuente e inmediata al niño sobre su comportamiento y su desempeño. Preferentemente en forma positiva.

35 Premie, aliente, apruebe y asista más que corregir y castigar.

36 Enseñe algoritmos para la resolución de problemas tanto cognoscitivos como interpersonales.

37 Enseñe técnicas de estudio, planificación y memorización. Supervise su uso a menudo.

38 Enseñe a tomar apuntes y a reorganizar el material de estudio. Supervise su uso.

39 Luche contra la impulsividad cognitiva exigiendo que revise sus trabajos.

40 Tolere los movimientos ociosos que no perturben el trabajo propio y/o ajeno.

41 Facilite el despliegue físico y salidas del aula como forma habitual de "descompresión".

42 Manténgase atento a los indicadores de tensión, stress, excitación y/o aburrimiento del niño para actuar en forma preventiva.

43 Otorgue cierta estructura a los momentos sin instrucción.

44 Ante las situaciones de disconducta intervenga más bien rápido que tarde.

45 Evite las escaladas y las negociaciones.

46 Evite reprenderlo sin un plan. Seleccione claramente sus objetivos.

47 Proceda con desatención selectiva. Ignore los comportamientos que juzgue innecesario o contraproducente corregir o sancionar por el momento.

48 Modestas y consistentes actitudes disciplinarias producen una impresión y efecto superior que grandes castigos pero menos frecuentes.

49 Bríndele la oportunidad de evitar las consecuencias del comportamiento inaceptable.

50 Asegúrese que el niño conoce las consecuencias posibles de su disconducta.

La única la más Hermosa, la más Bella de todas.

La Virgen María.






San Bernardo va hablar por mí.

Cómo no dedicarle un espacio especial a Mi Madre del Cielo La Virgen María. Como decía San Bernardo de Claraval:

"Acordaos, OH piadosísima Virgen María, que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a vuestra protección, implorando vuestro auxilio, reclamando vuestra asistencia, haya sido desamparado de Vos. Animado por esta confianza, a Vos acudo, Madre, Virgen de las vírgenes; y gimiendo bajo el peso de mis pecados, me atrevo a comparecer ante Vos. Madre de Dios, no desechéis mis súplicas; antes bien, escuchadlas y acogedlas benignamente.

“Las pruebas nos la envía Dios para nuestra enseñanza, no para nuestro daño, conforme a aquellas palabras que dicen: El señor nos visita y alegra al rayar el alba y de repente nos aflige para enseñar nuestro corazón”


Un retrato de María.

Mi señora es bella. Hermosa sin par...., ¡ay, tan hermosa que quien la vea una sola vez, querrá morir para volver a verla! ¡Tan bella que, Cuándo se la ha visto, no hay corazón para amar cosa alguna de la tierra!... (Sta. Bernardita Soubirous.)San Epifanio, citado por Neceforo, nos ha dejado un retrato hermoso de la Virgen. Estas pinceladas del siglo cuarto, hechas a base de tradiciones y manuscritos que ya no existen, constituyen el único retrato de la Virgen que ha llegado hasta nosotros.Según este Obispo, la Virgen no era alta, pero sí de una estatura poco mas que mediana; su tez, algo bronceada, como la de la Sulamita, por el sol de Su tierra, tenia el rico matiz de las doradas espigas; su cabello era rubio; Sus ojos, vivos con pupilas de color un poco aceitunado; cejas perfectamente arqueadas y negras; nariz aguileña, de forma acabada; labios rosados, el corte de la cara un ovalo hermoso; sus manos y dedos eran largos. Era la mas consumada expresión de la divina gracia en consorcio con la belleza humana; todos los Santos Padres confiesan a porfía y unánimes esta tan admirable hermosura de la Virgen. Pero el encanto de la belleza de la Virgen no era debido al cúmulo de perfecciones naturales; emanaba de otra fuente superior. Esto lo compendio bien San Ambrosio, cuando dijo que tan atractivo exterior no constituía sino una gasa, a través de la cual transparentabanse todas las virtudes de su interior; y que su alma, la más noble, la más pura que jamas existio, despues de la de Jesucristo, se revelaba enteramente en su mirada. La hermosura natural de María era solo un lejano reflejo de sus bellezas intelectuales e imperecederas. Entre todas las mujeres era la más bella, porque era la mas casta y la mas santa.En todos los modales de la Virgen reinaba la más encantadora modestia; era buena, afable, compasiva y nunca mostraba enfado alguno contra los afligidos al oír sus prolongadas quejas. Hablaba poco, siempre al caso, y nunca mancillo sus labios con la mentira. Su voz era dulce y penetrante; y sus palabras tenían un no sé que de bondad y consuelo, que derramaban la paz sobre las almas. Siempre la primera en las vigilias, la más exacta en el cumplimiento de La Ley divina, la más humilde; en fin, la más perfecta en todas las virtudes. Ni una sola vez se la vio airada; nunca ofendió, ni causo pena, ni reprocho a nadie. Era enemiga de toda ostentación, sencilla en el vestir, sencilla en sus modales. Ni por asomo le vino el deseo de exhibir su hermosura, su antiguo y noble abolengo, ni los tesoros que enriquecían su mente y su corazón Su misma presencia parecía santificar a cuantos la rodeaban. y su sola vista bastaba a desterrar todo pensamiento terreno. Su cortesía no era simple formula compuesta de palabras vanas: era expresión de la universal benevolencia que brotaba de su alma. En fin, todo en Ella respiraba a la Madre de Misericordia.


Sermón: SOLEMNIDAD DE MADRE ADMIRABLE.




Cuando, en los primeros siglos de nuestra era, pasados los años y asentándose la fe católica, la curiosidad -legítima, por cierto- de los cristianos se volcó a intentar saber más sobre la vida terrena de la santísima Virgen, la verdad es que nuestros relatos evangélicos poco nos dicen de ella. Más que notas biográficos, son cuadros intensamente teológicos que miran a definir, desde el punto de vista de la salvación, cuál ha sido el papel de María. No les interesa a los evangelios los hechos exteriores. Como en toda vida humana, para los evangelistas es mucho más importante el interior de María, que sus actividad exterior.
Es decir que, desde el ángulo de lo que sería una biografía a la moderna, la sagrada Escritura prácticamente no nos dice nada respecto de la santísima Virgen: su aspecto físico, sus dotes intelectuales, su lugar de nacimiento, sus padres, sus actividades cotidianas, su formación, sus años muchos o pocos de vida después de la Resurrección del Señor... En cambio, sí, están perfecta y profundamente definidos, su figura y su papel impar, desde el punto de vista de la teología, de la vida interior, de su rol excelso en la historia del perfeccionarse final de la raza humana.
Pero la curiosidad, como dijimos, pudo más que la estricta espiritualidad y es así como, desde los primeros tiempos, cuando ya estaban fijados nuestros evangelios canónicos, los fieles quisieron saber más, de los aspectos cotidianos de la vida de María, y aún de Jesús. Y, poco a poco, fueron naciendo profusamente, historias, más o menos legendarias, más o menos verídicas, que pretendían recoger acontecimientos no registrados en la sagrada escritura de esas vidas.
Esas relaciones están recogidas en los llamados evangelios apócrifos, escritos a partir del siglo segundo, varias decenas de años después, de los acontecimientos que pretenden narrar.
Es en esa literatura, no del todo fidedigna, a veces fantasiosa, donde se recogen datos tales como el de los nombres de los padres de la Virgen, Joaquín y Ana, el número y nombre de los reyes magos, el nombre del soldado que atravesó el costado de Jesús, la edad provecta de José y otras escenas, que incluso llegaron a entrar en el arte y la piedad cristianas.
Uno de esos hechos, descrito en el llamado Protoevangelio de Santiago , escrito probablemente por un cristiano egipcio hacia comienzos del siglo IV, es el ingreso y estadía de la santísima Virgen en el templo de Jerusalén.
Según este relato, la santísima Virgen, fruto de una promesa hecha por sus ancianos padres a Dios, habría sido presentada por éstos en el templo de Jerusalén a los tres años. El sacerdote la recibió -cuenta el relato- la bendijo y la hizo sentar sobre la tercer grada del altar. Y prosigue -vean el tono de la redacción- "el Señor derramó gracia sobre la niña, quien danzó con sus piececitos, haciéndose querer de toda la casa de Israel"
Según el mismo legendario relato, la santísima Virgen, en compañía de otras niñas, permaneció en el templo hasta los catorce años, siendo alimentada por un ángel. A esa edad los sumos sacerdotes decidieron buscar a alguien para custodiar su virginidad y, para ello, llamaron a todos los viudos disponibles de Jerusalén, pidiendo a Dios que señalara al escogidos. A José le floreció el bastón que llevaba en la mano -era un hombre de cerca de ochenta años ¡pobre José!- y de la flor se desprendió una paloma. Esa fue la señal del Dios. Así fue elegido José como custodio de la santísima Virgen.
Esta piadosa leyenda ejerció un vasto influjo en el medioevo; y el arte se complació en pintar a José como un hombre anciano y se multiplicaron las imágenes de la niña virgen rezando en el templo o realizando allí tareas domésticas, o leyendo. María sería así, el modelo de la perfecta educanda, en lectura y labores, bajo el amparo del templo. Lo cual, por supuesto, en el fondo, es totalmente cierto.
La historicidad, empero, de estos supuestos hechos no resiste demasiados análisis. No existe el más mínimo indicio de que en el templo de Jerusalén vivieran mujeres o pudieran educarse niñas; más bien se piensa lo contrario.
Más aún, era general en Israel el que las mujeres tuvieran poca instrucción. La mayoría de los rabíes judíos se oponían a la educación femenina. Por tanto, si María aprendió a leer y escribir, debió de hacerlo en casa, guiada por su padre o por su madre. Y de hecho se conocen algunas mujeres judías, que llegaron a ser famosas como verdaderas intelectuales, al principio de la era cristiana.
Lo normal sin embargo era que recibieran una cuidadosa formación en lo referente a las tareas domésticas y sobre todo en aquellas cosas en las cuales cada familia debía abastecerse: el tejido, la costura, la higiene y la cocina.
Pero, en el peor de los casos, aunque no recibiera una educación formal, María, como mujer de su clase, debió de conocer profundamente la historia del pueblo escogido y las profecías mesiánicas que le habían sido confiadas. Asistiría, seguramente, a la sinagoga en las fiestas judías y todos los sábados; allí donde se rezaban los salmos y se leía y comentaba la escritura.
De lo que podemos estar seguros es que su vida espiritual estaría alimentada sobre todo por su devoción privada, por su interioridad. Se daba por supuesto que toda buena judía oraba con frecuencia, y que empezaba y terminaba el día levantando su corazón a Dios. Se rezaba antes y después de las comidas, se recitaban los salmos en privado, y existía una plegaria aplicable a cada acontecimiento de la vida.
Pero estas generales de la ley tocan a María sobre todo en lo formal. El misterio de María, pasa por su interior, en el orden de la gracia, allí donde no llega la cámara del periodista ni la descripción del historiador.
La gran tradición de la Iglesia supone que María superó con creces esos ya altos ideales judíos y que estuvo adornada con las más sublimes formas de la oración mística y de las gracias sobrenaturales. No hay santo que no haya, intuitivamente, en contacto filial con María, ponderado su perfección humana y cristiana. "Nadie podrá nunca ponderar a María suficientemente", "De María nunquam satis", sostenía San Bernardo. Pero baste mencionar los dogmas de su maternidad divina, de su perpetua virginidad y de su Inmaculada Concepción. Hoy, elevada a los cielos, cumple en el universo, al lado del Señor, Cristo, el papel de reina y señora de toda la creación.
Lo que es cierto es que nada de esto se basa en las historias piadosas que se tejieron alrededor de su vida, aunque ellas hayan contribuido también a la edificación de los fieles.
Precisamente la advocación que nuestra Parroquia lleva como timbre de honor, se basa en una pintura al fresco hecha por una religiosa del Sacre Coeur, en 1844, en su convento de Roma, representando a María a los 10 o doce años, en el templo. Esta imagen, que todos conocemos, se transformó en una de las devociones preferidas de las alumnas de los Colegios del Sagrado Corazón, una de cuyas exalumnas, Doña Concepción Unzué de Casares, donadora a la Iglesia bonaerense de este templo de Madre Admirable, pidió se lo construyera bajo ese patrocinio.
La imagen pues, estrictamente, no fotografía ningún hecho histórico, ya que es plenamente legendario el que María haya vivido de pequeña en el templo y, sin embargo, la realidad profunda a la cual la pintura apunta sigue siendo ciertísima.
Porque templo -del griego témenos , que significa separar, cortar- designa el espacio acotado, cortado, separado del uso profano, cotidiano, destinado a encontrarse allí con lo divino. Y una de las primeras definiciones teológicas de María, hecha por el evangelio de San Lucas, es considerarla precisamente como templo de Dios, arca de la alianza. Ella es el verdadero lugar donde el Verbo irrumpe en nuestro tiempo y nuestro espacio; ella sigue llevando esa presencia cada vez que se la invoca y se hace calor materno dentro nuestro. María ya no es el templo inmóvil al cual debemos dirigirnos trabajosamente, desplazándonos como los antiguos peregrinos al templo de Jerusalén, María es la palabra bellísima, que invocada con fe, trae inmediatamente a nuestros labios y corazones la presencia de Jesús. Es el rostro sereno, reflejado en todas sus imágenes, que despierta espontánea en nuestra ternura la sonrisa misma de Dios. Es la madre Admirable cuyos rasgos, distinta y mil veces repetidos por el arte, velan y a la vez revelan la belleza del cielo.
Y no por nada sus santuarios se multiplican por todas partes, como si quisieran llenar la tierra de presencia de Dios y el mensaje de Cristo; no por nada cualquier cristiano puede acceder a su pequeño templo privado y portátil con solo tomar en sus manos el rosario.
María, Madre Admirable, es el templo de todos los templos. No es el templo de Jerusalén quien cobija y santifica a María niña, sino ella quien le da su último significado y preanuncia su caducidad. Es quizá por ello que la artista que ha compuesto su retrato rompe en la imagen de Madre Admirable el muro del fondo y lo abre a un panorama inmenso de prados y montañas y de cielo, como si quisiera rasgar esas paredes cerradas del templo y llevar la presencia de Dios a todos los confines de la tierra. Una nube oscura -como en el anuncio del ángel- que cubre a María con su sombra, y un rayo de Espíritu, más una corona de estrellas, dan a la imagen su proyección trascendente, su apertura a lo definitivo y celeste; mientras la rueca y el huso, la canasta y el libro, y su vestido de paisana francesa -como la artista que la pintó- nos la hacen nuestra hermana: mujer de oración y de obligaciones cotidianas, de reflexión y de trabajo, no de primeras planas, ni de revistas de chismes, ni de televisivas pantallas; mientras que las flores blancas que se encuentran a su costado, nos hablan de esas virtudes que resumidas en su 'fíat', 'hágase en mi según tu palabra', a la vez gracia de Dios y mérito de María, han unido para nosotros el mundo de esta tierra, con la suprema y perenne belleza de lo divino.
Que María, Madre Admirable, nos enseñe a unir, también en nuestras vidas, nuestros compromisos y actividades de todos los días, nuestros estudios y tareas, nuestros humanos dolores y alegrías, a nuestra vocación de santidad, y que, en oración y vida interior, ella nos abra el camino hacia su Hijo y, junto con él, nos reciban un día en el templo sin fronteras de la eternidad.

San Bruno decía:

“ Orad así: Salva, Señor, a todos aquellos que no tienen quien ruegue por ellos; salva asimismo a todos los que jamás rezarán. Y añadid: No hago esta oración con orgullo, Señor, pues soy más pobre que todos los hombres”.



Sermón llamado “Del Acueducto” Por San Bernardo de Claraval.


1. Cuando el cielo goza ya de la presencia de la Virgen fecunda, la tierra venera su memoria. Allí se halla la posesión de todo bien, aquí el recuerdo; allí la saciedad, aquí una tenue memoria. Allí se halla la posesión de todo bien, aquí el recuerdo; allí la saciedad, aquí una tenue prueba de las primicias; allí la realidad, aquí el nombre. Señor, dice el salmista, tu nombre permanece para siempre, y tu memoria pasará de generación en generación. Esta generación y generación no es de ángeles, a la verdad, sino de hombres. ¿Queréis saber cómo su nombre y su memoria está en nosotros y su presencia en las alturas? Oíd al Salvador cuando dice: Habéis de orar así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea el tu nombre. Fiel oración, cuyos principios nos avisan de la divina adopción y de la terrena peregrinación, a fin de que, sabiendo que mientras no estamos en el cielo vivimos alejados del Señor y fuera de nuestra patria, gimamos dentro de nosotros mismos aguardando la adopción de tus hijos, o sea, la presencia del Padre. Por tanto, expresamente habla de Cristo el profeta cuando dice: Cual espíritu que anda delante de nosotros es Cristo nuestro Señor; bajo de su sombra viviremos entre las gentes , porque entre las celestiales bienaventuranzas no se vive en la sombra, sino más bien en el esplendor. En los esplendores de los santos, dice, de mi seno te engendré antes del lucero . Pero esto, sin duda, el Padre.
2. Mas la madre no le engendró al mismo en el esplendor, sino en la sombra; pero no en otra sombra que con la que el Altísimo la cubrió. Justamente por eso canta la Iglesia, no aquélla Iglesia de los santos, que está en las alturas y en el esplendor, sino la que peregrina todavía en la tierra: A la sombra de aquel que había deseado me senté, y su fruto es dulce al paladar mío. había pedido que se le mostrase la luz del mediodía, en donde el Esposo apacienta su rebaño, pero fue contrariada en su deseo, y en lugar de la plenitud de la luz recibió la sombra, en lugar de la saciedad, el gusto. Finalmente, no dice: A la sombra que yo había deseado, sino: A la sombra de aquel a quien yo había deseado me senté, pues no había deseado la sombra, sino el resplandor del mediodía, la luz llena de quien es luz llena. Y su fruto, añade, dulce a mi paladar. ¿Hasta cuándo me has de negar tu compasión, sin permitirme el respirar y tragar siquiera mi saliva? ¿Cuándo llegará el día en que se cumpla esta sentencia: Gustad y ved cuán suave es el Señor? Sin duda es suave al gusto y dulce al paladar, por lo cual se comprende perfectamente que, en vista de ello, prorrumpiera la esposa en voces de acción de gracias y de alabanza.
3. Pero ¿cuándo se dirá: Comed, amigos, y bebed y embriagaros, amadísimos? Los justos, dice el profeta, coman en convite, pero delante de Dios, no en la sombra. Y de sí mismo dice: Seré saciado cuando aparezca tu gloria. También el Señor dice a los apóstoles: Vosotros sois los que permanecisteis conmigo en mis tentaciones y yo dispongo para vosotros, así como mi Padre le dispuso para mí el reino, para que comáis y bebáis sobre mi mesa». ¿En dónde? En mi reino, dice. Dichoso aquel que coma el pan en el reino de Dios. Sea, pues, tu nombre santificado, por el cual de algún modo ahora estás, Señor, en nosotros, habitando por la fe en nuestros corazones, puesto que ya ha sido invocado sobre nosotros tu nombre. Vénganos tu reino. Venga, ciertamente, lo que es perfecto y sea acabado lo que es en parte. Tenéis, dice el Apóstol, por fruto de vuestras obras la santificación, pero será su fin la vida eterna. La vida eterna es fuente indeficiente que riega toda la superficie del paraíso. No sólo la riega, sino que la embriaga, como fuente de los huertos, pozo de aguas vivas que corren con ímpetu desde el Líbano, y el ímpetu del río alegra la ciudad de Dios. Pero ¿quién es la fuente de la vida, sino Cristo Señor? Cuando aparezca Cristo, que es vuestra vida, entonces también apareceréis vosotros con El en la gloria. A la verdad, la misma plenitud se anonadó a sí misma para hacerse para nosotros justicia, santificación y remisión, no apareciendo todavía vida o gloria o bienaventuranza. Corrió la fuente hasta nosotros y se difundieron las aguas en las plazas, aunque no beba el ajeno de ellas. Descendió por un acueducto aquélla vena celestial, no ofreciendo, con todo ello, la copia de una fuente, sino infundiendo en nuestros áridos corazones las gotas de la gracia, a unos, ciertamente, más, a otros, menos. El acueducto, sin duda, lleno está para que los demás reciban de la plenitud, pero no la misma plenitud.
4. Ya habéis advertido, si no me engaño, quién quiero decir que es este acueducto que, la plenitud de la misma fuente del corazón del Padre, nos la franqueó a nosotros, si no del modo que es en sí misma, a lo menos según podíamos nosotros participar de ella. Sabéis, pues, a quién se dijo: Dios te salve, llena de gracia. Mas ¿acaso no causa admirarción que se pudiese formar tal y tan grande acueducto, cuya cumbre, al modo de aquélla escala que vio el patriarca Jacob, tocase los cielos, o más bien, los sobrepasase y pudiese llegar a aquélla vivísima fuente de las aguas que están sobre los cielos? Se admiraba también Salomón y, al modo del que desespera, decía: ¿Quién hallará una mujer fuerte? En verdad, por eso faltaron durante tanto tiempo al género humano las corrientes de la gracia, porque todavía no estaba interpuesto este deseable acueducto del que hablamos ahora. Ni nos admiraremos de que fuese aguardado largo tiempo, si recordamos cuántos años trabajó Noé, varón justo, en la fábrica del arca, en la cual sólo unas pocas almas, esto es, ocho, se salvaron, y esto para un tiempo bastante corto.
5. Pero ¿cómo llegó este nuestro acueducto a aquélla fuente tan sublime? ¿Cómo? Con la vehemencia del deseo, con el fervor de la devoción y con la pureza de la oración, según está escrito: La oración del justo penetra los cielos. Verdaderamente, ¿quién será justo, si no lo es María, de quien nació para nosotros el Sol de justicia? ¿Y cómo hubiera podido llegar hasta tocar aquélla majestad inaccesible, sino llamando, pidiendo y buscando? Sí, halló lo que buscaba aquélla a quien se dijo: Has hallado gracia a los ojos de Dios. ¿Qué? ¿Está llena de gracia y todavía halla más gracia? Digna es, por cierto, de hallar lo que busca, pues no la satisface la propia plenitud, ni está contenta aún con el bien que posee, sino que, así como está escrito: El que de mí bebe, tendrá sed todavía, pide el poder rebosar para la salvación del universo. El Espíritu Santo, le dice el ángel, descenderá sobre ti, y en tanta copia, en tanta plenitud difundirá en ti aquel bálsamo precioso, que se derramará copiosamente por todas partes. Así es, ya lo sentimos, ya se alegran nuestros rostros en el óleo. Mas esto, ciertamente, no es en vano; y si el aceite se derrama, no por eso perece. Por esto, sin duda, también las vírgenes, esto es, las almas todavía párvulas, aman al Esposo y no poco. Y no sólo recibió la barba aquel ungüento que descendía de la cabeza, sino que también las mismas fimbrias del vestido le recibieron.
6. Mira, hombre, el consejo de Dios, reconoce el consejo de la sabiduría, el consejo de la piedad. Habiendo de regar toda la era con el rocío celestial, humedeció primero todo el vellocino; habiendo de redimir todo el linaje humano, puso todo el precio en María. ¿Con qué fin hizo esto? Quizá para que Eva fuese -disculpada por la hija y cesase la queja del hombre contra la mujer para siempre. No digas ya jamás, Adán: La mujer que me diste me ofreció del árbol prohibido; di más bien: La mujer que me diste me ha dado a comer del fruto bendito. Consejo piadosísimo, sin duda, pero no es esto todo acaso; hay otro todavía oculto. Verdad es lo que se ha dicho, pero aún es poco (si no me engaño) a vuestros deseos. Dulzura de leche es; se sacará, acaso, si con más fuerza apretamos la crasitud de la manteca. Contemplad, pues, más altamente con cuánto afecto de devoción quiso fuese honrada María por nosotros aquel Señor que puso en ella toda la plenitud para que, consiguientemente, si en nosotros hay algo de esperanza, algo de gracia, algo de salud, conozcamos que redunda de aquélla que subió rebosando en delicias. Huerto es, en verdad, de delicias que no solamente inspiró viniendo, sino que agitó dulcemente con sus soberanos soplos aquel austro divino, sobrevienen en ella, para que por todas partes fluyan y se difundan sus aromas, sus dones, sus gracias. Si se quita este cuerpo solar que ilumina al mundo, ¿cómo podría haber día? Quita a María, esta estrella del mar, del mar sin duda grande y espacioso, y ¿qué quedará, sino oscuridad, que todo lo ofusque, sombra de muerte y densísimas tinieblas?
7. En lo íntimo, pues, de nuestra alma, con todos los afectos de nuestro corazón y con todos los sentimientos y deseos de nuestra voluntad, veneremos a María, porque ésta es la voluntad de aquel Señor que quiso que todo lo recibiéramos por María. Esta es, repito, su voluntad, pero para bien nuestro. Puesto que, mirando en todo y por todo al bien de los miserables, consuela nuestro temor, excita nuestra fe, fortalece nuestra esperanza, disipa nuestra desconfianza y anima nuestra pusilanimidad. Recelabas acercarte al Padre, y aterrado con sólo oír su voz. huías a esconderte entre las hojas. El te dio a Jesús por mediador. ¿Qué no conseguirá tal Hijo de Padre tal? Será oído sin duda por su respeto, pues el Padre ama al Hijo. Mas recelas acaso llegarte también a El. Hermano tuyo es, tu carne es, tentado en todas las cosas sin pecado para hacerse misericordioso. Este hermano te lo dio María. Pero, por ventura, en El también miras con temblor su majestad divina, porque, aunque se hizo hombre, con todo eso permaneció Dios. ¿Quieres tener un abogado igualmente para con El? Pues recurre a María. Porque se halla la humanidad pura en María, no sólo pura de toda contaminación, sino pura de toda mezcla de otra naturaleza. No me cabe la menor duda: será ella oída también por tu respeto. Oirá sin duda el Hijo a la Madre, y oirá el Padre al Hijo. Hijos amados, ésta es la escala de los pecadores, ésta es mi mayor confianza, ésta es toda la razón de mi esperanza. ¿Pues qué? ¿Podrá acaso el Hijo repeler, o padecer repulsa? ¿Podrá el Hijo no ser atendido por su Padre o rechazar los ruegos de su Madre? No, no; mil veces no. Hallaste, dice el ángel, gracia a los ojos de Dios. Dichosamente. Siempre ella encontrará la gracia, y solo la gracia es lo que necesitamos. La prudente Virgen no buscaba sabiduría, como Salomón; ni riquezas, ni honores, ni poder, sino gracia. Verdaderamente, solo por la gracia nos salvamos.
8. ¿Para qué deseamos nosotros, hermanos, otras cosas? Busquemos la gracia, y busquémosla por María, porque ella encuentra lo que busca y no puede verse frustrada. Busquemos la gracia, pero la gracia en Dios, pues en los hombres la gracia es falaz. Busquen otros el mérito; nosotros procuremos cuidadosamente hallar la gracia. ¿Pues qué? ¿Por ventura, no es gracia el estar aquí? Verdaderamente misericordia del Señor es que no hayamos sido consumidos nosotros. ¿Y quiénes somos nosotros? Nosotros, tal vez, perjuros; nosotros, adúlteros; nosotros, homicidas; nosotros, ladrones; la basura, sin duda, del mundo. Consultad vuestras conciencias, hermanos, y ved que donde abundó el delito sobreabundó también la gracia. María no alega el mérito, sino que busca la gracia. Verdaderamente, en tanto grado confía en la gracia y no presume de sí altamente, que recela de la misma salutación del ángel. María, pensaba qué salutación sería ésta. Sin duda, se reputaba indigna de la salutación del ángel. Y acaso meditaba dentro de sí misma: ¿De dónde a mí esto, que el ángel de mi Señor venga a mí? No temas, María, no te admires de que venga el ángel, que después de él viene otro mayor que él. No te admires del ángel del Señor, el Señor del ángel está contigo. ¿Es mucho que veas a un ángel viviendo tú ya angélicamente? ¿Es mucho que visite el ángel a una compañera de su vida? ¿Es mucho que salude a la ciudadana de los santos y familiar del Señor,? Angélica vida es, ciertamente, la virginidad, pues los que no se casan ni son casados serán corno los ángeles de Dios.
9. ¿No veis cómo también de este modo nuestro acueducto sube a la fuente, ni ya con sola la oración penetra los cielos, sino igualmente con la incorrupción, la cual nos une con Dios, como dice el Sabio? Era la Virgen santa en el cuerpo y en el espíritu, y podía decir con exclusividad: Nuestro trato es en el cielo. Santa era, repito, en el cuerpo y en el espíritu, para que nada dudes acerca de este acueducto. Sublime es en gran manera, pero no menos permanece enterísirno. Huerto cerrado es, fuente sellada, templo del Señor, sagrario del Espíritu Santo. No era virgen fatua, pues no sólo tenía su lámpara llena de aceite, sino que guardaba en su vasija la plenitud de él. En su corazón había dispuesto los grados para subir hasta el lugar santo por medio de la asidua oración y una vida santísima, y así vemos que subió a las montañas de Judea con mucha prisa, saludó a Isabel y permaneció en su asistencia como tres meses, de suerte que ya entonces podía decir la Madre de Dios a la madre de Juan lo que mucho tiempo después dijo el Hijo de Dios al hijo de Isabel: Déjame hacer ahora, que así es como conviene que cumplamos nosotros toda justicia. Puede afirmarse con toda verdad que esta Virgen al subir a las montañas de Judea se elevó más que los más altos montes de Dios, lo cual constituye el tercer ascenso de la Virgen, a fin de que se cumpliera en ella aquello de que con dificultad se rompe la. cuerda tres veces doblada. Hervía, pues, la caridad en buscar la gracia, resplandecía en el cuerpo la virginidad y sobresalía la humildad en el obsequio. Pues si todo aquel que se humilla será ensalzado, ¿qué cosa más sublime que esta humildad? Se admiraba Isabel de su venida, y decía: ¿De dónde a mí esto, que la Madre de mi Señor venga a mi. Pero mucho más debiera haberse admirado de que María se anticipara a lo que más tarde debía decir su Hijo: No vine a ser servido, sino a servir. Con razón, por tanto, aquel cantor divino, llevado de su admiración profética, decía de ella: ¿Quién es ésta que va subiendo cual aurora naciente, hermosa como la luna, escogida como el sol; terrible como un ejército formado en batalla? Sube ciertamente sobre el linaje humano, sube hasta los ángeles, pero a éstos también los sobrepuja y se eleva sobre toda criatura celestial. Sin duda que sobre los mismos ángeles es forzoso que vaya a recibir aquélla agua viva que ha de difundir sobre los hombres.
10. ¿Cómo, dice, se hará esto, porque yo no conozco varón? Verdaderamente es santa en el cuerpo y en el espíritu, teniendo no sólo la integridad de la virginidad, sino el propósito firme de conservarla incólume. Mas respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo sobrevendrá en ti, y la virtud del Altísimo te hará sombra. Como si dijera: No me preguntes a mí esto, porque es cosa superior a mi comprensión y no podría declarártelo. El Espíritu Santo, no el espíritu angélico, sobrevendrá en ti, y la virtud del Altísimo te hará sombra, no yo. No te pares ni siquiera entre los ángeles, Virgen santa; mucho más sublime está lo que la tierra sedienta espera que se le dé a beber por ministerio tuyo. Un poco que les pases a ellos hallarás a quien ama tu alma. Un poco, repito, no porque tu Amado no sea superior a ellos incomparablemente, sino porque nada encontrarás que medie entre El y ellos. Pasa, pues, las virtudes y las dominaciones, los querubines y los serafines, hasta que llegues a Aquel de quien alternativamente están clamando: Santo, santo, santo es el Señor Dios de los ejércitos. Pues el fruto santo que nacerá de ti se llamará Hijo de Dios. Fuente es de la sabiduría el Verbo del Padre en las alturas. Pero este Verbo por medio de ti se hará carne, para que Aquel que dice: Yo estoy en el Padre y el Padre en mí, diga igualmente: Porque yo procedí de Dios y he venido de parte de Dios. En el principio, dice San Juan, era el verbo. Ya brota la fuente, pero por ahora sólo en sí misma. Añade luego: Y el Verbo estaba en Dios, habitando una luz inaccesible, y decía el Señor desde el principio: Yo medito pensamientos de paz y de aflicción. Pero en ti, Señor, está tu pensamiento, y lo que piensas lo ignoramos nosotros. Porque ¿quién pudo jamás conocer los designios del Señor o quien fue su consejero? Descendió, pues, el pensamiento de la paz a la obra de la paz: el Verbo se hizo carne y habita ya entre nosotros. Habita por la fe en nuestros corazones, habita en nuestra memoria, habita en muestro pensamiento y desciende hasta la misma imaginación. Porque ¿qué idea se formaría antes el hombre de Dios? ¿No se le representaba en su corazón bajo la forma de un ídolo?
11. Incomprensible era e inaccesible, invisible y superior a toda humana inteligencia. Mas ahora quiso ser comprendido, quiso ser visto, quiso que pudiésemos pensar en El. ¿De qué modo, me preguntas? Echado en el pesebre, reposando en el virginal regazo, predicando en el monte, pernoctando en la oración; o bien pendiente de la cruz, poniéndose pálido en la muerte, libre entre los muertos y mandando en el infierno; o también resucitando al tercer día y mostrando a los apóstoles las hendiduras de los clavos, insignias de su victoria; últimamente subiendo a lo más alto de los cielos a vista de los mismos apóstoles. ¿Qué cosa de éstas no se piensa verdadera, piadosa y santamente? Cualquiera de estas cosas que yo piense, pienso en mi Dios y en todas estas cosas. El es mi Dios. El meditar, pues, estos misterios lo llamé sabiduría, y juzgué por prudencia el refrescar incesantemente la memoria de la suavidad de estos dulces frutos, que produjo copiosamente la vara sacerdotal que María fue a coger en las alturas para difundirlos con la mayor abundancia en nosotros. La recibió, sin duda, en las alturas y sobre los ángeles, puesto que recibió al Verbo del mismo corazón del Padre, según está escrito: El día anuncia al día la palabra. Verdaderamente es día el Padre, pues es día del día la salud de Dios. ¿Acaso no es también día María? Y esclarecido. Resplandeciente día es, sin duda, la que procedió como la aurora resurgente, hermosa como la luna, escogida como el sol.
12. Contempla, pues, cómo se elevó hasta los ángeles por la plenitud de la gracia y por encima de los ángeles al descender sobre ella el Espíritu Santo. Hay en los ángeles caridad, hay pureza, hay humildad. ¿Cuál de estas cosas no resplandeció en María? Pero de esto ya os hemos hablado antes del modo que hemos podido; prosigamos viendo su excelencia singular. ¿A cual de los ángeles se le dijo alguna vez: El Espíritu Santo descenderá sobre ti, y la virtud del Altísimo te hará sombra. Y por eso el fruto santo que nacerá de ti se llamará Hijo de Dios? La verdad nació de la tierra, no de la criatura angélica, puesto que no tomó la naturaleza de los ángeles para salvarlos, sino que tomó la semilla de Abraham. para redimir a sus hijos. Cosa excelsa es para el ángel el ser ministro del Señor, pero otra cosa más sublime mereció María, que fue la de ser Madre del Señor. Así la fecundidad de la Virgen es una gloria sobreeminente, y por este privilegio único fue sublimada sobre todos los ángeles, tanto más cuanto supera el nombre de Madre de Dios al de simples ministros suyos. A ella la encontró la gracia, llena de gracia, para que, fervorosa en la caridad, en la virginidad íntegra en la humildad devota concibiese sin conocer varón y diera a luz igualmente sin dolor ni menoscabo de su virginidad. Más aún, el fruto que nació de ella se llama santo y es Hijo de Dios.
13. En lo demás, hermanos, debemos procurar con el mayor cuidado que la Palabra que salió de la boca del Padre para nosotros por medio de la Virgen, no se vuelva vacía, sino que por mediación de Nuestra Señora volvamos gracia por gracia. Mientras suspiramos por la presencia, fomentemos con toda nuestra atención su memoria, y así sean restituidas a su origen las corrientes de la gracia para que fluyan después más copiosamente. De otra suerte, si no vuelven a la fuente se secarán, y siendo infieles en lo poco no merecemos recibir lo que es máximo. Poco es ciertamente la memoria en comparación de la presencia, poco en comparación de lo que deseamos, pero grande cosa es respecto de lo que merecemos: inferior es respecto del deseo, pero muy superior al mérito. Sabiamente, por tanto, la Esposa, aun por esto poco, se congratula a sí misma en gran manera, puesto que habiendo dicho: Muéstrame dónde tienes los pastos, dónde reposas al llegar el mediodía, aunque recibió muy poco en comparación de lo que había pedido, pues en vez del pasto de mediodía sólo gustó el sacrificio de la tarde, sin embargo de ningún modo se lamenta de ello, como suele suceder, ni se contrista, sino que da gracias al Amado y en todo se muestra más devota. Sabe muy bien que si es fiel en la sombra de la memoria, obtendrá sin duda la luz de la presencia. Así, los que hacéis memoria del Señor, no guardéis silencio, no permanezcáis mudos, aunque, ciertamente, los que tienen presente al Señor no necesitan de exhortación, y aquellas palabras del profeta: alaba, Jerusalén, al Señor, alaba a tu Dios, Sión, más bien son de congratulación que de amonestación, pero por los que caminan aún en la fe necesitan de amonestación para que no callen y no respondan al Señor con el silencio, porque El hace oír su voz y habla palabras de paz para su pueblo y para sus santos y para todos aquellos que se vuelven a El de corazón. Por esto se dice en el salmo: Con el santo, serás santo, y con el varón inocente, inocente, y oirá al que le oye y hablará al que le habla. De otra suerte le habrás dado silencio, si tú callas. Pero ¿si tú callas qué? La alabanza. No calléis, dice, y no le deis silencio hasta que establezca y ponga Jerusalén alabanza en la tierra. La alabanza de Jerusalén es gustosa y hermosa, a no ser que acaso juzguemos que los ciudadanos de Jerusalén se deleitan con las alabanzas mutuas y que se engañan recíprocamente con la vanidad.
14. Hágase tu voluntad, ¡oh Padre!, así en la tierra como en el cielo, para que las alabanzas que resuenan en Jerusalén resuenen también en la tierra. Pero ¿qué sucede ahora? El ángel no busca gloria de otro ángel en Jerusalén, mas el hombre desea ser alabado por hombre en la tierra. ¡Execrable perversidad, pero sólo propia de aquellos que tienen ignorancia de Dios, que viven olvidados del Señor Dios suyo; en cuanto a vosotros, que os acordáis del Señor, no ceséis de publicar sus alabanzas hasta que resuenen cumplidamente en toda la tierra. Hay un silencio irreprensible, más aún, loable, como también hay palabras que no son buenas. De otra suerte no diría el profeta que era bueno aguardar en silencio la salud que viene de Dios. Bueno es que la jactancia guarde silencio, bueno es que la blasfemia se calle, bueno es que enmudezca la murmuración y la detracción. Acontece que alguno, exasperado por la magnitud del trabajo y peso del día, murmura en su corazón y juzga temerariamente a los que velan por su alma, como que han de dar cuenta de ella. Esta murmuración equivale a un grito clamoroso que procede de un corazón endurecido y que le impide oír la voz de Dios. Otros, por la pusilanimidad de su espíritu, desmayan en la esperanza, y ésta viene a ser como una horrible blasfemia, que ni en este siglo ni en el futuro se perdona. Otros, en fin, aspiran a cosas grandes y muy superiores a su capacidad, diciendo: Nuestra mano es robusta. creyéndose algo cuando en realidad no son nada. ¿Qué le hablará a éste aquel Señor que no habla sitio de paz? Ese tal dice: Rico soy y de nadie necesito, mientras que el que es la verdad clama: ¡Ay de vosotros, ricos!, porque ya tenéis aquí vuestra consolación. Y en otra parte añade: Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados. Calle, pues, en nosotros la lengua maldiciente, la lengua blasfema, la lengua orgullosa y altanera, porque es bueno aguardar en este triplicado silencio la salud que viene de Dios, a fin de que así podamos decir: Habla, Señor, porque tu siervo escucha. Semejantes voces no se dirigen a El, sino contra El, según aquello que decía Moisés a los murmuradores: No es contra mí vuestra murmuración, sino contra el Señor.
15. Mas de tal suerte has de callar en estas tres cosas, que no enmudezcas del todo, guardando con Dios absoluto silencio. Háblale contra la jactancia por la confesión, para que alcances perdón de lo pasado. Háblale contra la murmuración con la acción de gracias, para que te conceda más abundante gracia en la presente vida. Háblale contra la desconfianza en la oración, para que consigas también la gloria en lo futuro. Confiesa, repito, lo pasado, y da gracias por lo presente, y en adelante ora con más cuidado por lo futuro, a fin de que El a su vez no calle en la remisión, ni en la donación de sus gracias ni en sus promesas. No calles, repito, no guardes silencio en su presencia. Háblale para que también El te hable y pueda decirte: mi amado es para mí y yo para él. Voz agradable es ésta; dulce palabra. Sin duda no es esta voz de murmuración, sino de tórtola. No me digas: ¿Cómo hemos de cantar los cánticos del Señor en tierra extraña?, porque no debe reputarse tierra extraña aquélla de la cual dice el Esposo: La voz de la tórtola se ha oído ya en nuestra tierra. Había, pues, oído el que decía: Tomad las zorras pequeñas, y por eso acaso prorrumpió en voces de gozo, diciendo: Mi amado es para mí y yo para él. Sin duda voz de tórtola que con una castidad singular persevera para su consorte, así vivo como muerto, para que ni la muerte ni la vida la separen de la claridad de Cristo. Mira, pues, si hubo algo que pudiese apartar al amado de la amada, cuando ves que persevera unido a ella aún pecando y estando apartada de El. Porfiaban envueltas entre sí las nubes en ofuscar los rayos para que nuestras iniquidades nos apartasen de Dios. Pero desplegó su fervor el Sol y lo disipó todo. De otra suerte, ¿cuándo hubieras tú vuelto a El, si El no hubiera perseverado para ti, si El no hubiera clamado: Vuélvete, vuélvete, Sunamitis; vuélvete, vuélvete para que te miremos? Sé, pues, tú también no menos perseverante, de modo que por ningún castigo, ni por ningún trabajo te apartes.
16. Lucha con el ángel, como Jacob, para que no seas vencido, porque el reino de los cielos se alcanza a viva fuerza y sólo los valerosos le arrebatan. ¿Por ventura, no indican lucha aquellas palabras: Mi amado es para mí y yo para él? Te dio El muestras de su amor, experimente también el tuyo. En muchas cosas te prueba el Señor tu Dios; se desvía muchas veces, aparta de ti su rostro; pero no llevado de ira. Lo hace para probarte, no para reprobarte. Te sufrió el amado, sufre tú al amado, sostén al Señor y obra varonilmente. No le vencieron a El tus pecados, a ti tampoco te superen sus castigos, y alcanzarás la bendición. Mas ¿cuándo? Al nacimiento de la aurora, cuando ya esclarezca el día, cuando haya establecido las alabanzas de Jerusalén en la tierra. He aquí, dice Moisés, que un varón, o sea, un ángel, luchaba con Jacob hasta la mañana. Haz que sea oída por mí en la mañana tu misericordia, porque en ti, Señor, he esperado. No callaré, perseveraré en la oración hasta la mañana, y ojalá que no me quede en ayunas. Tú, Señor, te dignas alimentarme, y no sólo esto, sino entre las azucenas. Mi amado es para mí, y yo para él, el cual se apacienta entre las azucenas. Un poco antes se observa en el mismo cántico que la aparición de las flores va acompañada del arrullo de la tórtola. Pero atiende que parece indicar el sitio, no el sustento, y no explica de qué cosas se alimenta, sino entre qué cosas. Acaso, pues, no se alimenta con el manjar, sino con la compañía de las azucenas, ni come azucenas, sino que anda entre ellas. Sin duda más bien por el olor que por el sabor agradan las azucenas y son más a propósito para la vista que para la comida.
17. Así, pues, se apacienta entre las azucenas, hasta que decline el día, y a la belleza de las flores se siga la abundancia de los frutos. Porque ahora es tiempo de flores, no de frutos, pues tenemos aquí sola la esperanza y no lo que esperamos, y caminando por la fe, no por la vista clara, nos congratulamos más con la expectación que con la experiencia. Considerad la suma delicadeza de esta flor y acordaos de aquellas palabras del Apóstol: Llevamos este tesoro en vasos de barro ¡Cuántos peligros amenazan a las flores! ¡Cuán fácilmente con los aguijones de las espinas es traspasada la azucena! Con razón, pues, canta el amado: Como azucena entre espinas, así es mi Amiga entre las vírgenes. ¿Acaso no era azucena entre espinas el que decía: Con los que aborrecían la paz era yo pacífico? Sin embargo, aunque el justo florece como la azucena, no se alimenta el Esposo de azucenas ni se complace en la singularidad. Escuchad cómo habla el que mora en medio de las azucenas: Donde dos o tres se hallan congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos. Ama siempre Jesús lo que está en medio; los lugares apartados y solitarios siempre los ha reprobado el Hijo del hombre, que es el mediador entre Dios y los hombres. Mi Amado es para mí y yo para él, el cual se apacienta entre azucenas. Procuremos, pues, hermanos míos, cultivar azucenas; démonos prisa en arrancar de raíz las espinas y los abrojos, y plantemos en su lugar azucenas, por si alguna vez acaso se digna el amado descender a apacentarse entre ellas.
18. En María sí que se apacentaba, puesto que en ella hallaba grandísima abundancia de azucenas. ¿No son acaso azucenas el decoro de la virginidad, las insignias de la humildad, la supereminencia de la caridad? También nosotros podemos tener azucenas, aunque menos hermosas y olorosas; con todo, ni aun entre ellas desdeñará apacentarse el esposo, con tal de que a esas acciones de gracias, de que hemos hablado antes, les dé lustre la alegría de la devoción, a la oración le dé candor la pureza de intención y la misericordia dé blancura a la confesión, como está escrito: Aunque sean vuestros pecados como la escarlata, se volverán blancos como la nieve, y aunque sean rojos como el carmesí, serán blancos como la lana. Pero sea lo que fuere aquello que dispones ofrecer, acuérdate de encomendarlo a María, para que vuelva la gracia por el mismo cauce por donde corrió, al dador de la gracia. No le faltaba a Dios, ciertamente, poder para infundirnos la gracia, sin valerse de este acueducto si El hubiera querido, pero quiso proveerte de ella por este conducto. Acaso tus manos están aún llenas de sangre o manchadas con dádivas sobornadoras, porque todavía no las tienes lavadas de toda mancha. Por eso lo poco que deseas ofrecer, procura depositarlo en aquellas manos de María, graciosísimas y dignísimas de todo aprecio, a fin de que sea ofrecido al Señor, sin sufrir de El repulsa. Sin duda candidísimas azucenas son, ni se quejará aquel amante de las azucenas por no haber encontrado entre azucenas todo lo que El hallare en las manos de María. Amén.

Oración a la Virgen del Carmen

SÚPLICA PARA TIEMPOS DIFÍCILES

"Tengo mil dificultades:
ayúdame.
De los enemigos del alma:
sálvame.
En mis desaciertos:
ilumíname.
En mis dudas y penas:
confórtame.
En mis enfermedades:
fortaléceme.
Cuando me desprecien:
anímame.
En las tentaciones:
defiéndeme.
En horas difíciles:
consuélame.
Con tu corazón maternal:
ámame.
Con tu inmenso poder:
protégeme.
Y en tus brazos al expirar:
recíbeme.
Virgen del Carmen, ruega por nosotros.

Amén."